Las Hurdes (Cáceres) es una comarca que en pocos años ha sufrido una profunda transformación y que ahora se ofrece como un territorio lleno de interés para un turismo tranquilo, en una combinación entre el medio geográfico y el cultural muy particular.
Las Hurdes
Las Hurdes. Cáceres
Mancomunidad Comarca de Las Hurdes: 6 cabezas de municipio: Pinofranqueado, Casar de Palomero, Caminomorisco, Nuñomoral, Casares de Las Hurdes y Ladrillar y 37 alquerías. Provincia: Cáceres. Com. Autónoma: Extremadura
Superficie: 508 km2. Altitu máxima: El Mingorro, 1.627msnm. Población: 6.108 habitantes (2017). Núcleo con máximo de población: Pinofranqueado: 1.244 habitantes.
Web: mancomunidadhurdes
Estancia: 2016
Índice
Las Hurdes. Cáceres
Nos dirigiremos a la comarca de Las Hurdes (Cáceres) y elegiremos como hospedaje la Aldea La Cabachuela, un conjunto de alojamientos rurales en el pueblo de Casares de las Hurdes.
Para la gente de mi generación había en España unos territorios casi míticos que formaron parte de nuestra educación sentimental. Unas lecturas de viajes inconformistas se adentraban en la España pobre y abandonada –campos de Nijar, tierra de olivos, los Monegros-, y una sobresalía entre todas: Las Hurdes, tierra sin pan, gracias al mítico -y prohibido- documental de Luis Buñuel y el libro Caminando por Las Hurdes de Antonio Ferrés y Armando López Salinas.
Por fin, en el año 2016 tuve la ocasión de ir a este territorio, Las Hurdes, con una mezcla de sentimientos, entre el recuerdo de lo que había sido y la nueva realidad que debía haberse convertido al integrarse en los circuitos turísticos del siglo XXI. Como sería ahora este territorio era la incógnita.
La primera constatación es ver cómo pueden cambiar las condiciones de un territorio si hay voluntad para hacerlo. La segunda, como la apertura de vías de comunicación pueden incidir sobre las condiciones de vida. La tercera, el papel que puede jugar el turismo en este proceso en la actualidad, como parte del cambio en la base económica agraria de subsistencia ancestral. Turismo de visitantes foráneos, así como turismo estacional de antiguos residentes emigrados que regresan año tras año a los orígenes.
No estoy aquí para hacer un tratado de desarrollo local y territorial, ni para analizar el papel que pueden haber tenido las políticas regionales de la Unión Europea, ni el acierto, o no, de las políticas aplicadas. Pero considero que era necesario hacer una mención a estos hechos para hacerse preguntas, y obtener algunas respuestas, de la visita turística de un territorio como este.
Las Hurdes es un territorio conocido por su marginalidad desde hace siglos. Veas la obra de Lope de Vega, «Las Batuecas del duque de Alba», escrita aproximadamente en 1600. Pero la tesis doctoral del geógrafo francés Maurice Legendre Molde: Las Hurdes: estudio de geografía humana de 1927, y dos filmaciones del primer tercio del siglo XX que dejaron una constancia visual impactante: «Las Hurdes. El viaje de S. M. el Rey D. Alfonso XIII «viaje realizar en 1922, y el famoso documental de Luis Buñuel:»Las Hurdes. Tierra sin pan «de 1933, mostraban la marginalidad de estas tierras. Una reflexión lateral me viene a la mente: ¿Cuál es el grado de responsabilidad que en situaciones como ésta han tenido los señores feudales, dueños de hombres y de haciendas, de sus territorios, en este caso los Duques de Alba?
El inicio de la acción transformadora de Las Hurdes hay que situarlo en 1922, al crearse el Real Patronato de Las Hurdes, después del primer viaje del rey Alfonso XIII.
Las Hurdes que encontramos ahora no tienen, afortunadamente, nada que ver con ese pasado no tan lejano. De aquella miseria y pobreza quedan pocos vestigios, sólo algunas reliquias de arquitectura popular en desuso residencial. Las viviendas son ahora construcciones sin personalidad ni modelo, como en tanta arquitectura hecha estos años por todas partes. Los caminos de burro han sido sustituidos por carreteras bien acondicionadas. La base económica es el turismo, junto a la construcción, actividades artesanales, algo de comercio y la función pública. El territorio desolado que se ve en las imágenes de los documentales está ocupar en gran parte por la repoblación forestal en base al pino rodeno o negral (Pinus pinaster Aiton) efectuada a partir de 1941.
