La zona de Toledo fue uno de los lugares de expansión de la arquitectura mudéjar. En la localidad de Guadamur podemos admirar el ejemplo de la Ermita mudéjar de Nuestra Señora de la Natividad.
Ermita mudéjar de Nuestra Señora de la Natividad de Guadamur (Toledo)
Ermita mudéjar de Nuestra Señora de la Natividad de Guadamur. Toledo
Dirección: c. Natividad. 24. Localidad: Guadamur. Comarca: Montes de Toledo. Provincia: Toledo. Com. Autónoma: Castilla-La Mancha
Coordenadas: 39°48’34.5″N 4°08’44.6″W. Altitud: 620 msnm. Población: 1.806 habitantes (2021)
Visita: 2021
Ermita mudéjar de Nuestra Señora de la Natividad de Guadamur. Toledo
Complementando el post sobre el castillo de Guadamur me parece de interés presentar otra joya en la misma localidad.
Subiendo por la calle Natividad, bordeando la “muralla del siglo XXI” del Castillo por el lado sudoeste, se llega al cerro ligeramente superior a la posición del Castillo en su lado sur, donde se alza la ermita de Nuestra Señora de la Natividad.
Una buena fuente de información está contenida en el blog guadamurayeryhoy que publica Pedro A. Alonso Revenga desde 2009.
Noticia histórica
La Ermita es un edificio de estilo mudéjar del siglo XIV o XV, derivado del románico rural. Considerado la edificación más antigua de la localidad.
No se encuentran demasiados datos históricos sobre la Ermita.
El templo
La ermita de Nuestra Señora de la Natividad se sitúa sobre un cerro en la parte más elevada del caserío de Guadamur, incluso por encima del castillo de Guadamur que se ubica a su norte, justo al lado.
Hasta la expansión urbana de los últimos años era una edificación aislada, mientras que ahora se encuentra integrada en el núcleo urbano.
El edificio ha sufrido importantes rehabilitaciones a lo largo de los siglos, la última en 1976. La parte más original corresponde al ábside.
El templo es de una sola nave, con arco toral, presbiterio y ábside semicircular.
Desconozco la función de la nave lateral adosada en el lado del evangelio (quizás sacristía), sin ventanas y con un gran portalón en una puerta de arco deprimido. Se comunica en el interior con el templo.
La fachada de aparejo toledano culmina con una espadaña escalonada para una campana.
Una portada de entrada queda protegida por un porche que se sostiene sobre pilastras octogonales y basa también octogonal, con capiteles y un tejado a tres aguas.
Por encima del porche una ventana de arco de herradura apuntado que ilumina el templo por poniente.
En las proximidades, un fuste de piedra sostiene una cruz de hierro.
Los dos capiteles del porche presentan figuras antropomorfas y símbolos muy simples y primitivas.
El dintel de la portada es de madera labrada con los símbolos de una cruz y de una margarita alternados.
Se ve claramente el aparejo emplectón usado en la construcción de la Ermita. Este tipo de aparejo de origen griego, hecho por piedras irregulares, con unas fajas transversales bien niveladas intercaladas para consolidarlo, en este caso de dos hiladas de ladrillos a tizón (parte estrecha visible y la larga en el interior del muro).
Este tipo de aparejo fue usado posteriormente por los romanos que, a través del imperio bizantino llegó por los visigodos, para ser posteriormente desarrollado por los árabes y aplicado en las construcciones mudéjares.
En la fotografía se aprecia la proximidad y la mayor elevación de la ermita sobre el nivel del castillo de Guadamur.
En el muro del lado de la epístola se abren dos ventanas gemelas de herradura apuntada de ladrillo.
La cabecera del templo se considera como la parte más original de la edificación, es de ábside semicircular con presbiterio y con cubierta de tejas.
El toral sobresale en un muro escalonado similar al de la espadaña de la portada, con una cruz de hierro forjado, sin campana.
Lo más destacable en la única ventana situada en la parte central el ábside.
Por el interior es una ventana de aspillera, mientras que, por el exterior, la obertura de la aspillera está rodeada por dos arcos ciegos, todo en ladrillo. El arco ciego interior es un arco de herradura apuntado, el exterior de arco de herradura.
Enmarcados por un alfiz que rodea los arcos.
En la mampostería del ábside se introducen elementos de decoración mudéjar, introduciendo puntos de color decorativos en la argamasa, en ocasiones con fragmentos cerámicos.
Dos oberturas en la puerta de entrada permiten observar el interior del templo.
El arco toral original era semicircular, pero en la reforma de 1976 le dieron la forma de herradura que presenta actualmente.
El techo de la nave presenta un artesonado mudéjar a dos aguas. En ninguna parte le he encontrado citado, y me permito suponer que será una recreación moderna.
En el lado de la epístola se abren las dos ventanas de arco de herradura apuntado que hemos visto por el exterior y que, junto a la que se sitúa sobre el porche de la entrada, son las únicas que proporcionan luz al interior del templo.
La cúpula del ábside tiene forma de horno construido con ladrillo. La fotografía del Blog de Pedro A. Alonso permite apreciar la forma constructiva.
En el presbiterio se encuentra un icono de Santa Ana con la Virgen Niña y una cruz y diez lámparas votivas visigodas colgando de la cúpula.
Tanto el icono que preside el templo, como las joyas visigodas, tienen su particular historia.
El icono de Santa Ana con la Virgen Niña que vemos fue pintado por Manuel Sánchez Sánchez en 1976, insertando los fragmentos que algunos vecinos conservaban del que existía desde principios del siglo XIX y que fue destruido durante la guerra de 1936-1939.
Las dos fotografías siguientes muestran la disposición de los fragmentos originales en el icono, junto al resultado final.
Aprovechando que en Guadamur se encontró el denominado tesoro visigodo de Guarrazar, se han colocado sobre el altar reproducciones de una cruz y de coronas votivas del tesoro, tal como se las situaban en las iglesias visigodas.
Para evitar tentaciones de robo, las reproducciones se han realizado en latón y piedras de bisutería, cuando las originales lo eran en oro y piedras preciosas. La reproducción de las diez coronas que se han situado en la ermita las realizo el artesano local Manuel García Velasco “Canito” sobre dibujos y asesoramiento de Pedro Alonso.
Las fotografías siguientes muestran originales del tesoro similares a los colocados en la Ermita. Tener en cuenta que el tesoro de Guarrazar se halla en museos de España y Francia.
En resumen, un templo simple, pero con una interesante carga histórica representativa del momento en que en la Peninsular se producían movimientos poblacionales en los que se iban mezclando las culturas presentes en el territorio y que, en este caso, dio origen al mestizaje de la cultura musulmana con la cristiana en el estilo denominado mudéjar, exclusivo de la España peninsular en la historia del arte.
Cabe tener en cuenta, y valorar, que el arte mudéjar, en las obras que se encuentran dentro de la Comunidad de Aragón, está reconocido como Patrimonio Mundial desde 1986.
Aun cuando la ermita de Nuestra Señora de la Natividad no se halla comprendida en dicho Catálogo, no deja de formar parte de este tipo de estilo arquitectónico reconocido por su valor histórico y artístico para la Humanidad.
Por estas circunstancias, me parece razonable considerarla una joya en el territorio, y recomendar su visita, que se combina perfectamente con la del castillo de Guadamur.
