Fermoselle (Zamora) es una villa de origen medieval evolucionando con los tiempos hasta nuestros días revitalizada por la viticultura y la preservación de la naturaleza, y que ofrece al visitante autenticidad.
Fermoselle (Zamora)

Comarca: Sayago (Arribes del Duero). Provincia: Zamora. Com. Autónoma: Castilla y León
Coordenadas: 41°19′03″N 6°23′42″O. Altitud: 669 msnm. Población: 1.146 habitantes (2024)
Web: ayuntamiento
Conjunto Histórico Artístico (BIC)
Visita: 2024

Índice
Fermoselle. Sayago. Zamora
En la comarca del Sayago, donde la provincia de Zamora hace frontera con Portugal en el río Duero, se localiza la villa de Fermoselle, capital de la zona y de la Denominación de Origen DO Arribes. Un poblamiento medieval que tuvo gran importancia estratégica en la Edad Media en la configuración de la frontera entre el Reino de León y el de Portugal.
Será nuestro punto de referencia desde la Posada de Doña Urraca para conocer este impresionante territorio.

El territorio
Fermoselle se alza sobre el espinazo de un promontorio rocoso que avanza sobre el valle y que termina en forma de colina sobresaliente, sobre la que se asentó el castillo y el primer núcleo de caserío.
Su territorio se caracteriza por un relieve accidentado, donde los ríos Duero y Tormes han esculpido impresionantes cañones y desfiladeros que dibujan un paisaje de gran belleza y valor ecológico.
El clima de la zona es mediterráneo continentalizado, con inviernos fríos y veranos calurosos, marcados por una notable amplitud térmica y precipitaciones moderadas. Los suelos, mayoritariamente graníticos y pizarrosos, han condicionado la actividad agrícola tradicional, destacando el cultivo de viñedos, olivos y almendros, que aprovechan las terrazas formadas en las laderas del terreno.
La vegetación combina especies propias del bosque mediterráneo, como encinas y alcornoques, con un matorral denso de jaras y otras plantas adaptadas a la aridez del clima.
Este entorno natural se ve reforzado por su situación en el corazón del Parque Natural de Arribes del Duero.


