“Estructuras territoriales en la España peninsular” es un Post que califico como conceptual. Presento una síntesis de estructuras territoriales en forma de mapas, que puedan ayudar a contextualizar los lugares que elijamos en nuestras visitas turísticas.
Estructuras territoriales en la España peninsular
Estructuras territoriales en la España peninsular
Índice
Estructuras territoriales en la España peninsular
Estructuras territoriales históricas
Sistema urbano de la Hispania romana
Los reinos cristianos y la ocupación territorial en la “reconquista”
Estructura territorial de la red de transporte
Ciudades y comunicaciones de la Hispania romana
Distribución territorial de la población
Patrimonio cultural en el territorio
Conjuntos territoriales de paisaje
Estructuras territoriales en la España peninsular
En nuestras salidas, nos dirigirnos a un punto concreto o a una zona con la intención de apreciar alguno de los aspectos contenidos en ese territorio. Sea algún aspecto físico de su paisaje, algún aspecto cultural, en la mayoría de casos vinculados a su historia, alguna actividad que tiene lugar en él, o, simplemente, a descansar en ese entorno.
En cualquier caso, vamos en busca de algún hecho diferencial respecto a nuestro lugar de residencia habitual. Queremos aprovecharnos de las diferencias físicas o humanas que tienen los demás territorios o, dicho en otras palabras, las particularidades diferenciales de cada territorio y lugar concretos.
Pero el particularismo de cada lugar no significa que su contenido sea aleatorio, que podamos encontrar cualquier cosa en cualquier parte. Cada lugar está vinculado y condicionado por las características físicas geográficas de su localización y por el devenir de su historia particular en el marco de la historia general.
Si esto es así, me parece que puede ser de interés reunir diversos aspectos de las estructuras territoriales en las que está articulado el conjunto de la España peninsular, dado que es el ámbito territorial en el que se centra este Blog.
Situar el lugar que visitemos en el marco de dichas estructuras debería servirnos para interpretar mejor cada territorio.
Para la presentación gráfica me serviré de dos publicaciones libres en Internet. El Instituto Geográfico Nacional ha editado la publicación España en mapas. Una síntesis geográfica, un volumen de 620 páginas que puede descargarse en formato PDF. Para quien esté interesado, y quiera profundizar y ampliar en los aspectos que propongo, y muchos más que afectan al medio físico y a la organización social y económica de España y de su situación en el Mundo, en esta publicación podrá encontrar una amplísima información.
Por su parte, Cinco Días – El País ofrecen en Internet Lifestyle. Mapas de España para descargar e imprimir completamente actualizados. Además de mapas generales de España, contiene un desglose por Comunidades Autónomas.
Antes de continuar, quiero pedir disculpas anticipadas por la simplificación de las estructuras que presentaré. Un Blog no es un documento académico. Simplemente me gustaría incitar a globalizar la visión de lo que vayamos encontrando en nuestros viajes, tanto a lo largo de los recorridos por los que vamos pasando, como en cada visita concreta.
Las estructuras territoriales
Entenderé por estructuras territoriales la forma como esta organizado y distribuido el territorio como resultado de los procesos geofísicos e históricos. La posición de cada lugar en estas estructuras nos debería ayudar a interpretar las características actuales que lo configuran, y a entender mejor, en la medida de lo posible, lo que encontramos y lo que vemos.
Me centraré en unas pocas estructuras alrededor de estos temas:
- Medio físico
- Historia
- Transportes
- Población
- Patrimonio cultural
Estructuras del medio físico
Sintetizaré en cinco aspectos las estructuras que determinan el medio físico de la España peninsular.
Regiones geológicas
En la Península pueden delimitarse una serie de grandes unidades geológicas, que representan terrenos con características y evolución similares.
Conforman tres grandes grupos: La España silícea, la España caliza y la España arcillosa.
