La conversión de un molino en el Museo de los Molinos de Mazonovo (Taramundi, Asturias) es la ocasión para poder conocer la historia de los molinos manuales e hidráulicos y poder interactuar con ellos.

Museo de los Molinos de Mazonovo (Asturias)

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias (Google earth 2024-08-29)
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias (Google earth 2024-08-29)

Lugar. Mazonovo s/n. Concejo: Taramundi.  Provincia: Asturias. Com. Autónoma: Principado de Asturias
Coordenadas: 43°21’24.8″N 7°06’23.3″O. Altitud: 190 msnm.
Web: mazonovo
Visita: 2024

Mapa de situación del Museo de los molinos de Mazonovo (Google maps 2024-08-29)

Índice

Museo de los Molinos de Mazonovo. Taramundi. Asturias

En la localidad de Taramundi, en el límite occidental de Asturias se haza desde 1900 el Museo de los Molinos de Mazonovo. Este museo está dedicado a la historia de los molinos de sangre e hidráulicos para la molturación de grano, Con la presentación de 19 molinos históricos y los correspondientes sistemas de accionamiento.

El Museo se ha estructurado a partir de la instalación molinera que se inició en 1899 y que estuvo en funcionamiento hasta 1978.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

De molino a museo

Cuando Manuel López-Cancelos López regresa de Argentina a finales del siglo XIX, adonde había emigrado, conocedor de los molinos hidráulicos de molienda pues su padre había tenido uno, decide invertir sus ahorros en un molino de maquila, eligiendo el margen izquierdo del río Cabreira en Taramundi como lugar estratégico.

Con este propósito, en 1899 compra los terrenos junto al río y construye un edificio (Edificio 2) con dos molinos de piedra para la producción de harina de trigo, cebada y centeno.

El molino tiene éxito, lo que le lleva a ampliarlo con otro par de piedra en 1921. Poco después. En 1929, incorpora una dinamo movida por un rodezno, que servirá para su consumo eléctrico y para electrificar los pueblos vecinos de Taramundi, Vega de Llan y Nogueira.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Pasada la Guerra del 36-39 se amplían las instalaciones con un nuevo edificio en el margen derecho del río (Edificio 3). Para llevar el agua será necesaria la construcción de un acueducto.

Una pasarela sobre el acueducto sirve de paso peatonal entre los dos márgenes del río lo que permite acceder a todas las instalaciones de ambos lados.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

A este edificio se traslada toda la actividad. En él se instala una turbina Francis que será la que a mediante un embarrado moverá tres pares de piedras y una nueva central eléctrica. El edificio primitivo se destinará durante unos años a aserradero, y después será abandonado.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Entre 1944 y 1955 se produjeron importantes periodos de sequía, lo que llevó a Nemesio López-Cancelos, hijo del fundador, a adquirir una máquina de vapor (La Locomóvil) para resolver el problema del agua. Con la máquina movía tres pares de piedras y el generador eléctrico que suministraba luz a Taramundi y alrededores.

En los años 60, una nueva sequía llevó a la instalación de un motor diésel para mover las instalaciones, y que podremos ver en la visita.

Los molinos se mantuvieron en explotación hasta principios de los años 90 y la central suministró energía al núcleo de Taramundi y pueblos de alrededores hasta el año 1978.

La tercera generación decidió transformar el edificio en museo en 1998. Desde ese momento, en sucesivas fases, se han acondicionado todos los edificios, además de réplicas de diversos modelos de molinos y la recuperación de sus cimientos del primitivo molino de su abuelo (Edificio 2). Se ha remodelado canal de abastecimiento de agua, los miradores y el refuerzo de la toma de agua que ocasionaba serios trastornos en las crecidas del río.

El resultado es un museo de la historia de los molinos de grano movidos por energía animal e hidráulica, desde el Paleolítico Superior (40.000-10.000 a.C.).

Una explicación más amplia de la historia del Museo y de este tipo de molinos puede leerse en la Guía de mano que el Museo ha editado.

