El Castillo de Encinas de Esgueva (Valladolid) forma parte del conjunto de castillo-palacio señoriales que se implantaron desde finales del siglo XIII en las tierras del Duero. Su exterior es de los mejor conservados del sistema de castillos mudéjares.
Castillo de Encinas de Esgueva (Valladolid)
Castillo de Encinas de Esgueva. Páramos del Esgueva. Valladolid
Localidad: Encinas de Esgueva. Comarca: Páramos del Esgueva. Provincia: Valladolid. Com. Autónoma: Castilla y León
Coordenadas: 41°45′19″N 4°06′08″O, Altitud: 830 msnm Población: 231 habitantes (2020)
Web: ayuntamiento
Visita: 2021
Castillo de Encinas de Esgueva. Páramos del Esgueva. Valladolid
Las tierras del Duero, durante siglos territorio de frontera entre los reinos musulmanes y cristianos, dio ocasión a que se levantaran numerosos castillos de frontera. Una vez consolidada la frontera cristiana, le siguió un período de conflictos territoriales entres los reinos de León y Castilla, hasta la unificación de ambos. A partir del siglo XIV, continuaron levantándose castillos, esta vez no tanto militares como de tipo señorial, como muestra de poder de los señores sobre sus territorios, así como ante las rencillas constantes con otros señores territoriales vecinos. El planteamiento general de los castillos del periodo medieval lo he expuesto en el Post: Los Castillos medievales en España. Tipologías.
Cada una de estas etapas dio lugar a la construcción de fortalezas de distinta tipología arquitectónica, adecuada a la función de cada momento. El Castillo de Encinas de Esgueva, en la comarca de Páramos del Esgueva, en Valladolid, es un ejemplo de la categoría de castillo-palacio residencial.
El territorio
Situado en los límites de la provincia de Valladolid con las de Burgos y Palencia, en la comarca de Páramos de Esgueva. Sobre el valle del río Esgueva, afluente del río Pisuerga, y cerca del embalse de Encinas de Esgueva.
El río esgueva discurre por el páramo, en tierra esencialmente cerealista, aunque con algunos conjuntos boscosos, y ganadería ovina.
Su antigua condición de frontera fomentó la construcción de castillos y monasterios de repoblación y control.
La localidad de Encinas de Esgueva tiene actualmente 231 habitantes (2020).
Un poco de historia
El Castillo de Encinas de Esgueva fue mandado construir a finales del siglo XIV, por don Diego López de Estúñiga, Justicia Mayor del Rey, después de que en 1394 este adquiriese la villa de Encinas. Desde este punto controlaba sus dominios sobre la línea del Esgueva. Probablemente en el lugar existía ya una antigua fortaleza de repoblación desde el siglo IX.
Enrique III, el Doliente, pasó en el Castillo largas temporadas durante los primeros años de su enfermedad.
En 1571 lo adquirió don Antonio del Río Aguilar, efectuando una amplia remodelación para convertirlo en palacio residencial, entre ellas abrir amplios ventanales. Construyó en su interior un patio renacentista de dos niveles, y colocó su escudo en las esquinas sur y oeste. En 1709, don Antonio Aguilar Zuazo, nieto de los anteriores, obtuvo el título de conde de Encinas.
A principios del siglo XX lo compró Cándido Moyano que, ante el mal estado, desmontó las dependencias internas.
Hacia 1958 fue adquirido por el SENPA (Servicio Nacional de Productos Agrarios) y convertido en silo para granos.
Actualmente, gestionado por el Ayuntamiento, sirve ocasionalmente de centro para actividades sociales y culturales del municipio.
La visita al Castillo de Encinas de Esgueva
Como sabemos, la construcción del Castillo de Encinas de Esgueva se inició a finales del siglo XIV y se prolongó durante el siglo XV, entre 1370-1450. Corresponde a la tipología de castillo-palacio residencial.
