Conil de la Frontera (Costa de la Luz, Cádiz) configura uno de los pueblos blancos del litoral gaditano. Municipio Turístico de la Junta de Andalucía, combina su tradición histórica, su medio natural y sus playas, con un legado etnológico que tiene su máxima expresión en la almadraba.
Conil de la Frontera (Cádiz)

Conil de la Frontera. La Janda/Costa de la Luz. Cádiz
Comarca: La Janda. Provincia: Cádiz. Com. Autónoma: Andalucía
Coordenadas: 36°16′32″N 6°05′16″O. Altitud: 41 msnm. Población: 13.707 habitantes en la localidad y 22.275 habitantes en el municipio (2020)
Web: ayuntamiento
Conjunto Histórico-Artístico (1983)
Municipio Turístico de la Junta de Andalucía
Visita: 2021

Índice
Conil de la Frontera. La Janda/Costa de la Luz. Cádiz
La visita a Conil de la Frontera
Plaza Puerta de la Villa, Plaza de España y calle Pascual Junquera
Entorno de la Plaza de la Constitución
Barrio de la Huerta de los Frailes
Arco del Portillo, Barrio de las Flores y Plaza del Molino
La Chanca. Centro de interpretación y documentación del mar, el atún y las almadrabas
Conil de la Frontera. La Janda/Costa de la Luz. Cádiz
Una de las localidades más características de la Costa de la Luz es Conil de la Frontera, encarada al océano Atlántico en la Bahía de Cádiz. Fue la villa que elegí para recorrer estos parajes desde el alojamiento Conil Home Suite. A Conil de la Frontera dedico este Post.
Un pequeño problema con la máquina fotográfica hizo resentir aún más la calidad de algunas fotografías. Pido disculpas, pero no es posible volverlas a repetirlas.
El territorio

Conil de la Frontera forma parte de la comarca de La Janda -que se extiende entre el Atlántico y el borde suroccidental de la cordillera Bética en la provincia de Cádiz-, situada sobre la costa a 36°16′32″N 6°05′16″O.
El municipio de Conil cuenta con un litoral de 14,6 km, de morfología rectilínea y continua en su conjunto. Se puede observar dos formas distintas de costa, las playas amplias y abiertas de la zona sur, donde se asienta la localidad, y las calas de la zona norte, que se forman en los acantilados de unos 35 m de altura, de arcilla y piedra ostionera (roca formada por restos de conchas marinas utilizada en la zona de Cádiz y su bahía).


El atún rojo constituye otro de los elementos que caracterizan la geografía del lugar.
El Estrecho de Gibraltar es el lugar de paso del atún rojo desde el Atlántico hacia en más templado Mediterráneo para desovar y criar en los meses de mayo y junio, en el recorrido que se llama de “derechos”, y regresar al Atlántico en los meses de julio a setiembre en su ruta “de revés”.
Este tránsito del atún es el que, por lo menos desde el tiempo de los fenicios, se aprovecha para su captura mediante el montaje de las almadrabas. De las almadrabas que se practican actualmente en la zona, todas lo hacen de «derechos», excepto en Barbate que algunos años efectúa captura de «revés», cuando regresan con sus crías hacia el Atlántico.
El atún rojo simbolizó por mucho tiempo el principal sustento para los lugareños de Conil, aunque en la actualidad también se ha desarrollado la agricultura, la ganadería y principalmente el negocio del turismo.
Según la época en que se visite se puede observar en sus aguas el emplazamiento de la almadraba y los barcos realizando sus faenas de pesca.

Para obtener más información sobre este proceso de pesca del atún rojo nos dirigiremos al Centro de Interpretación y Documentación del Mar, el Atún y las Almadrabas de la Chanca de Conil, que presentaré más adelante.
Otro atractivo que ofrece el territorio son los fabulosos atardeceres que se disfruta desde esta zona del litoral.
Un poco de historia
Se considera que estas tierras estaban ocupadas por lo menos desde hace 250.000 años, con una docena de yacimientos arqueológicos del Paleolítico existentes en la Comarca de la Janda litoral (Vejer, Conil y Barbate).
Aunque las noticias sobre el pasado lejano de Conil son muy escasas, es muy probable que en su día existiera aquí un enclave púnico. Y es que Conil gozaba de unas óptimas condiciones por disponer de buenos fondos para calar redes y marismas aptas para albergar salinas.
El geógrafo griego Estrabón recorrió el sur peninsular dos siglos después de la conquista romana y describió su gran riqueza pesquera, sobre todo la abundancia de atunes, sardinas, caballas, y el desarrollo de la industria conservera. La pesca se transportaba a las factorías, llamadas cetariae, para la elaboración de salazones y salsas. Los productos de la almadraba y otras pesquerías, como el garum, eran muy apreciados en la Roma imperial, que importaba grandes cantidades de salazones y salsas.
En el Itinerario de Antonino, guía de los caminos romanes de fines del siglo III, se habla de Mercablo o Mergablum, lugar situado en la Vía Heráclea (o Hercúlea) y que algunos historiadores sitúan en Conil o en sus proximidades.
A partir de la penetración de las tropas musulmanas de Tariq ibn Ziyad en el año 711, en la costa gaditana comenzaron a aparecer asentamientos islámicos integrados en la Cora de Sidonia, una provincia de al-Ándalus.
Tras las campañas de Abderramán III la costa fue tomando un mayor protagonismo y reaparecieron especializaciones profesionales, en muchos casos de herencia romana, como las almadrabas, mientras que, durante la etapa de los almorávides y los almohades, el Estrecho ganó en importancia.
Cuando llegaron los castellanos la fachada atlántica gaditana estaba viviendo un momento de auge. El crecimiento y reorganización de la navegación por el Atlántico había provocado un desarrollo y una estructuración crecientes de esta comarca para responder a los nuevos retos y aprovechar las oportunidades, dinámica que quedó truncada con la conquista cristiana.
La conquista cristiana de mediados del siglo XIII cambio el patrón de asentamientos desarrollado por los musulmanes. Desaparecieron los pequeños enclaves dispersos a favor de una concentración en pueblos y ciudades, más fácilmente controlables por el señor feudal y de más fácil defensa.
En 1265 se reconquista el territorio de Conil por los cristianos; este año recibe el apellido «de la Frontera», al igual que otras localidades (Vejer, Chiclana, Arcos o Jerez) por formar parte de las fronteras que separaban el reino Nazarí de Granada del reino de Castilla.

