Las pallozas constituyen una de las formas más arcaicas de arquitectura popular en España que ha sobrevivido hasta el siglo XXI. Veamos las del Conjunto etnográfico de O Cebreiro (Lugo).

Pallozas de O Cebreiro (Lugo)

O Cebreiro, Lugo (Google earth 2022-08-08)
O Cebreiro, Lugo (Google earth 2022-08-02)

Pallozas de O Cebreiro. Os Ancares lucenses. Lugo

Municipio: Parroquia de Santa María do Cebreiro. Comarca: Os Ancares lucenses.  Provincia: Lugo. Com. Autónoma: Galicia

Coordenadas: 42°42′29″N 7°02′37″O. Altitud: 1.330 msnm. Población: 21 habitantes (2021)

Web: concello

Bien de Interés Cultural (BIC)

Visita: 2016

Mapa de situación de 0 Cebreiro, Lugo (Google maps 2022-08-03)

Pallozas de O Cebreiro. Os Ancares lucenses. Lugo

Siguiendo con el interés por los vestigios de la arquitectura popular española me parece de gran interés considerar las pallozas, como una de las formas de arquitectura popular más ancestral de la Península Ibérica.

Para ello he rescatado una visita a O Cebreiro de 2016. La lástima fue que la visita la realicé un “maldito lunes no turístico” y no pude entrar en las pallozas museo y visitables. El conjunto etnográfico de O Cebreiro está formado por cuatro pallozas.

El gran interés de estas construcciones en la zona de las montañas de Galicia, León y Asturias es que son ejemplos vivos de las casas primitivas de Europa que arrancan de la Edad del Bronce y del Hierro, muy poco evolucionadas durante varios milenios, llegando a pervivir hasta principios del siglo XXI, en los que todavía había alguna palloza habitada.

El territorio

La zona de confluencia de las provincias de Lugo, Asturias y León es aquella que conserva hoy los mejores ejemplares de palloza y sin duda también un aspecto clave respecto de su remoto origen. El mayor punto de concentración de los hábitats de construcción de pallozas se encuentra en la sierra de Ancares, Cebrero y algunos núcleos de las montañas asturianas y leonesas.

Este ámbito territorial se caracteriza por ser de morfología montañosa, y formada por valles cerrados e incomunicados en elevadas altitudes, por encima de los 800 msnm hasta los 1.500 m.

Además de la orografía, la climatología de inviernos, fríos, nevosos y ventosos, que dejaban incomunicados los valles y los núcleos de población, reforzaba el aislamiento social, cultural y económico.

A pesar de ser O Cebreiro el lugar de paso de la vía romana que atravesando los montes leoneses entre Astorga y Triacastela, enlazaba la Península con Galicia y, posteriormente, integrado en el camino francés de la ruta Jacobea, esta conexión no se realizaba con los territorios circundante, que permanecieron secularmente aislados de los cambios históricos que se iban produciendo. Esta incomunicación sería una de las causas del estancamiento evolutivo de las formas de vida y hábitat en los que se integra la palloza.

O Cebreiro se localiza en el punto de divisoria de aguas entre Galicia, al noroeste y Castilla y León al sudeste (derecha e izquierda de la fotografía).

O Cebreiro, Lugo

Subida a O Cebreiro de la calzada romana/camino de Santiago, desde el lado leonés. Paisajes impresionantes.

O Cebreiro, Lugo

Para entender el sentido constructivo de las pallozas es importante considerar que el modelo productivo de la economía de montaña se basaba en un modelo tradicional de ganadería extensiva, agricultura y aprovechamiento del monte. La labranza, condicionada por la pobreza del suelo y la dureza del clima, se basaba en la producción de cereales junto con otros cultivos, como las patatas y las habas. El centeno o «pan» era el cereal por excelencia de la montaña por ser el que mejor se adaptaba al terreno y al clima. El grano formando parte importante de la dieta de las personas, mientras la paja era empleada en las cuadras y como materia prima para los teitos de las pallozas.