Presenta un aspecto de mole compacta cuadrangular, con cuatro aparentes torres esquineras almenadas de la misma altura. Sin aberturas en los altos muros, solamente con saeteras complementando las almenas.
Se ubica en la parte alta de la población de Encinas de Esgueva, en su lado sur, aunque no en la parte más elevada del territorio circundante. La impresión, teniendo en cuenta el momento avanzado de su construcción en la baja Edad Media, debía pretender ser una muestra de poder y dominio sobre la población y los pobladores, como sucedía con otros castillos señoriales que se construyeron por la misma época en la zona.
Aunque la mayoría de publicaciones turísticas catalogan el castillo de Encinas dentro de la “escuela de Valladolid” de fortificaciones o de la “escuela de Castilla”, no es este el criterio de Castro y Retuerce (pág. 82), que consideran que forma parte del “sistema de castillos mudéjares de finales del siglo XIV y principios del XV”, como los castillos de Yanguas, Curiel del Duero, Toral de Guzmanes o Serón de Nágima. Las fortificaciones de este sistema se caracterizan por presentar planta normalmente cuadrada, con torres cuadradas reales o fingidas en las esquinas, y patio palacial central.
En concreto, la planta del Castillo de Encinas de Esgueva muestra una construcción central de planta cuadrangular, rodeada de una antemuralla exterior con foso seco de piedra de sillería con escarpa y contraescarpa, y un puente de acceso (presumiblemente en origen debía tener una barbacana con un puente levadizo).
Toda la obra es de sillería de piedra, haciéndose visible las numerosas intervenciones que se ha efectuado a lo largo de los siglos en esos muros por la diferencia de materiales y calidades de labrado. Especialmente en tres momentos: La remodelación palatina por parte de los Aguilar en el siglo XVI, con abertura de ventanales; la reconversión, ya en el siglo XX como silo para grano; y finalmente, la rehabilitación reciente para su consolidación como monumento histórico.
La edificación central consta aparentemente de cuatro torres esquineras, las dos del lado sudoeste sobresaliendo del muro cuadrado. Todas ellas almenadas.
En la esquina oeste se alza la Torre del Homenaje. La de la esquina sur presenta las características de una bestorre (torre hueca por dentro y abierta hacia el interior), mientras que las otras dos, en las esquinas norte y este, son torres fingidas formadas por elevación en forma de “L” de los muros de la muralla, y coronados por almenas, como el resto del conjunto.
En la fotografía siguiente aparece a la izquierda la Torre del Homenaje, en el centro la bestorre, y a la derecha una de las torres fingidas. Corresponde a los vértices de los lados sudoeste y sudeste.
Aquí se aprecia claramente la estructura de muro elevado de las dos torres fingidas.
La siguiente fotografía muestra una perspectiva de la Torre del Homenaje y la falsa torre del lado noreste.
En la Torre del Homenaje se pueden observar en la planta superior dos parejas de ventanas geminadas idénticas. Las que aparecen en primer término no son originales, sino copias del otro par original.
También aparece uno de los blasones que los Aguilar, tras su compra, añadieron en las esquinas de la Torres del Homenaje y de la bestorre. Blasón representado por un águila.
Asimismo, destacan las aberturas que fueron tapiadas, seguramente en el momento de reconvertir el Castillo en silo para cereales.
Queda claro como la falsa torre del vértice norte es simplemente una elevación del lienzo de la muralla.
El castillo propiamente dicho se protegió con una muralla exterior, o antemuralla, y con un foso seco exterior de piedra con escarpa y contraescarpa.
En las cuatro esquinas de los cuatro lienzos se reforzó la protección con cubos cuadrados sobresalientes.
Si nos situamos frente a la puerta de entrada aparece el lienzo almenado con las dos elevaciones asimétricas. La única abertura en todo el amplio lienzo es la puerta ojival de entrada al patio de armas y, sobre ella, en lo alto del muro, un matacán. Solo aparecen algunas pequeñas saeteras junto a las almenas. En el vértice sur, uno de los escudos de los Aguilar que estos añadieron.