Estas características del medio natural, junto con su estratégica ubicación en la frontera con Portugal, confieren a Fermoselle un carácter singular, donde la historia, la geografía y la tradición se entrelazan en un paisaje de gran riqueza y contraste.
Si relacionamos la posición de Fermoselle en el mapa de situación del principio del texto con el conjunto de mapas que se ofrecen en el Post Estructuras territoriales en la España peninsular, podremos hacernos una idea de los condicionante geográficos e históricos más relevantes en los que se encuentra enmarcada Fermoselle.
Un poco de historia
La historia de Fermoselle se remonta a tiempos antiguos, con evidencias de asentamientos desde la Edad del Bronce.
Durante la época romana, formó parte de la Lusitania y su ubicación estratégica en el Duero favoreció su importancia en las rutas de comunicación y defensa.
Con la invasión musulmana en el siglo VIII, el territorio pasó a su control hasta que, en el siglo IX, los reinos cristianos iniciaron su reconquista, aunque el dominio de la zona osciló durante años entre musulmanes y cristianos. Finalmente, en el siglo XI, Fernando I de León consolidó su recuperación para el Reino de León.
En el siglo XII, Fermoselle cobró gran relevancia como enclave fronterizo con Portugal. En este contexto, destacó la figura de Doña Urraca de Portugal, esposa de Fernando II de León. Tras la anulación de su matrimonio por motivos de proximidad de parentesco dado que eran primos segundos, Urraca se refugió en el castillo de Fermoselle, que en aquella época era una fortaleza clave en la defensa del reino leonés. Durante el reinado de Fernando II, la villa recibió privilegios y se impulsó su repoblación, consolidando su importancia militar y estratégica.
La independencia portuguesa en 1143 convirtió a Fermoselle en un enclave crucial en los conflictos entre ambos reinos, reforzándose su muralla y su castillo bajo Alfonso IX.
Durante el siglo XIII pasa en varias ocasiones a depender alternativamente de la Corona y del obispado de Zamora. En este periodo, en 1221 Alfonso IX le concede Carta Foral.
Con Alfonso XI, en el siglo XIV, se fortalecieron aún más sus defensas debido a las constantes disputas con Portugal. Y fue en el siglo XV, con los Reyes Católicos que consolidaron su control, incorporando Fermoselle definitivamente a la Corona de Castilla.
Fue baluarte Comunero en el siglo XVI y, tras la derrota de estos, el emperador Carlos I ordenará destruir el castillo y las murallas.
Los siglos XVII y XVIII transcurrieron con relativa estabilidad, aunque la villa sufrió las consecuencias de conflictos como la Guerra de Restauración Portuguesa y la Guerra de Sucesión Española. En el siglo XIX, la Guerra de la Independencia llevó enfrentamientos a sus calles, donde guerrilleros españoles combatieron contra las tropas napoleónicas.
Durante el siglo XX, la despoblación y la emigración marcaron su historia, especialmente en las décadas de los 50 y 60, cuando muchas familias buscaron oportunidades fuera de la región.
Sin embargo, en los últimos años, Fermoselle ha resurgido gracias a su valor patrimonial, su tradición vitivinícola y su inclusión en el Parque Natural de Arribes del Duero, convirtiéndose en un destino turístico de gran interés, donde aún pueden apreciarse los vestigios del antiguo castillo que en su día protegió la villa y que, sirvió de refugio a Doña Urraca de Portugal en uno de los momentos más turbulentos de su vida.
Aunque no existe ningún puente de enlace con Portugal desde Fermoselle, siempre ha sido un paso fronterizo mediante barcas, habiendo dispuesto de aduana.
Fermoselle en el Diccionario de Madoz
“V. con ayuntamiento, aduana terrestre de primera clase (…). SIT. sobre un peñasco éntre los r. Duero y Tormes; los muchos cerros que se elevan por sus alrededores cubiertos de viñedo, forman una vista agradable y basta cierto punto deliciosa (…); su CLIMA es algo templado.; sus enfermedades mas comunes pulmonías, pleuresías, tercianas y fiebres tifoideas. Tiene 750 CASAS distribuidas en varias calles; entre aquellas se cuenta la consistorial y cárcel; la escuela de niños y la de niñas (…). Hay un ex-convento de Franciscos descalzos que sirve en la actualidad de hospital; este es de fundación particular (…). A la orilla ízq. del Duero en su confluencia con el Tormes, é inmediato á la población se ve un desmantelado cast., en que antes hubo gobernador, y 2 compañías de inválidos para su guarnición(…).
“Se encuentra á orillas del mencionado Duero, un cas. llamado Mucena, donde viven los arrendatarios de la barca que da paso á Portugal; y una casita para los carabineros. (…)
“Los CAMINOS dirigen á Zamora, Ledesma y Salamanca; todos en lastimoso estado; para los pueblos limítrofes hay unas veredas bastante penosas (…). PROD. : vino , centeno, trigo, cebada, aceite, buenas frutas y pastos ; cria ganado lanar, vacuno y cabrio; caza de conejos y perdices; y pesca de barbos y anguilas. IMP.: unos 24 telares de lienzos gruesos, 8 molinos de aceite, una máquina destilatoria de aguardiente, I y varios molinos harineros, COMERCIO: esportacion de aceite, vino , frutas, aguardiente y lana, é importación de centeno, cebada, garbanzos, jabón, queso y otros efectos de consumo.
“POBL.: 782 vec, 2,501 almas “
La visita a Fermoselle