En 1294, el rey Sancho IV de Castilla (El Bravo) otorgó a don Alonso Pérez de Guzmán y a sus descendientes el privilegio de pescar atunes desde el Guadiana hasta el Reino de Granada. Y en 1299, Fernando IV concede a Alonso Pérez de Guzmán la entonces aldea de Conil para que la repoblara y fortaleciera y la explotación de su almadraba. Así nació Conil, en torno a la explotación de una almadraba. En el siglo XIV está villa se convirtió en un lugar central en la historia de la pesca del atún.
El recinto militar era de reducido tamaño con una elevada torre en su interior para defender la población de los posibles ataques de piratas, que actualmente se conoce como torre de Guzmán, y es el vestigio más relevante que permanece. Por entonces la desembocadura del río Salado rodeaba la villa por todo su frente marítimo.
Fue en estos tiempos cuando el pueblo paso a llamarse Torre de Guzmán, en homenaje a la torre. En este periodo es donde podemos situar el origen de la villa actual.

Durante el siglo XV la villa creció lentamente en torno al castillo, con viviendas junto a los caminos que conducían a Cádiz y hacia el río Salado, construyéndose la primera iglesia parroquial de Santa Catalina al lado de la fortificación.
Con el inicio del siglo XVI se construye un nuevo recinto amurallado, donde la villa de Conil se desarrollará al amparo de su muralla.


También se construyen las torres almenaras de Castilnovo y de Roche, que al tiempo que servían para la vigilancia y protección, también participaban en las tareas de aviso de las migraciones del atún para encauzarlos hacia las almadrabas.
A comienzos siglo XVII se empieza a construir extramuros. A su vez, la creciente importancia del atún hizo necesario la construcción de “La Chanca” -factoría para el tratamiento del atún-, que no solo representa actividad pesquera, sino que también precisa de actividades industriales asociadas, la carpintería de ribera, las salazones o la actividad salinera.
Representará un periodo de riqueza que se refleja en el crecimiento de la población de Conil, ya que al finalizar esta centuria Conil rondaba los 3.000 habitantes.
Extramuros, en la zona norte, se concluyen las obras del Convento de Mínimos de Nuestra Señora de las Virtudes.

La casa ducal de Medina Sidonia gozo del monopolio exclusivo de la pesca del atún en toda la costa andaluza entre los siglos XV y XIX. Conil pasó de ser una pequeña aldea a una villa de casi 5.000 habitantes.
Durante el siglo XVIII Conil continuó su crecimiento y la villa embelleció o renovó su caserío. Las nuevas viviendas que se construyen, de porte noble, contrastan con las más modestas de labradores y, sobre todo, con los patios de vecinos, la vivienda popular por excelencia.
Tras las crisis de principios del siglo XIX -sociales y la guerra del francés- surgen nuevas casas burguesas, de labradores o ganaderos, desplazándose definitivamente el centro de la villa a la actual Plaza de España. En 1900 Conil poseía algo más de 5.000 habitantes, y no experimentará cambios sustanciales hasta mediados del siglo XX en que, sobre todo desde los años 70 se inicia un proceso de rápido crecimiento de la población: 11.267 hab. en 1970; 17.773 hab. en 2.000; hasta 22.275 hab. en 2.020 en el municipio.
En el siglo XX, tras décadas de pesca intensiva, se hicieron notar los efectos de la sobrepesca, iniciándose un descenso de las capturas en el Estrecho y el declive de las almadrabas. Además, los modernos sistemas industriales han relegado a las almadrabas a un sistema de pesca tradicional con relativa poca rentabilidad económica.
En la actualidad solo se calan cuatro almadrabas en las costas andaluzas: Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa.
En los años 80 del pasado siglo irrumpen en el mercado empresas japonesas que adquieren gran de las capturas que venden en Japón a precios desorbitados.
Los elevados precios del atún rojo han permitido el mantenimiento de las almadrabas, pero, a su vez, han estimulado las capturas con el uso de diferentes artes, incrementando notablemente sus capturas y poniendo en peligro la reproducción de la especie y la pesquería artesanal.
Ya en el primer tercio del siglo XX se inició la penetración del turismo por parte de familias bien estantes de Sevilla. Desde el último tercio del siglo pasado, la expansión del turismo de playa está representando una de las actividades más importantes de Conil de la Frontera.
La visita a Conil de la Frontera
Conjunto Histórico-Artístico desde 1983.
La visita se desarrollará en la zona histórica central y en los dos extremos marítimos, hacia el sur más allá del río Salado y hacia el norte desde el puerto hasta los límites con Chiclana de la Frontera.