Un valor añadido de gran importancia de este museo es la interactividad que puede establecerse con todos los molinos, desde la moltura de pequeñas cantidades de grano que están a disposición del visitante en los molinos manuales, hasta la obertura de compuertas para accionar los rodeznos de molinos hidráulicos.

Para no repetirme dentro del Blog, para una descripción más detallada del funcionamiento de estos molinos harineros remito a lo explicado en los Posts: Molino hidráulico harinero El Blanco y Molinos de viento en La Mancha.

La visita al Museo

La visita al Museo de Molinos de Mazonovo transcurre por los edificios que formaron el complejo del molino y por el sistema hidráulico exterior que alimentaba los molinos desde la esclusa.

En el recorrido exterior se han ubicado reproducciones de diversos tipos de molinos y máquinas que completan la presentación histórica.

Un valor importante de este museo para los visitantes son las numerosas oportunidades que se le ofrecen para poder actuar sobre los distintos molinos, incluso la de poder ejecutar pequeñas molturaciones con molinos manuales, para lo que se dispone de cajitas con grano junto a cada molino.

Plano del Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Tras pasar el control de entrada, se inicia la visita al Museo por la sala de proyección, donde se muestra un audiovisual de la historia de los molinos harineros manuales e hidráulicos.

Con el término molino se designa un artefacto con que, por un procedimiento determinado, se quebranta, machaca, lamina o estruja algo. En nuestro caso aplicado a cereales y grano.

Edificio 2

A continuación, se pasa al Edificio 2, donde se presenta la evolución histórica de estos molinos. Este edificio fue el que alojó los dos primeros molinos en el margen izquierdo del río Cabreira.

Alrededor de la entrada se sitúan réplicas de molinos manuales, desde los más primitivos de hace más de 10.000 años, aquellos con los que se obtenía harina mediante el esfuerzo de una persona, efectuando una acción de percusión o de fricción.

La base del molino es de piedra. En los más primitivos, sobre la piedra se practicaba una concavidad en la cual se colocaban los granos del cereal a moler y mediante un mazo de madera o una piedra se machacaba el grano a mano.

También podía ser una piedra en forma de rodillo que se hacía rodar presionando sobre el grano hasta romperlo. 

Un avance técnico significó la creación de dos piedras cilíndricas en las que, apoyando una superior giratoria sobre la otra inferior fija, se introdujera grano entre ambas de forma que, con el giro y el peso de la piedra superior, se produjese la molturación del grano.

Para poder mover la piedra superior se le acoplaba algún tipo de manecilla de madera que facilitase efectuar el giro. Podría ser por vaivén o por giro rotatorio.

Obsérvense las cajitas con grano para que el visitante pueda molturarlo en cada molino si desea experimentarlo.

Este tipo de molinos manuales de dos piedras adquirió una gran difusión ya que formaba parte del equipamiento de los ejércitos romanos.

Un salto tecnológico cualitativo se produce con el uso de la energía cinética del agua de los ríos en molinos de ribera o en aceñas. Se aplica el mismo principio que en los molinos manuales rotatorios, pero ahora la energía hidráulica permitirá mover ruedas mucho más grandes y de forma continua.

En la sala se muestran las estructuras básicas de tres de los sistemas de accionamiento de las ruedas mediante la energía cinética del agua.

En la imagen siguiente la parte superior de los molinos con las piedras de molienda.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

El primer sistema es una rueda vertical de paletas sobre la que se aplica una corriente de agua. Ello puede efectuarse de dos maneras, por arrastre y por gravedad, según el agua incida sobre la rueda por la base o por la parte media o la superior.

En el primer caso, una rueda vertical con palas acoplada a un eje horizontal se sitúa sobre un curso de agua que, con su desplazamiento, arrastra las palas provocando el giro rotatorio de la rueda.