Como se ve en la fotografía cenital, el castillo y el caserío iniciales se situaron sobre el extremo de un saliente de la altiplanicie orientado en dirección noroeste que forma un espinazo rocoso de granito.
Esta orografía condicionará una estructura urbana de calles sinuosas vinculadas a la morfología irregular y a los afloramientos graníticos, al tiempo que propiciará la existencia de cuatro miradores urbanos sobre toda la línea de arribes: el del Castillo, El Torojón, del Terraplén y Las Peñas.
Por otro lado, esta morfología es la que habrá permitido históricamente la proliferación de las bodegas subterráneas horadadas en las pendientes que le otorgan una de las particularidades de la villa que permite turísticamente calificarse como el pueblo de las 1.000 bodegas. Casi puede decirse que, además de las bodegas a las que se accede desde la calle, cada casa tiene una en su interior. Por lo que se especula, la cifra estaría más próxima a las quinientas, pero se desconoce exactamente cuantas existen. Con la particularidad, común a estos pueblos horadados, de que muchas se comunican internamente entre sí.
El recorrido propuesto es circular, partiendo de la Posada de Doña Urraca y, de hecho, desde el inicio de la calle Requejo (1), junto a la carretera CL-527.
Calle Requejo
La entrada por la calle Requejo (1) ya nos da la idea de cuál será la morfología urbana. A la izquierda, apoyándose sobre la pendiente del monte, las entradas a las bodegas serán una de las imágenes recurrentes, alternando con casas de una o dos plantas.
A la derecha, sobre la pendiente exterior, se acumularán las edificaciones residenciales de 2 o 3 niveles, con numerosas construcciones de arquitectura impersonal propia de la segunda mitad del siglo XX hasta ahora.
Destaca uno de los elementos de la arquitectura popular de la zona en forma de escaleras de piedra macizas exteriores. También observaremos predominar los sillares de granito perfectamente tallados que se combinaran con la mampostería de piedra.
Las pequeñas aberturas alargadas, generalmente protegidas por rejas, muchas a ras de suelo, constituyen los respiraderos de las cuevas de las bodegas.





En numerosos lugares, la formación granítica típicamente redondeada por los efectos erosivos llega hasta el límite de la calle; o quizás sería mejor decir que las calles se fueron adaptando a los afloramientos rocosos naturales, y los intersticios que dejaban se iban rellenando con construcciones urbanas.

Son numerosas las construcciones con puertas de arco de medio punto de sillería con dovelas. Y en la primera planta balcones con baranda de hierro.


Como constataremos al llegar a la plaza Mayor, las travesías de la calle principal están dotadas de protecciones metálicas enrejadas movibles para cerrar el paso de la calle a los toros durante los encierros típicos de las fiestas patronales. Otras partes de enrejados se montan y desmontan para cada ocasión.

Puerta del Villar o El Arco
La Puerta del Villar, conocida como El Arco (2) sería la puerta principal de entrada al recinto amurallado. Parece que existía otra puerta por el sudoeste hacia Portugal.
Es de arco apuntado de sillería con un balcón cubierto en la parte superior, es el único vestigio de la muralla que cercaba la villa medieval; mientras que el muro de lienzo estaba construido en mampostería de piedra.



Entramos en la villa de origen medieval por la calle que localmente se conoce como calle Abajo.
La casa del interior que continua por el lado izquierdo se considera que es una de las más antiguas de Fermoselle, con dos grandes arcos de medio punto que forman un soportal.

La arquitectura tradicional que va formando las calles del interior histórico muestran los elementos de fábrica en los que domina la sillería fina en los distintos vanos de los edificios, con alternancia de dinteles de piedra o arcos de medio punto con la función de arco de descarga, en cuyo interior se alojan puerta, ventanas y acceso al sótano de la bodega.
Los muros de mampostería de piedra y balcones con barandas metálicas. Siendo propio de esta arquitectura que los salientes de los balcones se sustenten en grandes ménsulas de piedra.




El edificio histórico conocido com0 “La Capilla” exhibe un gran arco con las dovelas labradas formando un ligero abocinamiento.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Bien de Interés Cultural (BIC)
Al final de la calle, antes de entrar en la plaza Mayor, está situada la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (3). De origen románico del siglo XIII, fue remodelada en diversas ocasiones.
Todo el conjunto presenta una buena fábrica de sillería fina.
La primera perspectiva es del ábside recto, sobresaliendo el transepto, y una pequeña edificación auxiliar en la esquina.