Conil de la Frontera está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1983 y cuenta con numerosos e interesantes monumentos y edificios singulares de arquitectura militar, religiosa, civil y asociada al mundo del trabajo (arquitectura agropecuaria e industrial).
En esta visita, me iré deteniendo en los lugares y elementos más significativos de la villa. Es unos de esos lugares donde el vagabundear por sus calles y barrios conforma gran parte del placer viajero.
Plaza Puerta de la Villa, Plaza de España y calle Pascual Junquera
La plaza de la Puerta de la Villa (1) se sitúa extramuros de la muralla en su lado nororiental. De las murallas del siglo XVI quedan muy pocos vestigios. De ahí partía el arrabal que llegaba hasta el convento de Mínimos de Nuestra Señora de las Virtudes por la actual calle la Virgen.
Puerta de la Villa
Se conserva el arco de la puerta, integrado en las edificaciones que se superpusieron a la muralla.


Penetrando por la puerta de la Villa forma una calle que se abre en forma cuasi triangular y que constituye la plaza de España (2). Es una zona central y con aires señoriales en muchas de sus casas, aun cuando también penetró la arquitectura tradicional.
El color blanco será el exclusivo de las casas conileras, solamente adornadas en algunos casos con detalles de colores, con predominio del marrón en estos casos, y de azulejos.
A la derecha la casa Arrafán, en el número 2. Esta casa señorial de estilo barroco se construyó en el siglo XVIII por Bartolomé de Arrafán y Valdés.

Enfrente, en el número 16, una casa unifamiliar neobarroca del año 1944, obra del arquitecto Francisco Pérez Bergali, como dejó constancia con un azulejo en la fachada.



Al fondo de la plaza, alternancia de casas de carácter señorial con otras de simplicidad popular, aunque enmascaradas por los prepotentes rótulos comerciales que proliferan por toda la villa.

Preside la plaza una escultura de José Saramago, escritor portugués y Premio Nobel, sentado leyendo junto a un niño que lo observa; obra del escultor Augusto Arana.

Regresando a la plaza de la Puerta de la Villa, en su lateral norte, en la calle Pascual Junquera, se distinguen los vestigios de la Casa del Conde de las Cinco Torres (5). Construida en 1779 en estilo barroco, como residencia veraniega, siguiendo la costumbre de la burguesía comercial gaditana.

Antiguo Mercado de Abastos. Mercado de Arte
El Antiguo Mercado de Abastos (3), fue edificado en la década de 1950 y, tras la construcción del nuevo Mercado de Abastos, quedo en desuso, reconvirtiéndose en Mercado de Arte.


En la historia de Conil han abundado las huertas. De estas algunas perviven. Al parecer, en la Huerta Primera, que se abre al fondo del callejón Huerta Primera, junto al antiguo Mercado de Abastos, se encuentra una noria en perfecto estado, la cual no he visitado.


Hospicio de la Misericordia
En el nº 7 de la calle Pascual Junquera se alza el edificio barroco del Hospicio de la Misericordia (4), terminado en 1779, según reza la inscripción de la fachada, que constituye el único ejemplo conservado de una institución de beneficencia en Conil. Fue encargado por don Sebastián Sánchez Franco, Conde de las Cinco Torres, rico mercader de la carrera de las Indias, para albergar a 30 familias pobres.
La edificación se compone de una capilla central y dos patios adosados donde se sitúan 30 habitaciones.


Entorno de la plaza de la Constitución
La calle la Virgen lleva desde la plaza Puerta de la Villa a la plaza de la Constitución, en el número 3 se encuentra el conocido como el Mesón del Duque, construido hacia 1580 por el duque de Medina Sidonia extramuros, para dar alojamiento a los mercaderes que acudían a comprar atún a la almadraba. A lo largo de su historia fue mesón, tienda de víveres, taberna, tahona o panadería y patio de vecinos, perteneciendo a la casa ducal hasta 1875.
Recientemente ha sido rehabilitado en su totalidad, quedando de la primitiva construcción la portada, dónde se ve el escudo de calderas que los duques solían colocar en sus propiedades menores, la distribución del primer patio, y un precioso antiguo pozo catalogado como Bien de Interés Cultural.


Antiguo Convento de Mínimos: Casas Consistoriales e Iglesia Parroquial de Santa Catalina
En la plaza de la Constitución se ubica el Antiguo Convento de Mínimos, edificio construido entre los siglos XVI y XVII bajo los auspicios del duque Juan Alonso Pérez de Guzmán, en estilo de transición del renacimiento al barroco. El edificio esta formado por la iglesia y la construcción anexa con el claustro del siglo XVIII.
Tras la desamortización perdió su función conventual y en la actualidad, por un convenio Ayuntamiento-Obispado, el templo es la Iglesia Parroquial de Santa Catalina, y el edificio de los claustra es la sede del Ayuntamiento.
Casas Consistoriales
Como acabo de indicar, las Casas Consistoriales (5) se ubican en las dependencias monásticas alrededor del claustro de Monasterio de Mínimos.