En las de gravedad, el agua actúa sobre la rueda desde el centro de la parte superior o desde la zona media de la rueda en el lado aguas arriba, cayendo sobre las palas, que más generalmente son cubos o cangilones, que al llenarse su peso provoca el giro de la rueda por gravedad.

Desde el exterior ya habíamos visto al llegar una gran rueda hidráulica del segundo tipo con cangilones. Ahora vemos su aplicación.

Esta rueda gira por efecto de la presión y peso del agua en los cangilones. El eje de giro de la rueda penetra en el edificio con una rueda catalina, rueda dentada de madera que actúa sobre las hendiduras de la linterna para hacerla girar, produciéndose la transmisión de la energía cinética horizontal a la vertical del eje de molido.

El eje ascienda hasta la parte superior haciendo girar la rueda superior o volandera.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

 

Los otros dos molinos son molinos de rueda horizontal. El primero, más primitivo, es de paletas o álabes de madera, sobre los que se proyecta tangencialmente un chorro de agua que hace girar la rueda.

El eje de la rueda asciende hasta encajar con la muela superior, haciéndola girar.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

 

Un sistema más moderno es el de rodezno, donde la rueda es metálica y los álabes tienen forma de cuenco para aprovechar mejor la energía cinética del chorro de agua. A su vez, son de mayor duración que los de madera.

Recorrido exterior lado izquierdo

Saliendo del Edificio 2 se recorre un tramo junto al canal de abastecimiento.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

En este recorrido se han situado dos molinos de percusión, que no utilizan piedras o muelas para moler, sino que machacan los granos en unos cuencos de madera o de piedra, donde se deja caer una maza de madera percutiendo sobre el grano para romperlo.

Molino asiático o chino

Se encuentra en primer lugar el molino asiático o chino. Aplicando el principio de la palanca, en uno de los extremos se coloca un mazo pesante que coincide sobre un cuenco de piedra donde se deposita el grano a machacar. El otro extremo, situado a la altura de los pies de una persona, al ser pisado eleva el extremo del mazo. Apartando el pie, cae el mazo por gravedad dentro del cuenco presionando sobre el grano. Repitiendo esta operación se consigue triturar el cereal.

El visitante puede accionar con el pie y valorar el esfuerzo necesario para efectuar este tipo de molturación.

Monjolo brasileño

A continuación, se encuentra un molino tipo monjolo brasileño. Este modelo sigue la misma técnica de molturación por percusión que el molino chino anterior, pero usando como fuerza motriz un sistema hidráulico.

El extremo de molturación es igualmente del tipo de mazo sobre un cuenco de piedra. La diferencia estriba en que la elevación del mazo se obtiene a base del relleno de agua de una cubeta situada en el otro extremo de la palanca que va aumentando su peso respecto al del mazo a medida que se llena de agua. Al irse llenando de agua, la cubeta basculante va descendiendo, con lo que se eleva el mazo. Llegado a un cierto punto de descenso de ésta, el lado exterior de la cubera, que está construido de forma oblicua, se vacía rápidamente perdiendo su peso, con lo que ahora actúa el mayor peso del mazo, descendiendo de golpe sobre el grano del cuenco. Al mismo tiempo, la cubeta vuelve a llenarse de agua, para repetir continuadamente el proceso.

Estos molinos tienen la ventaja de que no necesitan ningún tipo de engranajes, con lo que su mantenimiento es mínimo.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Esclusa, cascada

Como es habitual en los molinos hidráulicos, para garantizar un desnivel y un volumen de agua constante, se construye aguas arriba una esclusa de la que parte un canal de derivación.

Aquí encontramos una gran esclusa-cascada que se puede observar desde dos miradores. Es de forma cóncava y de una altura considerable para este tipo de instalaciones.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Acueducto

Se retrocede en el recorrido para pasar a la otra vertiente del río.

Para traspasar el agua desde el canal de derivación se construyó un acueducto, que sirve, al mismo tiempo, mediante una pasarela, de puente para el paso de personas, que oculta visualmente al canal.