Al llegar tuvimos la suerte de encontrar a José Luis, el sacristán, que acababa de cerrar, el cual, amablemente, tuvo la gentileza de abrirnos el templo para una rápida visita al interior.
El primer muro que se observa corresponde al lateral del evangelio en el que, en época de los Reyes Católicos se remodelo con una portada de estilo renacentista.

El muro sur y de los pies del templo son los únicos restos de estilo románico.
El hastial de los pies contiene una portada de arco apuntado y encima un ligero friso sin ninguna moldura. Una ventana de arco escarzano de iluminación, y otra más pequeña en el lado de la epístola. Culmina con una pequeña espadaña de un vano.

La portada de arco apuntado de transición románico-gótica, abocinado con tres arquivoltas sobre columnas y una chambrana exterior. Tanto los capiteles como las arquivoltas y chambrana están decorados con molduras geométricas y florales.



En el lado de la epístola se encuentra, junto al ábside, la torre-campanario, y sobre el muro la otra portada de transición románico-gótica.
En el siglo XVI se incorporó ante la portada un atrio cuadrangular adosado a la torre, con dos grandes arcos apuntados de acceso y bóveda de crucería.

La portada también de arco apuntado de transición románico-gótica, abocinado con tres arquivoltas sobre columnas y una chambrana exterior y el mismo tipo de decoración.

La torre-campanario es también del siglo XVI. Está formada por cuatro cuerpos, con el superior con doble vano por lado para las campanas.
La cubierta es plana con balaustrada de piedra y, en el lado de poniente, se eleva una pequeña espadaña de un vano, relativamente similar a la de los pies.

El interior, con planta de cruz latina de una nave, está formada por grandes arcos góticos que se apoyan en columnas adosadas a los muros. La bóveda con lunetos proporciona una excelente iluminación.
Sobre el crucero una sencilla bóveda sin iluminación ni decoración.



Plaza Mayor
Del vértice noroccidental de la iglesia se abre la esquina de entrada a la plaza Mayor (4). Es un espacio cuadrangular irregular en el que destaca en el lado norte el edificio del Ayuntamiento acompañado, en general, de nobles edificios de piedra.
Como indica la información municipal, durante el mes de agosto, se convierte en protagonista absoluta de las fiestas de San Agustín. Siguiendo su perímetro se monta la gradería de una plaza de toros donde terminan los encierros taurinos. En las fotos en proceso de lento desmontaje.


El Ayuntamiento
El semi escondido edificio del Ayuntamiento (5) nos deja intuir un edificio de dos niveles, el superior con vanos de arco de medio punto y un balcón corrido con balaustrada de hierro forjado. Por encima sobresale la torre del reloj rematada con un elaborado campanario de hierro forjado.

Castillo de Doña Urraca de Fermoselle BIC y Mirador del Castillo
Bien de Interés Cultural (BIC)
De la otra salida de la plaza Mayor por el lado oeste surge la calle Antonio Regojo, que haciendo un zigzag nos eleva hasta la entrada del castillo.
El castillo de Doña Urraca (6), era una edificación defensiva de gran importancia en una localidad estratégica en la frontera entre León y Portugal. Su origen corresponde al siglo XII, con sucesivas reformas hasta el siglo XVI. Como veremos a continuación, en la actualidad apenas quedan restos visibles, pero se constata su posición estratégica territorial al construirse en un emplazamiento privilegiado sobre un promontorio rocoso, lo que permitía un control visual sobre el valle del Duero.
Se cree que su origen puede remontarse a la repoblación leonesa de la Alta Edad Media, cuando el Reino de León consolidaba sus defensas frente a las incursiones musulmanas y, posteriormente, frente a la creciente influencia del Reino de Portugal.
En el siglo XII, bajo el reinado de Fernando II de León (1157-1188), Fermoselle y su castillo adquirieron mayor importancia como plaza defensiva en la frontera con Portugal.
Para reforzar una alianza entre ambos reinos, Fernando II de León en 1165 contrajo matrimonio con Doña Urraca de Portugal, infanta portuguesa hija del rey Alfonso I Enríquez y de Mafalda de Saboya. Sin embargo, el matrimonio fue anulado en 1175 por el Papa Alejandro III por razones de consanguinidad como primos segundos, lo que generó conflictos sobre las posesiones territoriales que ella había recibido.
Tras la anulación del matrimonio, Urraca escogió el castillo de Fermoselle como su lugar de residencia.
La empinada calle desemboca en una pequeña puerta de acceso al castillo.