Nueva Iglesia de Santa Catalina
Por su parte, el antiguo templo del convento es en la actualidad la Iglesia Parroquial de Santa Catalina (6).
El primer templo, construido en 1567, fue fundada por la orden franciscana de los «Frailes Mínimos de San Francisco de Paula», bajo el patronato del duque de Medina Sidonia y Señor de la villa de Conil para rendir culto a Nuestra Señora de las Virtudes, patrona de esta Villa.
Fue a finales del siglo XVI cuando se alzó la actual iglesia. La portada y el campanario son de principios de siglo XVII, obra de Fray Luis Vázquez de Dueñas.


La planta es de una sola nave de cruz latina y con capillas laterales adosadas.



La bóveda de cañón es de piedra arenisca labrada.

La bóveda del crucero también es de piedra arenisca y en su centro, presidiendo el altar mayor, se encuentra el escudo de la casa ducal de Medina Sidonia. El claustro y las dependencias del antiguo Convento son del siglo XVIII.

En el interior de la iglesia se encuentran diferentes tallas de gran importancia, entre ellas la Virgen de las Virtudes de estilo gótico, junto con Santa Catalina de Alejandría y San Sebastián que presiden el Altar Mayor de esta parroquia como patrones de Conil.

Casa de la Cultura
Siguiendo por el lateral del evangelio del templo, en la esquina de la calle Laguna con la calle Nueva se alza la Casa de la Cultura, un edificio del año 1986.

Barrio de la Huerta de los Frailes
Algunas manzanas de Conil que disponían de un patio común o huertos en el interior del casco urbano, se fueron rellenando de casas, con un fuerte componente de autoconstrucción, surgiendo callejuelas irregulares en su trazado y en su anchura, formando un laberinto de calles peatonales y plazoletas irregulares, con una fuerte vida comunitaria. Es exquisito el cuidado de los residentes por mantener impecablemente blancas todas las paredes del recinto, al igual que en el conjunto del Conil tradicional.
Es el caso del Barrio de la Huerta de los Frailes (7) que creció en la huerta que los frailes del convento de Mínimos tenían en su parte posterior. Forma un bello espacio lleno de plantas cuidadas con esmero por sus residentes.
El acceso por la calle Nueva se va bifurcando hasta llegar a callejuelas sin salida cuyo final constituye el patio de las casas. Recuerda el estilo de urbanismo musulmán, pero aplicado a un barrio de época moderna.
El pozo que se encuentra en el callejón de entrada corresponde al residuo que permanece de la antigua noria de riego del huerto.






Arco del Portillo, Barrio de las Flores y Plaza del Molino
Entre los números 2 y 4 de la calle Extramuros se abre un callejón con un pequeño arco, el Arco del Portillo (8), que correspondía a la puerta del lado norte de la muralla, Puerta del Moscón. Sitúa el lugar por donde pasaba la muralla en este punto.

Barrio de las Flores
Alrededor de la calle que llevaba al Molino de Viento desde la calle Chiclana se configuró el Barrio de las Flores o Barrio del Molino de Viento (9). Constituye otro de los barrios que crecieron de forma espontánea extramuros, con trazado irregular y laberíntico.
Para dotar de personalidad al barrio, todas las calles han sido denominadas con el nombre de una flor.
Persiste la perfecta blancura de sus casas, de uno o dos alturas, con terrado plano, y la profusión de antenas de TV, depósitos de agua y ropa tendida, que caracteriza a Conil.




El antiguo Molino de Viento (10) fue construido a comienzos del siglo XVIII. Era el único molino de molienda que existía en Conil, ya que el privilegio de moler el trigo para hacer pan lo tenía el Duque de Medina Sidonia, que obligaba a los conileños a desplazarse a la Muela (Vejer) para tal fin.
En el siglo XIX, después de desaparecer estos privilegios, se construyeron otros seis molinos en el Cerro de los Molinos, de los que solo quedan tres.
Por su situación, la plaza que lo rodea actualmente es un magnifico mirador sobre Conil y el mar.

Solo resta el cuerpo cilíndrico de piedra.


Como decorado marinero de la plaza, se ha emplazado un barco de pescadores como homenaje al oficio de la pesca.



Plaza de Santa Catalina
En la plaza de Santa Catalina y su entorno se reúne una parte importante de la oferta patrimonial y cultural de Conil, al tiempo que concentra la oferta comercial, de restauración y de ocio destinada al turismo
Torre de Guzmán/Castillo
Bien de Interés Cultural desde 1949.
Como ya he señalado, el origen del Conil actual se debe al desarrollo urbano alrededor de la fortificación que se originó a partir de la conquista cristiana en 1294, por la concesión del rey Sancho IV de Castilla a don Alonso Pérez de Guzmán.
Del recinto del castillo prácticamente solo permanece la Torre de Guzmán (11). El castillo tenía unas dimensiones reducidas de unos 2.000 m2 y planta poligonal.
La torre estaba situada en medio del patio de armas. Tiene unas dimensiones de 18 metro de altura y planta cuadrada de 7,5 metros y construida con piedra ostionera y sillares en los cuatro ángulos.