Dado que la característica principal era su aislamiento, no encontraremos ni construcciones religiosas ni civiles relevantes que formen parte de su patrimonio histórico, en general éstas son construcciones modernas. Este es un hecho que llama la atención. Estamos acostumbrados a una España donde la iglesia, el castillo, los palacios y el ayuntamiento muestran su poder territorial hasta el último rincón. Aquí no.
Lo que queda es, sobre todo, su belleza natural (humanizada por el pino reforestado) de sus valles y montañas y de sus cursos fluviales. Esta parte del Sistema Central es claramente diferente de los sistemas montañosos cantábricos o pirenaicos. Es un terreno sin prácticamente un palmo de suelo llano (obsérvese el mapa anterior sin ninguna pequeña planicie), con fuertes pendiente en valles cerrados y profundas.
Este conjunto montañoso está situado en el extremo occidental del Sistema Central, y es la comarca más septentrional de Extremadura, en la frontera con la provincia de Salamanca.
Formado por cuarcitas y esquistos y sin casi suelo agrícola, lo que es muy importante para comprender la pobreza, con ausencia de agricultura, y que sólo ha permitido cultivar olivos y algunos árboles frutales, ganadería caprina y apicultura, y un poco de horticultura de subsistencia en terrazas artificiales al borde de los torrentes. Así, la miel, el polen, las cerezas y el aceite conforman los productos típicos.
Todo el territorio es un sistema montañoso con altitudes entre los 400 y los 1.600 metros y pendientes pronunciadas, con una pendiente media del 25%. Está ocupado por la Sierra de las Mestas, La Corredera, Cordón y El Retamar que han sido erosionadas por los ríos Hurdano, Esparabán, de Los Ángeles, Malvellido y Ladrillar, todos ellos afluentes del río Alagón. La impresión es que no hay ningún lugar llano en que quepa ni un campo de fútbol.
Desde un punto de vista físico territorial, una línea imaginaria de N.-E. a S.-O. divide la comarca en dos zonas con unas características diferenciadas: Hurdes Altas y Hurdes Bajas. En la primera estarían comprendidos los ayuntamientos de Muñomoral, Ladrillar, Casares de Hurdes y parte de Pinofranqueado. Las enormes pendientes hacen que los suelos sean pobres y escasos, encontrándose generalmente al descubierto la pizarra, que aquí constituye la roca madre.
Por lo que respecta a Las Hurdes Bajas, formada por los ayuntamientos de Caminomorisco, Pinofranqueado (excepto sus límites noroccidentales) y Casar del Palomero, la situación es diferente. Aquí no existen los rasgos característicos de la otra zona. La mayor densidad de población, la mayor abundancia de suelo productivo y la disminución del aislamiento, por el paso de la carretera que une Salamanca y Coria, hacen que encontremos características similares a las de otras regiones o comarcas cacereñas.
Habitado desde época neolítica, la edad del bronce y del hierro han dejado su huella en petroglifos (grabados sobre piedra). También pasaron romanos, parece que para aprovecharse de sus recursos minerales y, en cambio, fue dejada de lado por los musulmanes dado su aislamiento. La repoblación cristiana fue encomendada a la Orden de Santiago.
Primero estuvo adscrita a Salamanca, dependiendo de La Alberca, formando parte de los dominios del Ducado de Alba. A partir de 1833 pasó a formar parte de Extremadura.
El aislamiento y atraso secular permitieron que sobre este territorio extendiera una leyenda negra.
Arquitectura tradicional
Su arquitectura popular, en el sentido más estricto, está formada por construcciones hechas por los pobladores con los materiales del lugar: piedra pizarra, lanchas para los tejados y madera, y adaptada a las condiciones de vida y clima.
El prototipo de casa hurdana sería el de casa de una sola planta sobre un suelo de roca dura. Con una sola habitación, o dos en las más evolucionadas, para separar los animales de las personas: la habitación de entrada para los animales y la interior más oscura para todos los menesteres de la familia (cocinar, comer, dormir, y sin muebles). Muros de piedra seca, sin argamasa ni mortero, que basan su resistencia en su grosor, sin cimientos. Una puerta, con dintel de una sola piedra o tronco de encina, pequeñas oberturas por ventanas cuando las hay (los vanos tienen que ser pequeños por la poca consistencia de los muros) y techos de lajas de pizarra sin chimenea, para retener todo el calor en el interior de los habitáculos, aunque el aire se cuela por los muros. Adaptadas a las fuertes pendientes del terreno, con calles estrechas y empinadas para el paso solo de personas y animales, no de carruajes.