De las características de los materiales geológicos de su roquedo resultan modelados y cubiertas vegetales distintas. A grandes rasgos:
La España silícea o Macizo Ibérico (en colores lila), está formada por los materiales primarios más antiguos de granitos y pizarras de naturaleza silícea, con morfologías suavemente onduladas y con importante cobertura vegetal. Ocupa la parte occidental de la Península.
La España caliza o cadenas alpinas (colores verdes), en forma de Z invertida, en la mitad oriental de la Península y las Islas Baleares. Se muestran en murallones y formas abruptas de las serranías calizas, habiendo sido plegadas en la Era Terciaria por los plegamientos alpinos. Con misérrima cubierta vegetal.
La España arcillosa (en color amarillo), formada por materiales modernos cuaternarios y terciarios, de blanda consistencia, fácilmente erosionables por la lluvia. Corresponde a las amplias planicies de las Mesetas, y de los valles del Ebro y del Guadalquivir.
Relieve
Para la Península, el relieve y los materiales geológicos que afloran, son los elementos fundamentales de su estructuración y su gran diversidad.
Estos condicionarán la hidrografía, el clima, la vegetación y las tendencias de asentamiento en cada circunstancia histórica, así como los recursos en suelo agrario, minerales y físico-turísticos.
Esquematicemos sus características básicas:
Toda la Península está cruzada por una sucesión de sistemas montañosos.
Cinco sistemas montañosos, más o menos paralelos oeste-este: Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena y Sistemas Béticos.
En el norte más occidental la Cordillera Cantábrica, que arranca de la confluencia entre el Macizo Galaico y los Montes de León. Mientras que en la zona este los Pirineos y el Prepirineo, ocupan el istmo peninsular con el continente.
La Submeseta septentrional queda delimitada al sur por el Sistema Central.
La Submeseta meridional ocupa hasta Sierra Morena. Atravesada por los Montes de Toledo. Al norte de estos discurre el Valle del Tajo. Mientras que en la zona meridional discurre el Valle del Guadiana.
Al sur de Sierra Morena, la Depresión del Guadalquivir, hasta los Sistemas Béticos. Estos subdivididos en Cordillera Subbética y Cordillera Penibética, que forma la barrera marítima.
De norte a sudeste, un gran conjunto forma el Sistema Ibérico, que, como veremos, habrá sido de gran trascendencia en la articulación geopolítica de España desde la Reconquista.
Entre el Sistema Ibérico y los Pirineos se formó el Valle del Ebro, con un difícil acceso al mar Mediterráneo, a través del punto de reunión entre la parte mediterránea el Sistema Ibérico y la Cordillera Costera Catalana, que da forma a la costa catalana hasta entroncar con los Pirineos orientales.
El conjunto hace que la altitud media de la Península sea elevada, debido principalmente a la existencia de las mesetas que forman una altiplanicie, dividida en dos submesetas. La submeseta norte con altitud entre los 700 y 800 msnm. Y entorno a los 500 – 600 msnm de la submeseta sur.
Aunque la altitud media es elevada, se dan grandes superficies de terreno llano o con poca pendiente, en las Mesetas y en los valles de los grandes ríos fuera de las Mesetas: Ebro y Guadalquivir.
El mapa de pendientes anterior muestra las grandes superficies llanas o de poca pendiente que corresponden a las zonas coloreadas en azul. Más llanas en color azul más intenso.
Hidrografía
El complemento del relieve lo constituyen las Cuencas Hidrográficas. Su representación nos permite conocer la complementariedad del conjunto total de todos los ámbitos territoriales de la Península a partir de la dirección hacia la que vierten sus aguas. De hecho, dibujan el mapa siguiendo la cresta de los grandes sistemas montañosos, que por cada lado vierten a la cuenca que forma el valle con el siguiente sistema, por el que transcurre el cauce fluvial principal.
En unos casos se trata de diversos cauces que confluyen en un río principal a lo largo de su recorrido, y que termina vertiendo sus aguas al mar, lo que forma una gran cuenca fluvial.
