El castro de Os Castros de Taramundi (Asturias) permite rastrear la evolución de la cultura castreña asturiana desde la Edad del Bronce hasta la plena romanización. Su localización urbana facilita acercarse a los indicios de lo que era un castro.
Castro de Os Castros (Asturias)

Concejo: Taramundi. Comarca del Eo-Navia. Provincia: Asturias. Com. Autónoma: Principado de Asturias.
Coordenadas: 43°21′37″N 7°06′29″O. Altitud: 215 msnm.
Web: taramundi
Bien de Interés Cultural (BIC)
Visita: 2024

Índice
Castro de Os Castros. Taramundi. Comarca del Eo-Navia. Asturias
El castro de Os Castros de Taramundi es el último de los castros de la cultura castreña que, de momento, presento en el Blog.
Para una breve introducción a la cultura castreña remito al post: Castro de Viladonga.
Se sitúa en el extremo sur del núcleo urbano de Taramundi, en el concejo del mismo nombre, en la comarca Eo-Navia, en el límite occidental asturiano. Se trata de un castro fácilmente accesible al localizarse junto al núcleo urbano, a escasos 125 metros de la Oficina de Turismo.
El territorio
Está emplazado sobre un espolón ligeramente separado de la sierra de Eiroá, a unos 230–250 metros sobre el nivel del mar, dominando el valle del río Cabreira, afluente del Eo.
Ocupa una superficie aproximada de 2 hectáreas, lo que lo convierte en uno de los mayores castros del interior de la cuenca Navia–Eo.
Geográficamente, se observa que se localiza casi en el fondo del valle de estos ríos, rodeado por alturas considerables lo que aparentemente restaría capacidad defensiva al poblado. Sin embargo, en virtud de su tamaño y situación a medio camino entre la costa y la montaña interior, se considera que debía tener un papel relevante en la organización territorial en época prerromana, y como punto de redistribución de productos comerciales llegados por mar a la ría del Eo. Por la menos en época romana.

Un poco de historia
El castro de presentan una larga secuencia de ocupación durante mil años. Los primeros vestigios corresponden al final de la Edad del Bronce (alrededor del siglo IX–VIII a.C.), con continuidad y ampliación en la Edad del Hierro (siglos VI–V a.C.), y alcanzando la época romana (siglos I–II d.C.).
El castro fue fundado como poblado fortificado indígena, y posteriormente transformado y ampliado bajo la influencia romana, que introdujo nuevas estructuras y técnicas constructivas, como puede apreciarse claramente.
Poco se conoce todavía del poblado en la Edad del Bronce pues resta mucho del yacimiento por excavar. Se sabe que el primitivo asentamiento ocupó la parte más oriental del sitio arqueológico y que estaba defendido por uno o dos fosos. Posteriormente, en la Edad del Hierro, siglos VII a.C. y I d.C. estos fosos fueron rellenados. El castro entonces crece hacia el norte, oeste y sur. Finalmente, en época romana se incrementa de nuevo la superficie habitada, ahora hacia las zonas occidental y meridional.
Las campañas arqueológicas, iniciadas sistemáticamente en el año 2000, han permitido excavar más de 1.100m² e identificar diferentes fases, desde estructuras defensivas prerromanas a edificios y vías urbanas de la época romana.
Entre los hallazgos más notables se encuentran un puñal de antenas (pieza de bronce y hierro datada en el Bronce Final), cerámicas de tradiciones indígenas y romanas, objetos de uso cotidiano, y una sauna ritual de tradición castreña adaptada bajo el dominio romano, lo que sugiere una economía de base agrícola complementada con la transformación artesanal de recursos.
Estructura del asentamiento
La estructura del asentamiento responde al modelo de poblado fortificado típico de la cultura castreña, con murallas, terrazas artificiales y un urbanismo adaptado al terreno. A diferencia de otros enclaves más monumentalizados, Os Castros mantiene un perfil discreto, lo que refleja su función eminentemente defensiva y doméstica en un contexto rural.