Museo de Raíces Conileñas
Una de las dependencias reconstruidas del castillo de Conil se ha habilitado como Museo de Raíces Conileñas (12) desde 1982. Se trata de un museo etnográfico fundado por un grupo de amigos de Conil que crearon la Asociación «Raíces Conileñas», con el objetivo de conservar proteger y difundir la historia, las tradiciones y la cultura de nuestra localidad, compuesto por unas 500 piezas.
El Museo se divide en cuatro salas: la primera de ellas dedicada a los aperos del mar y del campo. Las otras tres simulan una casa de finales del siglo XIX y principios del siglo XX de una familia de clase media acomodada y reflejan la forma de vida y los utensilios utilizados comúnmente en esta época.







Casa Cárcel, Ermita-capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno
En la plaza Santa Catalina esquinera con la calle Cárcel se construyó en el siglo XV o XVI la Casa Cárcel (13), uno de los edificios más antiguos de Conil.
Durante el Antiguo Régimen la parcela, de unos 90 metros cuadrados, fue la sede del Cabildo y depósito carcelario.
Tras la invasión francesa quedó inservible y paso a cárcel y almacén municipal. Posteriormente, durante los años ochenta fue sede central de la Policía Municipal.

Contigua a la casa Cárcel se ubica la Ermita-capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno (13), construida entre 1592 y 1632 en estilo barroco por el maestro albañil Mateo Ariza para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno para dar culto a sus imágenes. Su interior es de planta rectangular.
Estaba adosada al Hospital de la Misericordia, hoy desaparecido. Sobresale una espadaña de una campana, destacando la gran puerta de entrada.

A continuación, y adosada a la Ermita, en el número 10 se alza una casa señorial típica de Conil: de piedra ostionera, con pilastras, molduras y cornisa saliente, que forma parte del Patrimonio Inmueble de Conil.

Antigua Iglesia de Santa Catalina. Centro Cultural
Bien de Interés Cultural (BIC)
La Antigua Iglesia de Santa Catalina (14) fue la antigua Iglesia Mayor de Conil. Las primeras notificaciones de su existencia datan del siglo XV cuando los Guzmanes, señores de Conil, autorizaron su edificación.
La edificación inicial, de estilo mudéjar sufrió grandes modificaciones. La configuración actual se realizó entre 1886 y 1891 en estilo arquitectónico mezcla de neogótico y neomudéjar. El edificio se restauró en 2010, y se le ha dado el uso de Centro Cultural.
Su antiguo contenido con pinturas y esculturas se encuentran repartidos por las iglesias de la localidad.



Acceso a la calle Columela, por detrás de la iglesia.

En 1880 se construyó un cementerio adosado al lado de la epístola del templo.
La rehabilitación de esta zona, vinculada a uno de los accesos a La Chanca, ha creado un espacio simbólico de gran belleza.


Antiguo cine al aire libre
Me sitúo ahora en el número 3 de la calle San José que actúa como aparcamiento privado. Tener acceso al aparcamiento me permitió descubrir una reliquia de la arqueología cultural de Conil. Al observarlo descubro que se trata de un antiguo cine al aire libre (15). Todavía se reconoce la gran pantalla y la cabina de proyección, en el lado opuesto.
La carpa metálica probablemente debía corresponder a una protección original en las proyecciones.


La Chanca. Centro de interpretación y documentación del mar, el atún y las almadrabas
La Chanca (16), es el edificio renacentista más emblemático de Conil; fue levantada a mediados del siglo XVI adosado a la muralla por su parte exterior, actuando a su vez de muro defensivo, de ahí el grosor y consistencia de sus muros. Se construyó con piedra ostionera enlucida con mortero de cal.
Las dependencias más grandes servían como fábrica de salazones y almacén de barcas y pertrechos de las almadrabas y almacén de sal. Los espacios menores se destinaban a cuartos, panadería, despensas, cocina. La puerta de entrada se encaraba al mar. Ocupa una superficie de unos 7.500 m2.
Durante un tiempo fue el centro de la actividad económica de Conil, condicionando la actividad del resto de los sectores productivos y ocupando a un gran número de trabajadores.
En esta industria el atún capturado se colgaba a desangrar, se ronqueaba y troceaba empiezas más menudas, se salaba en pilas y se embarrilaba. Pero no todo lo atún se trabajaba en la chanca. Primero se subastaba en su puerta y el que no se vendía pasaba el interior para su procesado.
El 1 de noviembre de 1755 el famoso maremoto de Lisboa derribo la mayor parte de La Chanca destruyendo barcas, redes y los pertrechos de las almadrabas, llevándose por delante la vida de 20 personas.
En 1928 se constituyó el Consorcio Nacional Almadrabero y se dejó de calar la almadraba de Conil. Desde entonces La Chanca sirvió de almacén hasta los años sesenta del siglo XX, con el intervalo de la Guerra Civil en que fue empleada como cuartel.
En 2002 se incluyó en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Etnológico. En 2008 se inició el proyecto de restauración del conjunto que la ha convertido en un edificio con clara vocación cultural.
Son diversos los accesos a La Chanca. El principal es por la calle Almadraba.

La construcción tiene forma de rectángulo irregular dividido en dos partes por un muro que delimitaba el área de trabajo, en el lado izquierdo de poniente, de los almacenes en el lado de levante, siendo esta la parte más monumental del conjunto.

La zona de trabajo es la que ha sido sometida a mayores cambios.