Sin ningún estilo arquitectónico específico, las casas parecen como “cuevas” absolutamente funcionales superpuestas al territorio. Las han comparado con tortugas. Hay quien la denomina “arquitectura negra” por el color de la cuarcita desnuda de los muros exteriores, aunque no toda la pizarra es negra, sino también rojiza en muchos casos. La construcción con piedra seca se reproduce en puentes, bancales y paredones para “crear” suelo cultivable.
El territorio ofrece una multitud de miradores para contemplar los paisajes de Las Hurdes. Este se presenta como uno de los atractivos más interesantes para el visitante.
En la actualidad, hay unas veinticinco “piscinas naturales” en base a la construcción de azudes, aprovechando la gran diversidad de ríos y arroyos. Además, las pozas en los cauces también pueden ser aprovechadas para el baño.
Un consejo práctico. Todas las guías recomiendan ir bien provistos de combustible para el coche por la escasez de gasolineras.
Pueblos y lugares de interés visitados
La comarca de Las Hurdes ofrece múltiples posibilidades de rutas a pie, en bicicleta y en coche. El acceso a todas las localizaciones fue en coche, excepto una ruta senderista hasta el Chorro de la Miacera.
El orden de presentación de los lugares visitados está adaptado a la secuencia de las salidas planteadas en el Post: Aldea La Cabachuela. Alojamienros rurales
Casares de las Hurdes (A)
El primero visitado es el pueblo de Casares de las Hurdes, que vemos por encima de la alquería de Heras, a la derecha de la fotografía siguiente.
Situado a una altitud de unos 700 msnm, el pueblo tenía 140 habitantes en 2017 y un total de 405 en todo el municipio, con las 5 alquerías que lo complementan.
Uno de los elementos arquitectónicos singulares del pueblo es la espadaña con dos campanas, aislada e independiente de ningún edificio religioso. Una escalera abierta da acceso al campanario. Al margen del uso religioso que se le pudiese dar, tenía un uso civil para la llamada a los vecinos. Por la forma me recuerda el acceso directo que presentan muchas iglesias de León, pero en aquellos casos la torre siempre estaba acoplada a una iglesia, con el acceso externo para el uso civil. Por la función, recuerda a las torres de las horas dispersas por Cataluña.
Una parte del pueblo conserva las construcciones tradicionales en el Barrio de El Arroyo. Algunas de estas casas han sido modernizadas, ampliando las aberturas o incorporando balcones y chimeneas.
Como en otros pueblos de la comarca, el edificio del Ayuntamiento es una construcción moderna de un estilo que, en mi impresión, no tiene nada que ver con la tradición de la zona.
El Gasco (B)
Alquería El Gasco. Ayuntamiento de Nuñomoral. Altitud: 710 msnm. Población 121 habitantes (2.017)
Como en muchos otros pueblos de los numerosos valles cerrados que forman Las Hurdes, El Gasco es final de trayecto.
Conserva uno de los núcleos de arquitectura popular más amplios. De hecho, se localizó el Centro de Interpretación de la Casa hurdana, cerrado en el momento de nuestra estancia.
La construcción de la parte «moderna» del pueblo no tiene ningún valor.
Como se puede apreciar en la fotografía, algunas casas todavía están habitadas. Otras sirven de establo para cabras, y un gran número están deshabitadas.
Queda clara la estructura de estos pueblos, adaptada a la pendiente de la montaña, con calles estrechas sólo practicables para personas y ganado y casas adaptadas, con más o menos dificultades, a las curvas de nivel del terreno.
Los materiales pétreos pueden ser obtenidos del mismo terreno al excavar para conseguir una superficie plana como base de la vivienda-establo.
Chorro de la Miacera (C)
A una media hora a pie de El Gasco se encuentra el Chorro de la Miacera o de la Meancera. Es el salto de agua más alto de Las Hurdes, de unos 100 m de desnivel.
El recorrido está perfectamente acondicionado para transitarlo.
El primer tramo es llano, siguiendo la orilla del río Maldevilla. Podremos observar los pequeños huertos sobre el meandro del río.
Pasaremos al lado de una de las clásicas piscinas naturales que abundan en Las Hurdes. Una esclusa retiene el agua que formará la piscina. Los laterales los han condicionado para que resulten unas piscinas de forma más o menos irregular, adaptadas al terreno, para dar comodidad a la entrada al baño. El agua es fresquita, según comentaban unos bañistas.
Pizarra y encinas nos acompañan durante todo el recorrido.
En septiembre, el chorro es un hilo de agua, pero el entorno que forma es majestuoso.
En el regreso, la vista sobre esta parte de Las Hurdes muestra toda su belleza.