Por tipología, sería un castillo de meseta, pero en posición de castillo roquero, dada su orografía particular en el extremo del espinazo rocoso.
Como respuesta de Carlos I a la posición de Fermoselle favorable a los Comuneros, al finalizar en conflicto, con la derrota de éstos, el emperador mandó destruir el castillo.
Con su deterioro, el año 1822 la diputación autorizó a que se aprovecharse sus ruinas en las construcciones de la villa, por ejemplo, como arcadas de bodegas.



Esta elevación de Fermoselle se la considera a su vez como el mirador del Castillo (7).
En la visita, el día había empezado lluvioso y con niebla. Fue un espectáculo de la naturaleza ver cómo iba despejando y aparecía el paisaje progresivamente.



Visto el enclave del castillo desde el lado sur queda perfectamente claro su emplazamiento roquero sobre una surgencia granítica espectacular.

Calle Isidro Cabezas
Prosigue el recorrido desde la plaza Mayor por la calle Isidro Cabezas (8), que por al lado meridional del espinazo nos ha de llevar a la calle Nogal. Hemos dejado de lado el mirador del Terraplén (9).

Proseguimos apreciando los numerosos restos de arquitectura tradicional, además de uno de los numerosos cruceros.

Crucero (10) en la calle Isidro Cabezas en la confluencia con la calle de La Laguna.

Calle Nogal
Justo antes de llegar a la plaza Francisco Galiana se abre a la izquierda una calle empinada. Se trata de la calle Nogal (11), una de las más significativas del trazado antiguo.
Al principio es una calle peatonal ancha y con escaleras, pero, al llegar a mitad de recorrido se abre un sendero a la derecha para bordear una inmensa masa rocosa, recuperando nuevamente la forma de calle en el tramo final.
Vale la pena irse deteniendo para observar las diversas construcciones tradicionales que se encuentran por todo el recorrido, y como se van abriendo sucesivas bodegas.


En este caso la salida del balcón está formada por una gran laja de piedra.



Prestemos atención a la estructura de esta puerta de bodega. Sobre las jambas de sillería se asienta un dintel con la forma particular de que, para salvar la importante dimensión del hueco, está formado por dos grandes piedras rectangulares con una clave en el centro, como si fuese un arco de medio punto.
Para disminuir la carga sobre el dintel, la arquitectura popular recurrió a crear un arco de descarga con piedras de sillarejo desbastado, también con su clave.

Aquí el arco es de forma carpanel.


Sendero que se abre a la derecha para bordear la masa rocosa. Por cierto, debería estar mejor señalizado y cuidado.

Una bodega casera
Una sorpresa en el camino fue reencontrarnos al final de la calle con José Luis, el sacristán, acompañado de su amigo Eloi.
Como es lógico con gente tan amable, nos detenemos a charlar un rato. Así, nos explica que en ese lugar tiene una pequeña bodega para uso propia y nos invita a visitarla. En ella produce especialmente aguardiente.


Impresiona ver la solidez de la estructura de arcos de sillería. Vemos también que debió ser mucho mayor y ahora está sólidamente dividida.



Antes de irnos, Eloi nos aconseja que vayamos a visitar las fuentes como uno de los lugares de más interés de Fermoselle. Seguiremos su consejo y no nos arrepentiremos.
Calle Peñas
Desde allí continuaremos ascendiendo por la calle Peñas, nombre muy descriptivo, hacia uno de los miradores más interesantes.
Mirador El Torojón o del Torrejón
El mirador El Torojón o del Torrejón (12) nos ofrece el espectáculo de la vista del espinazo del caserío hasta el castillo, así como una amplia visión sobre los Arribes.