Zona de Almacenes, donde se guardaban pertrechos y barcas al finalizar la temporada, así como la sal, carros de servicio, etc. Los edificios están construidos con gruesos muros y pilastras de mampostería y arcadas de sillería. Esta zona mantiene prácticamente la estructura original.
A la derecha sala de pertrechos, a continuación, la antigua entrada principal desde el mar y, al fondo, los cuartos del tambor y pregonero y del pandero.
A la izquierda el Almacén de la Sal.
Ambas naves acogen el Centro de interpretación y documentación del mar, el atún y las almadrabas.

El gran patio central es un lugar ideal para la celebración de espectáculos culturales. En una noche de espectáculo, los muros se adornaban con iluminaciones artísticas.

En la Nave de pertrechos se presenta la arqueología y el patrimonio, y el litoral conileño.
Al fondo una sala para exposiciones temporales.



Una muestra del pavimento original.

En la Nave de la Sal, se presenta todo lo relacionado con el atún y las almadrabas.




La almadraba es un arte de pesca milenario existente desde época de los fenicios, cuando ya lo utilizaban en las costas gaditanas.
Consiste en instalar un laberinto de redes en el paso del atún rojo, cuando este se dirige desde el Atlántico al Mediterráneo para reproducirse. Los pescadores aprovechan ese movimiento migratorio para conducir los atunes a sus redes, donde una vez reunidos proceden a su captura.
Existen distintas formas de hacerlo, en la maqueta una almadraba de tiro o vesta.

Entorno de río Salado y Prado y playa de Castilnovo
La siguiente área de visita es halla ahora en la Avenida del Río, junto al río Salado.
Antiguo matadero. Casa de la Juventud
Aquí se encuentra el antiguo Matadero Municipal, actual Casa de la Juventud (17), construido en 1969-70, con proyecto de los arquitectos José L. de la Cerda M. y Miguel Ángel Ortí Robles.
Es una edificación industrial para la producción de carne de vacuno, porcino y aves. Albergaba naves para matanzas, corrales para el ganado, almacén para pieles, horno crematorio, despachos y otros servicios. Tiene planta circular, de unos 2.000 m2, los locales se disponían en círculo alrededor de la construcción central. Su estructura está formada por pórticos de hormigón armado, con cerramiento de ladrillo y cubiertas por bóvedas a la catalana entre pórtico y pórtico.
Dejó de funcionar en los años 90 y actualmente alberga la Casa de la Juventud. El edificio está escogido en el inventario del patrimonio inmueble del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

Río Salado y pasarela
Siguiendo el cauce del rio Salado alcanzo la pasarela peatonal (18), que da acceso al Prado y playa de Castilnovo.


Sendero del Prado de Castilnovo
Al otro lado de la pasarela se inicia el sendero del Prado de Castilnovo.

Desde este punto se obtiene una de las imágenes más interesantes de la villa.

Los excepcionales valores naturales y paisajísticos que ofrece la zona de Castilnovo pueden disfrutarse a través de una senda de aproximadamente 3 km y medio de longitud que discurre paralelamente por la línea de transición entre el prado, el humedal y el sistema dunar, finalizando en el río Conilete, límite del municipio de Conil de la Frontera.
A lo largo del sendero, se observan los diferentes tipos de hábitat presente en la zona, como son el humedal y los estuarios costeros, los sistemas dunares, la marisma y los pastizales salinos, así como las formaciones herbosas naturales.
Cortijo-Vaquería del Prado
El primer elemento construido que aparece a la izquierda es el Cortijo-Vaquería del Prado (19), probablemente del siglo XIX.
En los grandes muros que dan a la playa de El Palmar, de 70×6 metros, el pintor Adrián Torres realizó en 2017 el gran mural “Retintas”, dedicado a la vaca retinta, especie autóctona.

Al lado del Sendero, dependiendo de la época, es habitual encontrarnos con la presencia de estos animales pastando libremente en los prados de la zona.
Las vacas de raza retinta forman parte del paisaje litoral. Desde tiempos remotos se tiene noticia de la existencia de estos animales. No despertaban gran interés, exceptuando a los lugareños, pero en la actualidad van adquiriendo un gran renombre a escala nacional debido a la calidad y a la rojez de su carne.


Un poco más adelante, el pozo y abrevadero del Prado debe ser de comienzos del siglo XIX. Del gran pozo arranca un largo pilón para abrevadero.

Búnker de Conil de la Frontera (Bünker de Castilnovo 1, Bünker de Castilnovo 2)
Uno de los efectos de la Segunda Guerra Mundial en esta zona fue la construcción de búnkeres a lo largo de la costa atlántica, construidos alrededor de 1940, para hacer frente a un eventual desembarco aliado, dado el apoyo encubierto de Régimen a las potencias del Eje.
En Conil se encuentras algunos, de los cuales tres en esta playa.
Me acerco hasta el primero, el bunker de Conil de la Frontera (20). Su estado de conservación no es muy satisfactorio, medio cubierto por la arena. Sería interesante recuperarlo como testimonio de una etapa histórica más reciente.
A lo largo de la playa se encuentran otros dos bunkeres: bünker de Castilnovo 1 y bünker de Castilnovo 2.