La proximidad de los sistemas montañosos a la línea de costa lleva a que cauces de corto recorrido, sin apenas afluentes, vierten directamente al mar, sin llegar a formar una cuenca en sentido amplio. En la mayoría de casos son de régimen pluvial.
La posibilidad de las cuencas endorreicas, que vierta en el interior de un continente, sin salida al mar, no debe considerarse en el caso de la Península.
En nuestro caso, las grandes cuencas las forman los ríos que vierten en el Atlántico: Miño, Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir desembocando en el Atlántico; y en el Mediterráneo: Ebro, Júcar y Segura.
Las pequeñas cuencas litorales se encuentran sobre todo en la Cornisa cantábrica y Galicia; en la penibética; en la franja mediterránea del Sistema Ibérico y en la costa norte de Cataluña.
La Demarcaciones hidrográficas que refleja el mapa anterior corresponde a una síntesis y agrupación de cuencas a efectos administrativo y de planificación de los recursos hídricos.
Clima
Sintetizaré el clima general mediante la distribución de las precipitaciones lluviosas.
Los movimientos atmosféricos generales, predominantemente de sentido oeste-este, en combinación con la estructura orográfica, muestra tres grandes tipos de clima en la Península.
La España húmeda, en Galicia, la Cornisa Cantábrica y los Pirineos; las cumbres y crestas de los Sistemas montañosos. Y una espacial mención a las Sierras de Cádiz y Málaga.
La España seca, afecta sobre todo a las Mesetas, al Valle del Ebro y la zona sur del litoral mediterráneo. En el caso de las mesetas su aislamiento en relación al mar y la altitud le otorga un carácter de clima continental, con inviernos fríos y veranos calurosos y secos.
Por último, la parte más septentrional de la costa mediterránea, en Murcia y Almería, el clima llega a ser semiárido.
La resultante de la combinación de los fenómenos atmosféricos con la orografía y posición de cada territorio se concreta en los climas sobre la superficie terrestre que los habitantes percibimos.
Esta síntesis es la que se visualiza en el mapa siguiente.
Vegetación
La combinación entre características de los suelos, clima, morfología y exposición al Sol en las zonas montañosas, según sea de solana o umbría, son determinantes para la distribución de las especies vegetales y de posibilidades de cultivo y de ganadería.
Tomo como referencia estructural genérica la distribución de la superficie forestal arbolada.
En este caso hace aparecer los sistemas agroforestales, en los que se incluirían las zonas de dehesa, con sus potencialidades turísticas.
Un ejemplo, de estas estructuras territoriales del medio físico nos ayudarán a interpretar un hecho importante en la historia de España, con consecuencias que se extienden hasta sus posibilidades turísticas, como ha sido la trashumancia lanar y el papel de la Mesta.
Ni que decir tiene que estos grandes rasgos se matizan en cada territorio con los microclimas específicos.
Estructuras territoriales históricas
En la relación entre territorio e historia voy a tomar cuatro momentos de referencia que nos pueden ayudar a entender como las estructuras territoriales han influido en la articulación geo-política de la España peninsular actual.
Sistema urbano de la Hispania romana
Es conocido que uno de los aspectos cruciales de la colonización romana fue ser esencialmente urbana, articulando un sistema de ciudades organizador de todo el territorio peninsular.
Este potente sistema urbano, se mantuvo esencialmente durante el período visigodo. A su vez, también se mantuvo en gran medida durante la ocupación musulmana que, como sabemos, también se apoyó esencialmente en la estructura urbana.
A lo largo de los siglos de este periodo, numerosas ciudades se constituyeron en cabeza de reinos de taifas.
Los reinos cristianos y la ocupación territorial en la “reconquista”
Lo trascendente y novedoso desde el punto de vista histórico es que la unidad política territorial de la Península que se mantuvo hasta los primeros años de la ocupación musulmana se fragmentó en el proceso de “reconquista”.