La más atrevida del grupo aprovechó un pequeño pozo para comprobar que el agua era realmente fresca.
El final del trayecto nos lleva de regreso a El Gasco.
Mirador de las Estrellas (D) y Mirador de la Carrasca (E)
Uno de los alicientes en los recorridos es toparse con uno de los numerosos miradores.
Encima de Casares de las Hurdes un primer mirador, el Mirador de Las Estrellas. De día nos ofrece una panorámica de Casares y del valle del río huertano.
El nombre le viene porque de noche, con un entorno con escasa contaminación lumínica, la panorámica estelar es perfecta.
Unos kilómetros más adelante, un segundo mirador circular, el Mirador de la Carrasca nos permitirá ver en dirección suroeste el mismo valle del río Hurdano, con los pueblos de Carabusino y Rubledo en la parte alta, y Casares de la Hurdes más al fondo. Estamos a unos 1.200 m de altitud.
Girando la vista en dirección opuesta, noreste, tenemos delante el valle del río Ladrillar. Al otro lado estaríamos en territorio de Salamanca.
A la vista, encajado, aparece la alquería de Riomalo de Arriba.
En esta zona se percibe claramente la acción reforestadora de pinares.
Riomalo de Arriba (F) y Ladrillar (G)
Con 10 habitantes en 2017 y a 800 msnm, Riomalo de Arriba es la alquería en las Hurdes más profunda del municipio del Ladrillar (209 habitantes en todo el municipio). La municipalidad en Ladrillar acogía 109 habitantes, a 700 msnm.
Riomalo de Arriba, junto con Casares de Las Hurdes, formaban parte históricamente de Las Hurdes más profundas.
En el primer viaje de Alfonso XIII, en 1922, para llegar a estos pueblos no había carreteras ni caminos carreteros, sólo unos malos caminos de herradura. Ha quedado perfectamente reflejado en el documental de este viaje.
Riomalo de Arriba se muestra como uno de los pueblos con menor desarrollo urbanístico «moderno», con su escasa población. En un intento de dinamizarlo si ha creado el Centro de Interpretación e Información de Las Hurdes. Como es la norma, la limitación de horarios hace difícil visitarlo. No tuvimos suerte en ningún caso.
La capitalidad municipal se encuentra en Ladrillar, unos kilómetros más abajo, con un desarrollo urbano más notable.
Meandro de Melero (H)
La joya paisajística de la comarca es el Meandro de Melero en el río Alagón. De hecho, el río hace frontera con la provincia de Salamanca. Pero la imagen perfecta es la que se capta desde el Mirador de La Antigua, en tierras hurdetanas, cerca de Riomalo de Abajo, cómodamente accesible en coche.
Quizá la escasez de agua lo hace más atractivo.
Estamos en territorio de buitres leonados.
Asegur (I)
Cerca de Casares de Las Hurdes, aunque pertenezca al municipio de Nuñomoral, en la alquería de Asegur puede observarse un conjunto de casas hurdanas que, a pesar del mal estado de conservación, permiten ver el paisaje que formaban estos conjuntos arrapados al suelo como tortugas.
Se aprecia claramente la típica ausencia de chimeneas. El olivar es aquí dominante, asentado en los bancales.
Lagar de Erías (J)
Nos dirigiremos a la alquería de Erías (65 habitantes en el 2017, 720 msnm) perteneciente al municipio de Pinofranqueado, para visitar el Lagar de Erías.
El Lagar de Erías es uno de los lagares (almazaras) existentes en las Hurdes, que actualmente mantiene la forma tradicional de obtener el aceite, tanto la recogida y acopio de la aceituna en los cortijos, como la forma de molienda y prensado de la misma. Todavía en uso.
El lagar cuenta con un conjunto de 25 cortijos, ocupando la zona previa de entrada, algunos adosados a la fachada y otros en su entorno. Los cortijos son un conjunto de habitáculos de mampostería de pizarra, dónde se deposita la aceituna recogida de cada propietario para su posterior molienda.
Situado junto al río Esperabán, también se construyó una de las típicas piscinas naturales.
Convento de los Ángeles (K)
En el extremo sur-occidental de las Hurdes se encuentran los restos del Convento de los Ángeles. Corresponde a un convento franciscano del siglo XIII. Sólo se aprecia la base de los muros del convento. Lo que queda claro es que se trataba de una zona de retiro perfectamente aislada.
La zona, donde las pizarras salen como lanzas, es territorio de alcornoques.
Pinofranqueado (L)
Pinofranqueado es el municipio más poblado de Las Hurdes, con 1.785 habitantes (2017), y la municipalidad es también la más numerosa, con 1.244 habitantes. El resto se reparte en 10 alquerías.