En las tierras próximas a los valles sembraban lino para la fabricación de tejidos. Cerca de la vivienda cultivaban la huerta. De los árboles aprovechaban frutas como las manzanas y sobre todo las castañas, alimento que explica la importancia de los soutos (plantación de castaños) en el paisaje de montaña.

Se trataba de una economía de subsistencia, en la que la familia producía lo que necesitaba con una mínima dependencia del exterior, lo que permite y explica su aislamiento.

Por su parte, el núcleo de la sociedad ancaresa era la familia extensa, formada por varias generaciones y encabezada por el matrimonio de más edad, titular del patrimonio. En esta organización familiar lo habitual era que el hijo primogénito fuese quién heredará la casa y su patrimonio para evitar, con esta mejora, la división de los bienes y asegurar su pervivencia, aunque dificultaba la situación del resto de los hermanos; éstos quedaban a cargo del primogénito, pudiendo también obtener algún ingreso como jornaleros, dedicándose a algún oficio, o incluso emigrar.

En la montaña ancaresa las duras condiciones de vida son las que determinan el carácter de sus campesinos. A esta economía y a este clima se adapta la palloza.

La localidad de O Cebreiro

Antes de entrar en el conocimiento de las pallozas creo que puede ser conveniente situar la localidad de O Cebreiro en la podremos observar varios tipos de ellas. Todas las fotografías corresponden a pallozas de esta localidad.

Una vez hemos visto su posición en la cresta de la montaña que separa Castilla y León de Galicia podemos detenernos en comparar la estructura urbana del conjunto en 1929, en la que todas las edificaciones eran pallozas, con la transformación hasta principios del siglo XXI, donde la mayoría han sido transformadas en edificaciones rectangulares de piedra, con cubierta de pizarra a dos aguas y de doble planta.

Cuatro pallozas se mantienen integras y cuatro parcialmente reconvertidas donde la mitad de vivienda se ha transformado en construcción rectangular de piedra de dos niveles con cubierta de pizarra a dos aguas. Son las que constituyen un conjunto etnográfico considerado Bien de Interés Cultural (BIC).

O Cebreiro. Libro de oro de Lugo. 1929
(Fuente: Libro de oro de Lugo. 1929)
O Cebreito, Lugo. Perspectiva-actual

El hábitat de las pallozas

Para el profesor Carlos Flores (Arquitectura popular española, v. II, p. 460) “la palloza plásticamente constituye una de las construcciones más bellas e interesantes de cuantas pueda ofrecernos la arquitectura popular. Pegadas sobre el terreno o semihundidos en él, con sus enormes dimensiones, semejantes gigantescos animales primitivos de lomo ondulante o brillante caparazón.”

Las pallozas (pallazas, pallotas, cabanas de teito/u (techo)) son uno de los tipos de arquitectura popular más antiguos de los que sobreviven ejemplos en la Península Ibérica, dado que arranca de época de la cultura celta y castreña, y representan los usos y modos de vida del pasado más remoto de nuestra historia desde las Edades del Bronce y del Hierro. Para Carlos Flores estas construcciones guardan más relación con la historia más remota y aun con la Prehistoria, que con nuestro tiempo (v. II, p. 295)

El nombre de palloza es en realidad una deformación del término gallego «pallaza», recogido por primera vez a finales del siglo XIX por etnógrafos como el alemán Fritz Krüger, refiriéndose al material con que se realizaba la techumbre de la edificación. Según parece, la denominación tradicional de estas construcciones es en realidad cabanas (casas) de teito, cabanas de teitu o simplemente teitos. El nombre de palloza se acabó imponiendo para diferenciarla de los otros teitos entre los que se puede incluir las cabañas, los hórreos y otros edificios auxiliares.

Lo característico y diferencial de las pallozas respecto al resto de cabañas de techo de paja y de los castros célticos es que se trata del único tipo en el que se reúnen bajo un mismo techo personas y animales, mientras que en las otras los edificios estas destinados únicamente a persona, a animales o a almacenaje.