El recinto castreño es de planta aproximadamente ovalada, adaptado al relieve y que estaba rodeado por potentes sistemas defensivos: hacia el norte lo delimitaba un profundo foso tallado en la roca, de hasta 4m de profundidad y 6m de anchura, hoy en parte ocupada por una calle asfaltada. Existen indicios de un segundo foso exterior, actualmente difícil de distinguir por el desarrollo urbano.
La organización interna estaba formada por viviendas de muros gruesos de pizarra. A las formas circulares castreñas se sobrepusieron construcciones rectangulares propias de la cultura romana.
Las calles estaban empedradas.

Han subsistido los restos de un edificio termal o sauna, con una bañera excavada en la roca, vinculada a ritos sociales y religiosos prerromanos luego asimilados en la época romana.
En resumen, el castro evidencia adaptación y continuidad cultural a lo largo de varios siglos, así como el impacto de la llegada de Roma.
La visita al castro de Os Castros
El acceso al castro de Os Castros de Taramundi es libre. Está musealizado, con una plataforma elevada que sigue el exterior del lado norte de la zona excavada, lo que aporta una panorámica sobre el conjunto. Además, varios paneles a lo largo del recorrido van explicando las características de cada una de las edificaciones.
En la explicación me ayudaré de las descripciones de los paneles informativos.


La mayoría del castro conserva las estructuras redondeadas típicas de la cultura castreña.
La sobreposición de alguna construcción rectangular propia de la cultura romana permite ver como su presencia incidía sobre la estructura indígena.
Lo limitado de la zona excavada no permite apreciar cómo debía ser la estructura global del poblado. Debemos, por tanto, limitarnos a apreciar un conjunto de siete estructuras constructivas.
Empecemos por mostrar unas vistas panorámicas y, después, reseguiremos cada construcción.
Panorámicas
Siguiendo las indicaciones aconsejadas del recorrido entramos en la pasarela por el extremo norte.
En primer término, la construcción C1.

El extremo norte con la construcción C1.


Panorámica hacia el sur, con C5 en primer término, y en el centro C2.

Desde C7 hacia el norte.

Desde C7 hacia C2 y C6.

La sauna C9.

Construcción C1
La primera cabaña C1, es de planta más o menos circular con vestíbulo abierto al sur.
La estructura actualmente visible fue construida y usada en época romana. Se construyó con mampuestos de pizarra tabular unidos con barro. Sobre su suelo formado por tierra apisonada se dispuso una gran losa de pizarra a modo de hogar, lugar donde se hacía el fuego que servía tanto para cocinar como para calefactar la casa en el invierno.
La superficie interna supera los 17 m2.
El castro cuenta con una larga secuencia de ocupación, lo que significó que unas construcciones se levantaran sobre los restos de otras más antiguas, como es el caso de esta cabaña C1. En este caso se ha descubierto debajo parte de una edificación de madera seguramente construida en un momento antiguo de la Edad del Hierro. De ella solamente se conservaron las cuñas de pizarra que, clavadas verticalmente, servían para sostener los postes de madera que configuraban el esqueleto arquitectónico de esa primitiva vivienda.

La extensión recta del que se denomina vestíbulo hacia el sur del muro exterior enlaza con un muro curvilíneo, que podría corresponder a otra cabaña.




Construcción C2
La cabaña C2 fue construida en el siglo I d.C., en época romana. La parte más oriental se alzó sobre los restos de una cabaña más antigua prerromana cuya zanja de fundación, excavada en la roca madre, es visible tras los trabajos arqueológicos, mientras que una esquina de la parte occidental penetra en la cabaña C8.
Es un edificio de planta rectangular cuyos muros se levantan con lajas de pizarra trabadas con barro. Consta de tres espacios separados con vanos de conexión interna, así como dos puertas al exterior, una abierta al sur y otra al norte. La habitación principal dispone de hogar dotado de un muro quita vientos cuya misión era proteger el fuego de las corrientes de aire.
Hasta el momento es la única vivienda con compartimentación interior localizada en el castro.


Construcción C5
La cabaña C5 se alzó en la Edad del Hierro con planta circular ligeramente oblonga.
Posteriormente, en época romana se introdujo un muro divisorio con una puerta de enlace creando dos habitaciones.
Los suelos de la construcción fueron sucesivamente, primero de tierra compactada, después recubierto con losas en época romana, que se puede observar junto al muro.