En el primer momento, los árabes ocupan de forma unitaria casi todo el territorio, excepto una pequeña franja del norte peninsular, donde la Cordillera Cantábrica y los Pirineos, en su abrupta y fragmentada estructura orográfica posibilitará la lenta expansión de diversos grupos cristianos supervivientes que, de forma aislada e independiente entre sí, inició con mayor o menor fortuna y lentitud, su expansión hacia el sur.
De esta forma, diversos reinos van avanzando de forma más o menos paralela de norte a sur. En este punto el relieve aparecerá como un condicionante en las posibilidades de expansión. Es decir, el flujo histórico de desplazamientos paralelos en dirección norte-sur mostrará un tipo de disposición de la orografía como barrera.
En la parte occidental de la Península, los sistemas montañosos y los cauces fluviales “horizontales” irán determinando líneas de frontera durante estos siglos.
El Sistema Ibérico actuará de frontera natural en la expansión entre los reinos de uno y otro lado. De forma que, al que acabará siendo el Reino de la Corona de Aragón se le “terminará” el territorio cuando el Sistema Ibérico llega al Mediterráneo.
La expansión particular de cada uno determinará que la línea de contacto “vertical” con el reino vecino se convierta a su vez en frontera que generará conflictos entre ellos.
Los historiadores consideran que, a lo largo de estos siglos, hubo más situaciones conflictivas entre los reinos cristianos y las taifas musulmanas entre sí, que no entre moros y cristianos.
A su vez, los modelos de repoblación que se fueron sucediendo, también dejaron su impronta en forma de territorios paralelos “horizontales” en la zona occidental. Y en “vertical” en la estrecha franja levantina.
Remarcar la presencia del Reino Nazarí de Granada que permanecieron prácticamente estables durante dos siglos, siglos XIV y XV hasta 1492. Por parte castellana se organizo un potente entorno de frontera a su alrededor durante este tiempo. Consolidándose ciudades como Baeza, Úbeda, Jaén o Priego de Córdoba.
La España de las Autonomías
Llego al mapa que para mí tiene un espacial interés, en el que historia y orografía se sintetizan, dando lugar al mapa de la actual España de la Autonomías.
La “verticalidad histórica” de la secuencia de la reconquista, sumado al papel de frontera natural de los sistemas montañosos, han dado como resultado final un mapa en el que el medio geográfico físico muestra su relevancia explicativa.
Retoques durante la secuencia histórica, o con posterioridad, con algunos importantes como la independencia de Portugal, aun cuando se hubiese configurado como unidad dentro del mismo proceso, nos situará en nuestros días.
Constatar y tomar conciencia de este proceso puede ayudar a la comprensión de las particularidades de cada Comunidad, lo mucho que tienen en común, pero también lo mucho en que se diferencian.
A su vez, el substrato geológico complejo y fragmentado, con gran diversidad de materiales y de morfología, y las tendencias climáticas generales, serán matizadas por la morfología, induciendo diferencias en los climas particulares, así como una variada vegetación resultado de la combinación de todos los factores. Este conjunto de diferencias dota de distintos grados de riqueza y de potencialidad económica en recursos geológicos, medio ambientales y paisajísticos a cada comunidad, tanto en relación a las otras, como en su interior.
Así mismo, será interesante notar que no aparece ninguna comunidad homogénea, y cuando esta homogeneidad es mayor, como en las Comunidades de la cornisa cantábrica -Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra- la complejidad de su carácter montañoso lleva implícita en sí misma importantes diferencias internas.
También vale la pena detenerse a comparar los dos mapas anteriores en la relación entre los modelos de áreas repoblamiento y Comunidades Autónomas. O en el papel de encrucijada orográfica, con sus avatares históricos por su control, termina constituyendo una Comunidad uniprovincial como La Rioja.
Estructura territorial de la red de transporte
Ciudades y comunicaciones de la Hispania romana
Antes hacia referencia al papel del sistema de ciudades romanas en la Península. Pero, como es bien conocido, un sistema de ciudades tiene su complemento en la red de transportes que las une, articulando el territorio en su conjunto. Reproduzco nuevamente el mapa.