Calle Torrejón
El descenso por la calle Torrejón (13) continúa haciendo aflorar la masa granítica en la que se asienta el conjunto, al tiempo que ofreciendo bellas imágenes.



Así como también, imágenes de abandono.

Calle Subida a Santa Colomba
Dejamos de lado subir al mirador de Las Peñas (15), para dirigirnos directamente a la calle Subida a Santa Colomba (14), la otra calle principal de Fermoselle que lleva desde la plaza Mayor hacia el sector suroriental por el flanco meridional de la villa, formando una “V” con la calle Requejo.
Continúa manteniéndose el ambiente tradicional de las construcciones, algunas bien rehabilitadas, aunque otros propietarios hayan optado por la construcción moderna impersonal.
El dintel de la casa del número 106 nos informa de que su construcción data de 1892.


Iglesia de Santa Colomba
En esta zona alta de la localidad, se alza la iglesia de Santa Colomba (16) cuyos orígenes se remontan al románico del siglo XII como una ermita separada del pueblo.
Como es perfectamente visible, el edificio ha sufrido importantes remodelaciones, con una arquitectura de estilo ecléctico, donde sobresale una torre del reloj rematada con otro elaborado campanario de hierro forjado, del estilo del del ayuntamiento.
En el lado del evangelio, un muro más antiguo con puerta de sillería de medio punto se localiza una pequeña espadaña de tres vanos.
La información turística nos dice que en su interior recibe culto el Cristo del Humilladero, popularmente el bendito Cristo de Santa Colomba, talla románica del siglo XII-XIII en madera, el tesoro artístico más importante de la villa.


En numerosas ocasiones me he quejado en este Blog de la escasa consideración que los ayuntamientos dan al entorno de edificios históricos. Es particularmente indignante como son utilizados como ubicación de contenedores, en este caso haciendo guardia a cada lado de la entrada del templo. Debe ser el lugar más cómodo y menos conflictivo con relación a los vecinos, pero cuando se quiere vender un lugar como atracción turística, deberían mejorarse estos detalles, así como mantener una mínima dignidad cultural respecto al pasado histórico.

Calle Barrancos
Resiguiendo por la calle Barrancos (17), entre bloques de piedra granítica y muros de mampostería de piedra, nos dirigiremos hacia otro de los miradores de la villa.




Mirador de los Barrancos
El mirador de los Barrancos (18) nos ofrece una nueva panorámica, en esta ocasión sobre el área norte de los Arribes.

También descubrimos una estructura metálica en forma de copa. Habrá que ir a ver de qué se trata.

Calle Subida Fontanicas
El retorno desde el mirador nos lleva hasta la calle Subida Fontanicas (19). Nos hallamos en la zona de mayor concentración de bodegas comerciales de Fermoselle.
Aquí se encuentra la bodega que hemos elegido para visitar, la bodega Pascual Fernández, Siete Escalones. Dejo para otro Post extenderme sobre ella, aunque podemos dejar constancia visual de sus instalaciones externas y una muestra de una de sus cavas, aunque fuera de uso.


Ya he señalado que el estado ruinoso del castillo llevó a la Diputación de Zamora a autorizar el aprovechamiento de sus restos por parte de los vecinos. Las bóvedas de algunas bodegas procederían de estos restos.

En una plazoleta de esta calle (20), en estado de obras, hemos dado con la estructura metálica visualizada desde el mirador, que representa una copa de vino. Se trata de una escultura de Ángel Luis Julián.
La escultura de la copa y una placa nos informan de que está destinada a homenajear a María Isabel Mijares García Pelayo (1942-2024) por ser la primera mujer enóloga de España ejerciendo la profesión y dirigiendo una bodega y alma mater del mayor concurso internacional de vinos de España y Portugal.


Entre los elementos de arquitectura popular que hemos ido observando en nuestro recorrido aportemos una última muestra de escalera exterior maciza de piedra. La puerta de la casa encima, la bodega debajo.