En la configuración del territorio en el entorno de los pueblos que siguen la carretera que une Salamanca con Coria, encontramos un paisaje más suave, que se corresponde con Las Hurdes bajas. Mientras que la franja noreste a suroeste tiene las características geográficas de Las Hurdes altas.
El hecho de ser históricamente la única vía de acceso directo hacia el exterior, posibilitó que las Hurdes bajas estuvieran más abiertas al exterior por medio de esta vía, y que pasa por Pinofranqueado.
Por la zona hay varios petroglifos, que nosotros no visitamos.
En Pinofranqueado se encuentra el Centro de Documentación de Las Hurdes.
Una buena comida de cocina hurdana en el restaurante del Hotel El Puente, con vistas sobre la piscina natural, sirvió para redondear la inmersión hurdana.
Reflexiones finales
Comarca históricamente maldita, Las Hurdes ha sufrido una transformación en los últimos años y se ha incorporado a la sociedad del siglo XXI, asimilándose a las otras comarcas extremeñas.
Las carencias del territorio para la actividad agraria, que había marcado su pobreza, han pasado a un segundo plano por la pérdida de población que ha tenido lugar en el mundo rural en general, y por la incorporación de actividades como las vinculadas al turismo, en el que este territorio dispone de atractivos importantes.
El más destacado corresponde a la naturaleza y el paisaje. Desde la perspectiva cultural, la arquitectura popular es su punto fuerte.
Una impresión sobre el papel futuro de la arquitectura popular es que, si no se adopta una actitud activa para su preservación, en pocos años puede desaparecer. Las dificultades para dar a estas construcciones un uso específico sin que las desvirtúe, se hace evidente al observar su estado actual. Preservarlo, debe ser entendido por los poderes públicos como una inversión.
Pienso que, al igual que se invierten recursos para mantener, por ejemplo, ruinas de castillos, monasterios o poblados íberos o romanos, sin un uso útil actual, más allá del valor histórico, lo mismo debería hacerse con los núcleos más interesantes de arquitectura hurdana.
En los yacimientos de los poblados íberos o romanos, se hacen esfuerzos para reproducir las edificaciones, cuando sólo han llegado hasta nosotros los cimientos. En el caso de Las Hurdes, que se dispone de los habitáculos todavía en pie y auténticos, no dejemos que se arruinen para, dentro de unos años, lamentar su pérdida y se pretenda entonces reproducirlos.
En otras palabras, tratémoslos cómo un bien cultural que hay que preservar antes de que se derrumbe o desaparezca.
Por último, señalar el papel inductor de la construcción de carreteras modernas para la transformación territorial de Las Hurdes, rompiendo su aislamiento secular.
Bases de información
Libro
Maurice Legendre. Las Hurdes. Estudio de geografía humana. Editora Regional de Extremadura, Serie Rescate, nº 29. Mérida. 2006. 746 págs.
Webs academic
Las Hurdes. Informe a iniciativa propia del Consejo Económico y Social de Extremadura
Las Hurdes, el país de la leyenda, Mercedes Granjel
Las Hurdes: Apuntes para un análisis antropológico, Enrique Luque Baena
Historia y antropología de la comarca de las Hurdes, Maurizio Catani
Consideraciones en torno a la vivienda tradicional de Las Hurdes (I). Félix Barroso Gutiérrez (a)
Consideraciones en torno a la vivienda tradicional de Las Hurdes (I). Félix Barroso Gutiérrez (b)
La casa típica en la comarca de Las Hurdes. Domínguez Moreno, José María
La lectura del “Paisaje Cultural”, estrategia didáctica en la enseñanza de las Ciencias Sociales: El ejemplo de Las Hurdes, Extremadura. Ana María Hernández Carretero, Ana Nieto Masot, Fernando Pulido Díaz
«Las Batuecas del duque de Alba» de Lope de Vega. José Manuel Rozas
Real Patronato de las Hurdes (1922-1931): Una institución de beneficencia al servicio de las Hurdes. José Pedro Domínguez Domínguez
Influencia de los pinares de Las Hurdes (Cáceres) en la situación actual de la comarca. Juan Miguel Bermejo Pinar y José Luis del Pozo Barrón
Enlace con el Post: Aldea La Cabachuela, Alojamientos rurales. Las Hurdes
Buenas tardes ,
No dudo que sea unas de las mejores comarcas de la provincia de Cáceres .
Os invito a visitar el maravilloso Valle del Ambroz al norte de Cáceres.
Un saludo