De ahí que su dimensión deba ser mayor, alrededor de los 200-250 metros cuadrados.

En cuanto a la forma, la palloza es una evolución del modelo circular que era característico de las edificaciones de los castros. La planta de forma circular se extiende hacia la forma de óvalo o rectangular con las esquinas redondeadas, lo que permite dividir en dos el espacio interior alargado: un lada para residencia y el otro como cuadra. Así es posible mantener la techumbre más o menos cónica sobre la que se arma el techo de paja. Las mayores dimensiones llevarán también a mayores alturas del techo.

Convivencia de personas y animales bajo del mismo techo, en el mismo recinto, pero separados por una pared de media altura.

Palloza, Carlos Flores

Las pallozas de O Cebreiro

Antes de entrar en el detalle de qué y cómo son las pallozas, puede ser interesante observarlas desde el exterior para apreciar convenientemente las formas características de estas construcciones ancestrales.

O Cebreiro, Lugo (Google earth 2022-08-08)
O Cebreiro, Lugo (Google earth 2022-08-02)

A la entrada del caserío se halla situada la palloza (I) que ha sido habilitada como museo etnográfico.

A continuación, una edificación medio reconvertida (II), en la que se ha mantenido la parte de la cuadra, reconvertida en tienda de recuerdos, mientras que la otra mitad es una nueva construcción de un edificio de piedra rectangular de dos plantas.

Vemos a unos esforzados peregrinos en bicicleta que cruzan la localidad por el camino de Santiago que la atraviesa.

Palloza, O Cebreiro, Lugo

La siguiente es otra construcción mixta (III). En este caso al servicio del turismo como hostal.

La palloza (IV) totalmente emblemática, de las que un lado es cortado por un plano. En la imagen podemos intuir el papel de la nieve sobre estas construcciones en invierno. La fotografía fue tomada en el mes de marzo.

Palloza, O Cebreiro, Lugo

La última palloza (V) completa también ha estado museizada.

Palloza, O Cebreiro, Lugo

Cómo son las pallozas

Forma y materiales de una palloza

Vivienda, pajar, establo, cuadras, corral y a veces cochiquera era el destino común y simultáneo de estos amplios recintos que hoy en su mayoría se encuentran abandonados o bien usados únicamente como albergue de personas o de animales por separado, sin que subsista ya la antigua promiscuidad.

Exteriormente se hallan constituidas por potentes muros de mampostería de pizarra (1) más o menos tosca, de 60-70 cm de espesor y menos de 2 m de altura apenas perforados por dos o tres pequeños huecos de unos 30 a 50 cm de lado, además de uno o dos puertas; una mayor para la entrada del ganado y otra menor de acceso exclusivo a la vivienda.

Cuando el interior está dividido en tres partes -vivienda, establo para el ganado vacuno y corral para el ganado lanar o de cerda- cada uno de estas zonas puede tener su propia puerta de acceso.

Su forma en planta es a veces rectangular y otras oblonga, variando desde trazas afines a la elipse o el óvalo y aún al círculo en las más elementales. Cuando es rectangular las esquinas son redondeadas de forma que se evita tener que poner sillería de refuerzo en los ángulos.

Estructura de una palloza
Fuente: J.L. Alonso Parga y A. Diéguez Ayerbe: El Bierzo

El teito o cubierta (2), de colmo o paja de centeno muy tupida, presenta una caída generalmente a dos aguas con una fuerte pendiente de unos 45o para que se deslice el agua y no se acumule demasiada nieve. A veces la cubierta es a cuatro vertientes y adquiriendo en su conjunto una forma puntiaguda, en cierto modo apiramidada o cónica. Es capaz de resistir el peso de la nieve y los fuertes vientos, creando una configuración idónea para su adaptación al hábitat.