Los romanos estructuraron la red a partir de un centro que es Tarraco (Tarragona), desde donde enlaza con Roma.
Muestra las facilidades que ofrecen las cuencas fluviales, y las dificultades que opone el Sistema Ibérico, que deja importantes vacíos en el territorio que se mantendrán a lo largo del tiempo por las mismas causas de las dificultades que opone el medio.
Red de autopistas y autovías
Al cambiar la centralidad, y otorgársela a Madrid, se producen los consiguientes cambios.
Tomando la red de autopistas como referencia podemos apreciar que la estructura romana, adaptada a las condiciones del relieve, se mantiene.
Sobre ella se sobrepone una estructura radial con centro en la capital del Estado.
Si nos atrevemos a considerar que las autopistas de peaje son indicador de mayor flujo de transporte, como medio de amortizar su construcción privada, a excepción de las de Madrid (con sus problemas), el resto discurren sobre las partes más dinámicas del trazado romano.
Distribución territorial de la población
Un resumen final de las estructuras territoriales lo podemos sintetizar en la forma de distribución de la población sobre la España peninsular y en las dinámicas de crecimiento/regresión de la ocupación del territorio.
Un tema candente, el de la despoblación de amplias zonas rurales, queda reflejado en amplias zonas de variación negativa de densidad de población que se representan por los municipios coloreados en azul-verde, especialmente intensos en la mitad norte y en el cuadrante noroeste, con especial incidencia en Galicia.
Patrimonio cultural en el territorio
En nuestros intereses turísticos y viajeros los mapas también nos muestran ciertas formas de estructuras territoriales.
Para cada aspecto, la importancia del territorio y/o de la historia será diferente.
La superposición de los mapas que siguen, pondría en evidencia lo que los turistas y viajeros sabemos y apreciamos: Que cualquier lugar de la Península pone a nuestra disposición una inmensa riqueza paisajística e histórica.
También observamos algo que no he citada hasta ahora, y es el papel histórico de la Cuenca Mediterránea que, sobre todo en las primeras etapas prehistóricas e históricas, incidirá sobre el litoral Mediterráneo y la costa atlántica del sur.
Los mares siempre fueron la gran autopista de la historia. Los intercambios comerciales y culturales tuvieron al mar como destacado protagonista. La estructura costera será otra de las grandes estructuras territoriales a considerar. Y más cuando se ha dado valor a los ámbitos territoriales propicios para practicar un turismo de playa.
La secuencia de los siguientes mapas debe considerarse solamente como una aportación informativa complementaria. No considero que sea el momento ni el lugar para tender a ello.
Conjuntos territoriales de paisaje
Aquí se refleja la síntesis del medio geográfico. Se pone de manifiesto la diversidad en el conjunto peninsular.
Zonas arqueológicas, paleontológicas y arte rupestre
Monumentos y castillos
Conjuntos históricos
Patrimonio de la humanidad
Solo destacar el papel del Camino de Santiago como articulador del primer periodo de avance cristiano norte sur. En ese periodo, el valle del Duero actuó como tierra de nadie y frontera.
Bases de información
Webs
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ofrece en Internet dos fuentes documentales complementarias:
España en mapas. Una síntesis geográfica
Publicación de 620 páginas, organizada temáticamente por capítulos, con profusión de mapas y extenso texto explicativo de cada temática.
El mismo contenido de la publicación anterior, pero bajo otro formato de presentación. Su interés reside en que los mapas pueden descargarse en formato JPG.
Publicación conjunta de los periódicos Cinco Días y El País que, como su nombre indica, pueden descargarse e imprimirse gratuitamente.
Una primera parte presenta mapas de España organizados temáticamente. Un segundo bloque organizado por Autonomías presenta mapas de la Autonomía y de las provincias que la forman.