Descendiendo por la calle Subida Fontanicas llegaremos a la calle Requejo, casi en el punto de inicio de nuestro recorrido por el casco histórico de Fermoselle.
Extrarradio
Por los alrededores de la villa histórica de Fermoselle valdrá la pena dirigirse a algunos otros lugares con interés.
Convento de San Francisco. Casa del Parque de Arribes del Duero
En el lado sur del núcleo urbano, aunque fuera de la parte histórica, encontramos el edificio de un antiguo convento de San Francisco (21) que como era muy habitual, la orden franciscana acostumbraba a construir extramuros de los lugares donde se asentaban.
Convento levantado según parece en el siglo XVIII, sobre las ruinas de una ermita románica del siglo XII de la que aún perduran los muros, canecillos y una ventada ajimezada originales.
De una sola nave de planta cruciforme a la que se adhirió el convento en forma de «U» con claustro en el centro. En su interior se venera al Cristo de Santa Colomba.
En la actualidad alberga la Casa del Parque de Arribes del Duero donde se puede conocer la historia y datos de interés de los Arribes, como Centro de Interpretación.



Junto al convento otro de los cruceros de Fermoselle.

Desde aquí disponemos de perspectivas sobre el flanco sur del espinazo sobre el que se asienta la parte central de la villa, con la torre de la iglesia destacando.


En lo alto del cerro aparecen un conjunto de casas colgadas.

Ermita de la Soledad
A las afueras, en la carretera CL-527 se sitúa el cementerio a junto a ermita de la Soledad (22).
Es una ermita románica del siglo XIII, destacando la puerta que da acceso al cementerio y figuras ornamentales.
Se atribuye a un milagro el hecho de que cayera un rayo que desmontó una piedra de grandes dimensiones que no cayó sobre el tejado de la Iglesia, quedando suspendida y desplazada de su asiento.



Junto a la ermita se conservan cruces de piedra pertenecientes a un antiguo vía crucis.

Ermita del Santo Cristo del Pino (Santa Cruz). Mirador de las Escaleras
A 2,3 kilómetros del cementerio, en el camino hacia el mirador de las Escaleras sobre el Duero, se halla la Ermita del Santo Cristo del Pino (Santa Cruz) (23). Es una sencilla construcción de período visigótico y mozárabe de los siglos XI-XIII.
Sobre la puerta se puede leer una inscripción gótica «Por la señal de la Cruz líbranos de nuestros enemigos«, así como otros interesantes símbolos
Recomiendan venir a disfrutar de la romería del lunes de Pentecostés, durante la que es tradición desayunar chocolate con bizcochos y churros y merendar el clásico asado fermosellano.
En la puerta aparece una placa con la inscripción “Ramon Ramos Funcia”, intuyo que debe ser el dueño de la ermita. Mientras que encima otra placa nos informa de que es una “Ermita conservada y atendida por un grupo de fermosellanas devotas del Santo Cristo del Pino”.
El entorno ofrece unas vistas de gran belleza.






A poco más de un kilómetro el camino lleva al mirador de las Escaleras sobre el río Duero.
Fuentes de María Abril y de la Noria
Siguiendo los consejos de Eloy, recorreremos un tramo del camino de las fuentes que forma parte de la diversidad de fuentes que se prodigan por los de Arribes del Duero.
Regresamos al punto de partida de nuestra primera visita a la entrada de la calle Requejo (1). En frente, al otro lado de la carretera, en dirección norte, en el camino descendente se inicia el sendero de las fuentes.
La fuente de María Abril, la fuente de la Noria, el pozo Mergúbez, la fuente del Penao, el pozo del Seco, la fuente las Muelas, la Noval… la localidad de Fermoselle tiene numerosos representantes de estos pétreos contenedores de agua repartidos por su casco urbano y su entorno de diferentes antigüedades y tipologías.
Originadas tras excavar las zonas donde aflora el agua retenida por las rocas y protegerla con muros de piedra. De forma cuadrangular, cubiertas con una techumbre de granito o un arco más trabajado; consiguen mantener el líquido vital limpio y protegido del Sol, que lo evapora y fomenta el crecimiento de algas y lentejas de agua.
En el parque natural de Arribes del Duero muchas de ellas se encuentran en estado de abandono, desde que el agua potable llegó poco a poco a las viviendas a partir de mediados del siglo XX. En la actualidad existe un movimiento creciente de valorización del patrimonio arquitectónico local que ha supuesto el aumento de las actividades de restauración y mejora.
La primera, la fuente de María Abril (24) la encontramos a 150 metros.