La cubierta está, dispuesta sobre un armazón de madera sustentado sobre un esteo (3) o pie derecho de madera colocado más o menos centralmente según la forma de la palloza. En él se apoya la viga madre o cume (4) sobre la que asientan las tixeiras o rollizos (5) que se apoyan en el forcado (6), postes o palos hincados en el suelo y bifurcados en lo alto.

Fijada y atada a esta estructura, un entramado de troncos más finos carreiras (7) (dispuestas más o menos horizontalmente, y cangos (8) (dispuestos verticalmente), donde se atan los manojos de paja de centeno que forman el teito (2).

Era usual que la cubierta, para evitar que la paja se escurriera hacia abajo o que se levantara en los días de viento, estuviese protegida con cordón hecho de paja trenzada que componía una especie de red de fijación superpuestas a la cubierta.

Palloza, O Cebreiro, Lugo, Calos Flores
(Foto: Carlos Flores. Arquitectura popular española. V. II, p. 467)

Distribución interior de una palloza

Su interior, constituido como un espacio único sin divisiones totales entre unas y otras zonas, proporcionaba refugio por igual las personas y a sus animales.

La palloza alcanza en su parte más alta -cúspide o cumbrera, según el tipo de cubierta- alturas de hasta unos 6 y 7 m.

Planta y teito de una palloza por Mark Gimson

Aunque el interior constituye un ámbito único, al no haber generalmente divisiones completas de suelo a techo, esta se encuentra subdividida con muretes de piedra o tablazón (9) de altura variable, pero nunca superior a los 2 m, dando lugar las dos grandes zonas que diferencian a las pallozas. El ástrago (A), espacio de vivienda de las personas, y la estravariza o cuadra del ganado (B).

En el ástrago está la lareira u hogar (10), donde se disponía el fuego en su centro. La lareira era lugar donde se juntaba la familia, donde comían y se hacían diversos trabajos: preparaban alimentos, hilaban el lino y la lana, reparaban zocas y herramientas… Sobre ella se sitúan el cañizo y los sarillos (11) en los que se ponían alimentos como las castañas, los quesos o las carnes de la matanza, para ahumarlos y protegerlos de los roedores.

Cerca de la lareira están los muebles de almacenaje: lacenas, huchas y arcas. Puede haber también un horno y pequeños establos para las crías o el ganado menor, más necesitados de calor. En el ástrago está también la alcoba (12), cuarto cerrado con tableros de madera y espacio privado que correspondía al matrimonio de más edad de la casa.

Interior de la palloza V (Foto: museos_xunta.galicia)

En la estravariza (B), además de las cuadras del ganado, se guardaban el carro y diversas herramientas. Podía contar con un piso intermedio de madera, la barra (13), donde se almacenaba la hierba y las cosechas y que era también usada para dormir, aprovechando el calor generado por los animales en la cuadra.

O Cebreiro, Lugo. Palloza Principal
Interior de la palloza V (Foto: museos_xunta.galicia)

Si la palloza se sitúa -como suele ocurrir- sobre terreno inclinado, en la zona más elevada se coloca el horno para el pan, facilitando así la evacuación de los humos, y en la más baja los establos, utilizando si se podía, la pendiente del terreno, para evacuar las aguas residuales y que los excrementos permanecieran apartados, pero aprovechando el calor que desprendían los animales.

No existe cielo raso como en tantas otras construcciones populares, y los toscos rollizos que constituyen la estructura de cubierta permanecen vistos desde el interior. Únicamente la habitación o habitaciones usadas como dormitorios pueden estar cerradas también por arriba mediante un techo de tablazón sobre rollizos, con lo que se conseguía evitar que las gallinas u otras aves que circulaban libremente por la parte dedicada a vivienda pudiesen «sobrevolar» el tabique de separación y caer improviso sobre los dormidos ocupantes.

O Cebreiro, Lugo. Palloza Principal
Interior de la palloza V (Foto: museos_xunta.galicia)

Algún armario posee también techo propio y, como el dormitorio, aparece como un volumen cerrado independiente dentro del ámbito único que constituye interiormente la palloza.