Humedales de Castilnovo
El humedal de Castilnovo y el cordón dunar está conformado por el estuario del río Salado con retazos de marismas mareales en sus márgenes, una gran extensión antaño utilizada como explotación salinera y un complejo lagunar costero, conectado en gran parte con el río y situado tras el primer frente dunar costero e inundable, tanto marealmente como por la descarga del freático hacia el mar. Detrás de estas lagunas se constituye el Prado de Castilnovo, con una zona de inundación temporal y encharcamiento paraguas menos salobres.
Torres Almenaras de la Costa. Torre vigía de Castilnovo
En la historia de Conil ya hemos visto aparecer las torres almenaras. Aquí se sitúa la torre de Castilnovo (21), que se divisa desde cualquier punto de la costa de Conil. Es la de mayor importancia en Conil después de la torre de Guzmán, ya que tenía doble misión: defensiva y de ayuda a la almadraba de su nombre. La otra torre almenara importante, la torre Roche, la veremos situada en la costa norte.
Formaba parte de un recinto amurallado, una pequeña fortaleza con alcaide. El recinto fue destrozado por el tsunami del 1 de noviembre de 1755.

Del siglo XVI, la torre es de planta cuadrada de 8.5 metros de lado y 8,5 metros de altura elevándose ligeramente trapezoidal. De mampuesto con las esquinas de sillería y cuatro niveles interiores.
Bien de Interes Cultural desde 1949.

En el camino de regreso disponemos de una bella imagen del perfil de Conil a lo lejos.

Fachada marítima y playa
Por fin llego a la fachada marítima, recorrida por el paseo del Atlántico (22), un amplio paseo marítimo.



Para llegar a la playa deben atravesarse unos humedales y dunas, para lo que se ha instalada unas magníficas pasarelas de madera.
Téngase en cuenta que esta amplia zona intermedia hasta la arena de la playa había estado ocupada por el río Salado dado que su cauce corría paralelo a la playa hasta desembocar por la zona norte de Conil, actuando a su vez de franja defensiva ante ataques por mar.

A su vez, permite disponer de una excelente perspectiva del conjunto urbano exhibiendo su potente caserío blanco, sin que ningún edificio haga desentonar su imagen de pueblo blanco de Cádiz.

La ancha y rectilínea playa de arena fina se extiende más allá del núcleo urbano hasta la playa de Roqueo.
Dos kilómetros de playa urbana, a los que habría que añadir los tres kilómetros de playa salvaje desde la desembocadura del río Salado hasta el límite del municipio, en el arroyo del Conilete, junto a El Palmar de Vejer.
A partir de ahí se inicia la zona de acantilados que veremos al visitar el puerto y su entorno, que a su vez conforman numerosas calas de gran encanto e interés geomorfológico y edáfico.

Escultura «El Jabeguero»
Cuando al final del paseo del Atlántico sigamos por el camino de la Fontanilla, en los primeros metros aparece la escultura «El Jabeguero» (23). El jabeguero es el pescador que usa el arte de la jábega.
Se trata de un monumento que el Ayuntamiento de Conil alzó en el año 2003 en homenaje a los hombres de la mar.


Puerto de Conil y Roche
A unos 8 kilómetros en coche del centro de Conil se localiza el puerto pequero y deportivo de Conil.
Río Roche
Atravesado el río Roche (24), que desemboca en el interior del puerto, a la derecha nos espera una sorpresa.

Cementerio de anclas
En una amplia explanada se encuentra el denominado “cementerio de anclas” (25). Un fascinante espectáculo.
En realidad, no es un cementerio, sino el almacén en el que se guardan las anclas que se utilizarán para anclar y sujetar la almadraba de Conil cada temporada. De ahí que se encuentren perfectamente dispuestas y alineadas, esperando la próxima utilización.
Son unas 700 anclas de unos 350 kg cada una.


Puerto y muelle pesquero y puerto deportivo
El puerto (26) tiene forma de “U”. El lado izquierdo, que se apoya en la zona terrestre, está destinado al puerto deportivo, con las instalaciones del Club Náutico.


El lado derecho acoge las instalaciones y amarres pesqueros y el pósito en el muelle del espigón.

Dentro del puerto pesquero es posible asistir a la lonja para ver una subasta de pescado en directo.

Sobre el puerto, a cada lado, se elevan miradores desde el acantilado.
Desde el mirador de la izquierda (27) se descubre toda la costa de Conil y se avista hasta el faro de Trafalgar.

Así como ofrece una magnifica perspectiva del puerto hasta el Cabo y faro Roche.

Torre Faro de Cabo Roche y mirador
Situados en el cabo Roche, junto al faro Roche (28) se dispone de otro magnifico mirador.
Faro construido en 1983 se levanta sobre una torre almenara de base cuadrada, similar, aunque de menor altura, de 20 metros, a la torre de Castilnovo. Construida en el siglo XVI, como sabemos, formaba parte del sistema defensivo con el fin de proteger la costa de los ataques piratas y de apoyo a las almadrabas. Está destinado a faro de navegación.
Con buena visibilidad se ofrecen desde este mirador excelentes vistas del Estrecho de Gibraltar, la costa de Trafalgar y en un primer plano la costa de Conil y el puerto a sus pies.


Calas de Roche
A partir del faro, siguiendo hacia el norte se extiende el acantilado de piedra ostionera que conforma el conjunto de las Calas de Poniente también conocidas como Calas de Roche (29).
A pocos metros de la costa, a lo largo de la CA-4202, se ha establecido un aparcamiento continuo y bien señalizado, desde el que es posible acceder fácilmente a cada cala.
Podremos embelesarnos desde los impresionantes acantilados que delimitan recónditas calas a las que se puede acceder por senderos y escaleras de madera. Llegaremos atravesando amplias zonas de matorral mediterráneo compuesto entre otros por lentiscos (Pistacia lentiscus), sabina (Juniperus phoenicea) y enebro marítimo (Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa), esta última protegida y en vías de extinción.