El acueducto se apoya sobre un arco de medio punto. En primer término, de la fotografía, una pasarela que nos llevará a la salida al final del recorrido.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Desde el otro lado podremos observar con atención la rueda hidráulica.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Recorrido exterior lado derecho

Pasado el acueducto se observa en primer lugar un rebosadero diseñado de tal forma que la caída del agua forme una espléndida lámina.

Se puede descender por una escalera y un túnel para gozar de la estética de este espectáculo de agua.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Monjolo de dos mazos

El primer artilugio que se encuentra un monjolo de dos mazos. La molturación se produce de la misma forma que en el monjolo brasileño que hemos visto antes, por golpeo de un mazo dentro de un cuenco de piedra.

Este molino fue descrito por Juanelo Turriano (1511-1585) en Los veintiún libros de los ingenios y de las máquinas. Lo describe como una evolución de los batanes utilizados para apretar y suavizar el paño. Su utilización parece ser que comenzó en China para purificar el arroz. Una vez introducido en Europa se utilizó para moler tanto el arroz como el resto de los cereales.

Según Juanelo, la principal utilización que le atribuye es la molienda de pólvora, debido a que no presenta ninguna parte metálica que pueda originar chispas y encender la pólvora.

El conjunto está formado por: un chorro de agua a cierta presión; una rueda hidráulica; un eje que parte de la rueda con levas incrustadas para accionar periódicamente un extremo de las palancas; en el otro extremo se sitúan los mazos; y bajo los mazos los recipientes de piedra para la molturación.

El interés de esta instalación se encuentra en que el agua se acumula en un depósito de carga de estructura de madera situado encima del molino. Por un lado, entra el agua que llena el depósito, con un sumidero en otro lado, mientras que el agua motriz sale del fondo del depósito por un tubo de madera colocado en posición vertical.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

A la derecha de la rueda hidráulica de la fotografía, por el tubo cuadrangular desciende el agua a presión que se proyecta sobre las palas del rodete, haciéndolo girar.

Las levas, en este caso unidas a dos aros metálicos acoplados al eje, desplazan hacia abajo el extremo de la palanca hasta que se liberan de la presión de la leva, dejando caer el peso del mazo sobre el cuenco, repitiéndose constantemente esta operación con cada giro del eje.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

La alternancia en la posición de las levas que actúan sobre cada brazo hace que la acción de los mazos produzca un efecto de repiqueteo.

Edificio 3

El Edificio 3 constituye la construcción más moderna del molino original.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

En él se puede ver la primera instalación de producción de energía eléctrica, con la turbina a la izquierda y el generador a la derecha.

En el otro extremo el generador actual.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Al otro lado de la sala, sobre un gran bancal de madera, un molino de muelas clásico, accionado por un embarrado que parte del generador moderno, con el cedazo en la parte baja delantera.

El resto del altillo muestra un despiece de las partes esenciales de un molino y muestras de distintos componentes.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Alimentación de grano en el molino mediante la canaleta.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Las tres fases del cernido: cernido propiamente dicho; depósito de la harina cernida y recogida del salvado.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Se muestra de forma visible los lados de una muela.

Una piedra superior, piedra volandera, con las hendiduras o surcos para el molido. En el centro el ojal a través del cual pasa el eje de giro y entra el grano para ser molido.

Encajado en el centro de la piedra la lavija, que une el eje de transmisión con la rueda para hacerla girar.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias
Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Un aspecto fundamental para la calidad y rendimiento del molido es el estado de las hendiduras o surcos en las piedras sometidas a desgaste por la fricción constante que sufrían en su rodadura. Para mantenerlas en buen estado debía picarse, es decir, reconstruir los surcos, frecuentemente.

Para poderlas picar debía elevarse la muela volandera, desplazarla y girarla para que quedase boca arriba y proceder a su picado. Con esta operación queda también accesible la piedra de base o muela solera para su picado.