Construcción C6
La cabaña C6 fue construida en época romana. Es una edificación de planta casi rectangular con esquinas redondeadas. La vivienda disponía de un suelo de tierra pisada. Sobre éste se hallaron numerosos materiales, y entre ellos gran cantidad de pesas de telar hechas de piedra.


Construcción C7
La cabaña C7 es una construcción de planta redondeada ligeramente cuadrangular.
Fue edificada en época prerromana, probablemente en la Segunda Edad de Hierro, empleando piedras de pequeño tamaño, mayoritariamente de pizarra, y barro. En el siglo I d.C. se modifica la puerta y se refuerzan los muros quizá para elevar un segundo piso.
Hacia el centro de la cabaña se encuentra una losa de pizarra enrojecida por la acción del fuego. Se trata del hogar de la fase de ocupación prerromana: En época romana se cubrió la vivienda de un nuevo suelo de tierra que ocultó el viejo hogar.


Construcción C8
La construcción C8 fue levantada en la Edad del Hierro con planta de forma elíptica original.
En época romana fue totalmente transformada construyéndose sobre el tercio norte de la cabaña un aterrazamiento en el que se asentó la habitación más occidental de la cabaña C2.
Con la reforma, su suelo interior fue pavimentado con pizarras dispuestas de canto, técnica denominada chapacuña. Es un tipo de pavimento tradicional en la comarca empleado hasta hace poco tiempo.


Construcción C9
Destacan los restos de un edificio termal o sauna C9, con una bañera excavada en la roca.
Esta arquitectura, la más singular de cuantas se han descubierto en el castro, cuenta con tres partes bien diferenciadas. La oriental, desde donde se alimentaba con leña el horno; la central, lugar ocupado por el propio horno, y la occidental, donde se situaba la sala de vaporización provista de una caldera.
Las ruinas actualmente visibles, corresponden a la morfología de una sauna en época romana, pues estos edificios, aunque tienen su origen en la Edad del Hierro, permanecerán en uso al menos hasta el siglo I d.C., y bajo dominio romano.
Se trataría de una construcción conocida como Pedras Formosas, propia de este periodo y esta zona. Estas peculiares construcciones han sido objeto de numerosas y diferentes interpretaciones en su uso y función, siendo consideradas como hornos de pan, crematorios, templos de culto a las aguas o edificios que albergaban ritos iniciáticos para guerreros. En la actualidad, casi todos los estudiosos del tema se muestran de acuerdo en su carácter termal y ritual.

Fotografía durante las excavaciones.



Fin de la visita
La continuidad residencial del asentamiento del castro de Os Castros de Taramundi muestra que el lugar elegido hace tres mil años continúa teniendo vigencia como punto de paso y comunicación entre el mar y el interior de Asturias.
Según hemos visto en las descripciones, lo que se ha excavado y forma el actual parque arqueológico es una muy pequeña parte de todo el castro y, por lo que parece, la parte iniciada en la Edad del Hierro, quedando la zona del recinto primitivo por explorar. Solo se han destapado los indicios de lo que sería un castro.

El interés para el turista es que se trata de castro “urbano” fácilmente visitable en la propia localidad de Taramundi, sin tener que desplazarse a lugares aislados.
Digamos que la estructura de pasarela para visualizar el parque es muy idónea para tener una perspectiva en altura sobre el recinto, lo que permite disponer de una visión global al tiempo que próxima a la estructura urbana y a las edificaciones.
Bases de información
Webs
ayuntamiento
oscos-eo
turismoasturias
Castros de Asturias. Os Castros de Taramundi
Guía informativa. Taramundi arqueológico
Webs academic
Arqueo Astur. Os Castros de Taramundi
Marín Suarez, Carlos (2004). Historiografía de la Edad del Hierro en Asturias
Fernández Ochoa, Carmen (2006). Los castros y el inicio de la romanización en Asturias. Historiografía y debate
Villa Valdés, Ángel et alt. (2007). Excavaciones arqueológicas en el poblado fortificado de Os Castros, en Taramundi
Villa Valdés, Ángel (2013). Formación y desarrollo de la Cultura Castreña en el occidente asturiano (Tesis doctoral)
Martín Hernández, Esperanza (2013). La exploración de áreas inéditas en el poblado fortificado de Os Castros de Taramundi