Una gran cavidad de cubierta de medio punto en perfecta fábrica de sillería de piedra fina aloja la balsa de la fuente.


550 metros más adelante se sitúa la fuente de la Noria (25). Con una estructura de bóveda similar a la anterior en la entrada, unos escalones llevan a un cuerpo perpendicular que da forma de “T” a la balsa de la fuente.



Creemos que con estas dos fuentes nos hemos hecho una idea de este tipo de construcción rural.
Por el camino podemos observar otro elemento de arquitectura tradicional, en este caso aplicado a una obra pública. Para salvar pequeños arroyos o ramblas en la zona se adoptó el modelo de situar piedras rectangulares como pilar en el centro del cauce para apoyar sobre ella bloques piedra formando dinteles sobre los que asentar el camino. Si el hueco a salvar era demasiado ancho y elevado se construía un murete como el de la fotografía.

El paseo de regreso aporta nuevas perspectivas sobre la villa.


Fin de la visita
La conclusión que obtengo de la visita a Fermoselle es que tiene bien merecida la calificación de Conjunto Histórico (BIC) por su autenticidad.
La gran diferencia con otros lugares que buscan potenciarse por ser históricamente bonitos es que Fermoselle es auténtico. Por un lado, es una villa viva, con un potencial basado en el vino de la DO Arribes. Por otro, lo histórico es auténtico en muchas de sus edificaciones y cuevas-bodega, y que, aunque se haya tenido que asumir la reformulación de muchas edificaciones basada en el modelo de arquitectura impersonal con materiales modernos, alejados del trabajo de la piedra, el conjunto es funcional.
Como ellos mismos reconocen, no tiene grandes monumentos artísticos, sino que tiene autenticidad histórica.
Es una villa tan viva como que, producto de la pandemia se puso de moda elaborar en las casas una especie de tapetes manuales rellenando el aro de un hula-hoop. Les gustó, y han adoptado estas piezas artesanales colocándolas en balcones y barandas, como un símbolo propio de vida social. Lo importante no es la estética, sino el sentimiento social de vida colectiva que impregna su orgullosa exhibición pública.
En resumen, una auténtica villa de origen medieval evolucionando con los tiempos hasta nuestros días revitalizada por la viticultura y la preservación de la naturaleza.



Bases de información
Webs
ayuntamiento
ayuntamiento-historia
ayuntamiento-gastronomía
wikipedia
losarribesdelduero
arteguias
entornodefermosselle
Webs academic
Madoz, Pascual. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1846-1850)
Gil Crespo, Adela (1966). Estructura agro-social del Sayago (Zamora) en el siglo XVIII (según el Catastro del Marqués de la Ensenada)
González Vallvé, José Luis (1984). El Duero internacional
Caldero Fernández, Jesús (1991). El cultivo de la vid en Fermoselle a mediados del siglo XVIII
Carrete Parrondo, Carlos (1991). Asentamientos judíos en la provincia de Zamora
Martín Ferrero, Mª de los Ángeles (1997). El bajo Sayago: una subcomarca zamorana en el Parque Natural de los Arribes del Duero
Ferrero Ferrero, Florián (2001). La documentación zamorana de la época de Femando III
Martín Viso, Iñaki (2002). La formación de la frontera con Portugal y su impacto en el occidente zamorano (siglos XII-XIII)
Potente Castro, Marta et alt. (2023). Turismo y patrimonio como motores de desarrollo rural el caso de las bodegas históricas de Fermoselle (Zamora)