Un solo hombre, el molinero, podría efectuar esta operación, sirviéndose de una cabria o guindaste, un armazón de tres maderos en forma de horca. Del extremo del madero horizontal penden dos brazos metálicos o abrazaderas en forma de medias lunas articulados, con un engarce en cada extremo que se encaja en la rueda. La forma arqueada de la cabria permitía poder girar la piedra pasando dentro de ella. Hay que pensar que una piedra podía pesar cerca de 1 tonelada.

En la fotografía, a la derecha el eje de cabria con su guindaste giratorio. La cabria pendiendo de un tornillo sinfín de potencia que facilitaba la elevación de la piedra con poco esfuerzo.

Dependiendo del tipo de material de la piedra debían picarse, si molían durante diez horas al día, cada diez días si eran de granito y cada 35-40 días si eran de cuarzo (muelas francesas). Un picador experto tardaba en preparar un par de piedras aproximadamente un par de días.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

En distintos paneles se muestran componentes y utensilios de la molinería, como estas herramientas de picar.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

En este otro panel se muestran diversos modelos de sistema inferior del mecanismo de giro donde se apoya el eje de giro que une el rodete con la muela voladera. El cojinete inferior consta de dos piezas, una sujeta del eje de giro llamada aguja o evo, y otra incrustada sobre un travesero de madera (quicio, arriero, palanca aliviadora) llamada base.

Para la molienda nocturna cuando no existía electricidad se usaban sistemas de iluminación a base de aceite, queroseno o carburo.

La maquila

Un aspecto fundamental en el trabajo de molinería era el pago de la molienda. Lo usual era pagar en especie mediante el sistema de maquila, que era la cantidad que se cobraba.

El cartel nos informa que en este molino la maquila era la tercera parte de un neto (recipiente de capacidad de 1,15 litros aproximadamente) por cada tego (14 litros aproximadamente) de grano. Lo que equivaldría a cobrar 0’383 litros de grano por cada 14 litros que se molieran. Esto representaba aproximadamente el 3%.

A la izquierda un tego y a la derecha un neto.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

El grano cobrado se guardaba en una hucha, que consistía en un gran cajón con cuatro compartimentos y una abertura circular en la tapa para cada uno de ellos. Cada orificio correspondía a un cereal: maíz, trigo, centeno y avena.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

Cuando debía pesarse se utilizada la clásica romana.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

La Locomóvil

Sabemos que en los años cuarenta del siglo pasado, para hacer frente a las sequías, se compró una máquina de vapor móvil, La Locomóvil.

Los actuales propietarios de Museo de Mazonovo, hijos de Nemesio, interesados en recuperar el antiguo patrimonio, localizaron y adquirieron una locomóvil con la finalidad de restaurarla e instalarla de nuevo en su primitivo asentamiento en el interior del molino. Actualmente se encuentra en el exterior, antes de descender al Edificio 3.

Museo de los Molinos de Mazonovo, Taramundi, Asturias

La salida

Terminada la visita, el camino a la salida se efectúa a través de una pasarela de madera sobre el río y una habitación en la que encontramos los bancos de una antigua escuela y un panel sobre lo que dice la UNESCO de Mazonovo y sobre el Museo de los Molinos.

Fin de la visita

En este caso debemos agradecer a la iniciativa privada de la tercera generación de la familia López-Cancelos que hayan adaptado sus antiguas instalaciones harineras que dejaron de funcionar en 1979, en un Museo de los Molinos.

Y lo han hecho de forma museística interactiva en la que el visitante puede actuar sobre un gran número de dispositivos, o efectuar pruebas de pequeñas moliendas manuales, con los que constatar tanto su funcionamiento como la dificultad de la molienda.

Asimismo, las estructuras constructivas muestran el fundamento de la arquitectura tradicional de la zona, con el predominante papel de la pizarra y la madera.

Actitud meritoria que, por lo que constatamos en el momento de la visita, tiene una gran aceptación por parte de los numerosos visitantes, plenamente integrados en interactuar, observar y disfrutar.

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