Entre la zona de vivienda y el establo existe comunicación, que permite el paso directo entre el establo a la vivienda, importante sobre todo en invierno, cuando la palloza queda incomunicada, en que se puede atender a los animales sin necesidad de salir al exterior.

Su orientación, la posición de la lareira y la estabulación del ganado permiten mantener estable la temperatura en su interior, alrededor de los 15o. Además, constituye una unidad autosuficiente, dentro de la cual se encuentran todos los elementos necesarios para desarrollar todas las actividades familiares y de cuidado del ganado y los animales, sin salir al exterior, y de almacenajes para las necesidades de las personas y de los animales durante el invierno. Todos estos elementos definen una efectividad arquitectónica que explica la pervivencia de la palloza pese a la presencia de otros tipos constructivos.

Una filmación de Jesús Álvares Courel del año 1986 ahora recuperada, nos permite observar valiosas imágenes de este patrimonio cultural en el que se recogen las características de construcción y estructura de este tipo de arquitectura tradicional. El valor etnográfico también queda bien documentado, de tal forma que puede sentirse la forma de vida que personas y animales hacían antiguamente en estas edificaciones tan singulares.

O Cebreiro en el Camino de Santiago

O Cebreiro representa un lugar muy significativo en el Camino de Santiago. Su situación en lo alto de los montes que separan las tierras de Castilla y León de Galicia, lo convierte en puerta de entrada a la tierra de Santiago. Para el peregrino haber alcanzado el alto de una extenuante subida hasta los 1.300 msnm después de los páramos de Castilla. Al mismo tiempo, ha sido históricamente la única vía de comunicación entre ambas regiones. Hasta el siglo XIX no se convierte el antiguo paso de tierra en la primera carretera convencional entre Galicia y la Meseta que pasa por O Cebreiro.

El Camino ha dejado dos edificaciones importantes. El Santuario de Santa María la Real y el Hospital de la Condesa.

El Santuario de Santa María A Real (VI) recibe este nombre porque fue declarada santuario de protección real y fue favorecida a lo largo de los siglos por privilegios reales.

Es una iglesia de estilo prerrománico, probablemente fundada por los monjes benedictinos en el siglo IX. En el año 1072 el rey Alfonso VI lo puso en manos de los monjes franceses pertenecientes a la abadía de San Xiraldo de Aurillac, y retornando a la orden benedictina en tiempos de los Reyes Católicos, que lo anexionan a San Benito el Real de Valladolid. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1853 fue abandonado por ellos. La restauración actual se inició en 1963, junto con el resto del conjunto histórico del Cebreiro.

Se vinculan a este santuario el Milagro del Grial y la leyenda de Isabel la Católica, como sendos milagros.

El templo construido de sillería y sillarejo con cubierta de pizarra a dos aguas y una torre en el lado de la epístola a los pies del templo.

Es de planta rectangular, con tres naves, presbiterio y arco triunfal con bóveda de medio punto.

O Cebreiro, Lugo, Santuario de Santa Maria la Real

El ábside es recto, típico de los templos prerrománicos, con oberturas en saetera de iluminación, al ábside mayor y a los laterales.

O Cebreiro, Lugo, Santuario de Santa Maria la Real

Junto al santuario el hospital de la Condesa (VII). Nacidos en la Edad Media, los hospitales se situaban a lo largo del Camino para acoger y prestar cuidados, y en ocasiones manutención, a los peregrinos que dirigían sus pasos a Santiago.

O Cebreiro, Lugo, Santuario de Santa Maria la Real y Hospital de A condesa

Su construcción data del siglo IX al igual que el Santuario de Santa María A Real, dando origen a la aldea.

El nombre de hospital de la Condesa se debería a su fundación por la condesa Egido, hermana o esposa del conde Gatón, célebre repoblador del Bierzo. De ser esto cierto, sería uno de los hospitales más antiguos del Camino.

Actualmente es un albergue de peregrinos con 17 plazas, que se le continúa llamando hospital da Condesa.