Es fantástica la convivencia respetuosa entre nudistas y “textiles” que se produce en estas calas.
Torre del Puerco, Loma del Puerco y, Playa de la Barrosa
Dos kilómetros más al norte, en el límite con el municipio de Chiclana, y después de atravesar la urbanización residencial Roche, alcanzamos el último punto de visita en Conil de la Frontera. Se trata de la Torre del Puerco (30), otro punto privilegiado de observación sobre la playa de la Barrosa.
La torre del Puerco, construida en el siglo XVI para la vigilancia militar, es una de las muchas torres vigía que se diseminan por la costa gaditana.
Situada en un terreno plano elevado, con un amplio campo visual, es de planta redonda con el interior abovedado y está construida a partir de ladrillos, tejas y desechos de cocción de alfares. Su valor histórico y arquitectónico le ha valido la declaración de Bien de Interés Cultural en 1985.
Recordemos que la importancia de estas torres estriba en los avisos que se enviaban entre torre y torre cuando se acercaban los piratas a la costa. El sistema es sencillo: se encendían hogueras en la parte superior de la atalaya, con mucho humo por el día y mucha llama si era de noche.


En este tramo, la elevación de terreno no forma acantilados, mientras que a sus pies se extienden la extensa playa de la Barrosa.


Fin de la visita
Me despido de Conil de la Frontera como cada tarde despiden al Sol, en puesta por el Atlántico, numerosas personas que se reúnen en la playa, con un aplauso final.

Me gustaría resaltar dos aspectos de esta visita.
Por un lado, en relación con la morfología urbana de la parte histórica, que siendo de construcción totalmente cristiana, a asumido de forma espontánea en muchos de sus barrios, incluso los construidos en época moderna, el modelo de ciudad “laberíntica” a que se acostumbra a calificar el modelo de ciudad musulmana, con callejuelas irregulares y calles sin salida, que en su fondo articulan espacios de convivencia exterior a las viviendas. Desconozco si este proceder espontaneo de autoconstrucción puede responder a un fondo cultural que los siglos de presencia y dominio musulmán dejaron en la cultura local.
Por otro, la característica de calidad ambiental que ofrece el modelo de pueblos blancos. La visión del conjunto urbano desde lejos ofrecen unas imágenes de uniformidad y homogeneidad constructiva en la doble dimensión de que no sobresale ningún edificio que rompa la armonía, ni de formas ni colores arquitectónicos disruptivos. La masa de blanco, tamizada por los huecos de puertas y ventanas y los perfiles de cada construcción ofrecen uniformidad visual sin caer en la monotonía. Creo que este es el gran valor y atractivo de los pueblos blancos.
Pero, además, el esmero en mantener revocadas y pintadas de blanco todas y cualquier tipo de pared, sea de una casa palaciega, sea de una humilde vivienda de autoconstrucción, evita la fealdad que muestran la inmensa mayoría de los pueblos y ciudades de España que han crecido arbitraria y desordenadamente.
Bases de información
Webs
Almadrabas
Sara Amado Pareja. La almadraba, un arte de pesca milenario
Sara Amado Pareja. La almadraba de Conil, gran hito pesquero, cultural y gastronómico del sur
David Florido del Corral. Las almadrabas andaluzas: entre el prestigio y el mercado
Webs academic
Alfonso Fernández Tabales et alt. Gobernanza territorial y gestión de destinos turísticos. Iniciativas municipales de desarrollo turístico vinculadas a la limitación del crecimiento urbano en la costa de Cádiz
Eva Cote et alt. Informe comarcal final. La Janda (Cádiz). Atlas Patrimonio Inmaterial de Andalucía
J. Ramos. Capítulo 2. Medio natural de la campiña litoral y banda atlántica de Cádiz
José Ramos Muñoz (coord.). La ocupación prehistórica en la Campiña litoral y Banda Atlántica de Cádiz: aproximación al estudio de las sociedades cazadoras-recolectoras, tribales-comunitarias y clasistas iniciales
Darío Bernal Casasola. Conil en la antigüedad clásica. Entre mercablum, el garum y el retrotierra agropecuario
Fernando Cruz Isidoro. La defensa de la frontera. La renovación de la arquitectura militar en el estado territorial de la Casa de Medina Sidonia (del II al VII Duque)
Francisco Javier Hernández Navarro et alt. Las repercusiones de la Guerra de Sucesión en una villa del Ducado de Medina Sidonia: Conil de la Frontera (1700-1711)
Juan Carlos Fernández Sánchez. Urbanismo y arquitectura popular en Cádiz
Manuel Chaparro Campos, Vicente Prieto Barea. Molinos tradicionales en la campiña de medinasidonia y el territorio de frontera. Bases para la inscripción genérica colectiva en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz
Celeste Jiménez de Madariaga. La gestión municipal del patrimonio cultural. La chanca de Conil (Cádiz, España)
Alberto Atanasio-Guisado, Juan Francisco Molina-Rozalem. Implantación territorial y análisis arquitectónico de los búnkeres del Subsector IV del estrecho de Gibraltar (Conil, Vejer y Barbate)