Edificio rectangular de sillería y sillarejo, al igual que el santuario, de dos plantas.

El territorio de las pallozas

(Google maps 2022-08-08)

En el territorio amplio de Los Ancares, en tierras de Lugo, León y Asturias, perviven una serie de núcleos en los que todavía pueden admirarse importantes conjuntos de pallozas.

Además, podemos entrar en contacto con el mundo de los castros.

Cito aquí los más significativos, reflejados en el mapa anterior.

En Lugo: Paradaseca, Piornedo, O Cebreiro.

En León: Balboa, Campo del Agua, Pereda de Ancares, Cantejeira, Suárbol, Balouta, Burbia, Peranzanes y Cariseda. En Castro de Chano   existe el Centro de interpretación de los Castros.

En Asturias: Las Brañas de Arriba y Degaña.

Fin de la visita

Para el resumen de esta visita a la tierra de las pallozas las palabras de Casabella y de Xaquín Lorenzo me sirven de guía.

Los conjuntos de pallozas de las sierras de Lugo, Asturias y León son la evolución natural de las casas redondas de los castros fuera de la influencia romana, de forma que la palloza es totalmente distinta a la casa castreña, no sólo en cuanto a su estructura general, sino también en cuanto a la economía a la que corresponde.

La palloza cumple su función dentro de una economía que podemos llamar cerrada; los largos y duros inviernos de las altas montañas de Cebreiro y Ancares obligan al campesino a tener todo lo necesario bajo su techo, no sólo para él, sino también para su ganado, con el que convive.

En el invierno se encierra en su morada y no necesita nada, ya que tiene guardada leña, víveres, comida para el ganado, etc., porque la propia naturaleza le impide comunicarse con el exterior, hasta el punto de verse obligado a guardar los cadáveres dos o tres semanas, esperando que amainen las tormentas para llevarlos al cementerio.

 Agregaríamos que no son totalmente diferentes, sino más bien el resultado de una evolución de la misma matriz como veremos a lo largo del trabajo.”

Esa evolución inicial adaptada al hábitat desde las Edades del Bronce/Hierro, y el aislamiento milenario de estos territorios, sobre los que ni la vía romana ni el camino de Santiago que pasaba por su margen sur por O Cebreiro llegaron a ejercer influencia, se mantendrá hasta el siglo XX.

Solo la modernización de las comunicaciones, y la introducción de los vehículos automotores individuales (automóvil y camión) en el siglo XX acabará con este modelo de hábitat., en el que sobresalen las durísimas condiciones de vida. Para nuestras condiciones de confort, es estremecedor imaginar como han sobrevivido tantas generaciones de ancareños.

Nos queda la posibilidad de admirar la estructura de sus construcciones, sobre las que debería ejercerse una extrema preocupación de mantenimiento de una forma de hacer y de vivir ancestral que ha sobrevivido hasta nosotros.

Bases de información

Webs

Pallozas

wikipedia.es

wikipedia.ca

museos-xunta

culturaydeporte

elbierzodigital

elfilandonberciano

astures

Conjunto Etnográfico de O Cebreiro

museos.xunta.gal

museos.xunta.gal

turismo.gal

culturaydeporte.gob.es

culturaydeporte.gob.es BIC

O Cebreiro

concello

concello

wikipedia

xacopedia

Santuario de Santa María la Real

xacopedia

arteguias

artmedieval

Webs academic

José Antonio Femández de Rota y Monter: La palloza en la cumbre del Camino

Francisco A. González Fernández: Estudio sobre las pallozas de la sierra de los Ancares / España

Glosario ilustrado de arte arquitectónico: Palloza

M.Jesús Rodríguez Canora: Las pallozas del Valle de Ancares y las del Cebrero

Xan Casabella López: Arquitectura redonda no século XX (Tesis doctoral)

Libros

Carlos Flores: Arquitectura popular española. Vol. II

Mark Gimson: As Pallozas

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