El acceso a la fortificación se efectúa actualmente a través de un puente de piedra sobre el foso. Una verja de hierro cierra la entrada en la antemuralla exterior.
Se presupone que en este punto debió haber una barbacana con puente levadizo.
La puerta del Castillo daba paso al patio de armas renacentista de dos niveles.
La fotografía histórica muestra el estado del patio de armas renacentista antes de su reconversión en silo para grano. En la actualidad es un gran espacio cubierto con una abertura central que forma un patio interior. El Ayuntamiento los usa como depósito y como lugar para la celebración de algunos eventos.
Aunque es un espacio cerrado al público, la presencia de un operario municipal en el momento de nuestra visita nos permitió acceder al interior del almacén actual, y merodear por la liza, el espacio interior entre murallas.
A mitad del lado nordeste de la antemuralla existe un cubo semicircular y refuerzos de saeteras.
También permitió echar un vistazo hacia el exterior desde la posición dominante del Castillo, así como sobre el foso seco.
Una perspectiva muy interesante es la que se dirige hacia la iglesia de San Mamés, gótica de los siglos XV-XVI.
Es interesante observar como ocupa otro punto dominante sobre la población, a la misma altitud que el Castillo.
Para terminar la presentación de la visita podemos efectuar un recorrido por el exterior de la antemuralla y el foso.
Seguiré un recorrido, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, partiendo de la calle Subida al Palacio, desde donde se efectúa el primer contacto con el Castillo. Corresponde al vértice norte, con una de las falsas torres, mientras la calle sigue por el lateral nordeste.
Observaremos desde el foso hasta lo alto de las torres.
La primera imagen nos muestra la Torre del Homenaje a la derecha, y las dos falsas torres hacia la izquierda.
El lienzo del Castillo con la falsa torre, y en primer término el cubo cuadrangular esquinero avanzado de la antemuralla, con las correspondientes saeteras.
El lado nordeste, hacia la Torre del Homenaje muestra el foso en su disposición original, por cuanto no se ha abierto ninguna calle en este tramo, por lo que la parte exterior actúa claramente en su función de dificultar un asalto al elevar artificialmente la altura del muro de la antemuralla.
El tipo de foso es de talud con escarpa y contraescarpa, construido en piedra de sillería.
Hacia el este de la antemuralla sobresale el tambor que habíamos visto desde el interior.
Aquí aparece el perfil de una puerta secundaria.
Se llega al vértice este, y a la fachada de entrada al Castillo.
Prosigue el foso y reconocemos el puente actual de piedra para salvar el foso, donde debió haber un puente levadizo.
Pasado el portal de entrada al Castillo, la siguiente perspectiva corresponde el vértice sur, con la bestorre.
Con la continuación del foso correspondiente.
Volvemos a divisar la iglesia de San Mames.
La Torre del Homenaje con la ventana geminada original.
Y el blasón de los Aguilar en la esquina.
Finalizamos el circuito nuevamente sobre el lado noroeste, con el foso directamente adosado al terreno.
Se ha cerrado en este punto el recorrido exterior accesible, y doy por terminada la visita al Castillo de Encinas de Esgueva.
Fin de la visita
El Castillo de Encinas de Esgueva, es uno de los castillos-palacio señoriales de la baja Edad Media en las tierras del Duero.
Aun cuando sucesivas reformas han acabado con las construcciones del interior es, no obstante, uno de los mejor conservados de su exterior.
Circulando por la carretera VA-VP-3014, en lo alto de la población de Encinas de Esgueva se muestra potente y dominante su compacta y rectilínea mole de piedra.
Si uno dispone de un poco de tiempo, se siente inmediatamente atraído por esta masa pétrea que incita a desviarse hacia la población y ascender con facilidad hasta el Castillo y efectuar un tranquilo recorrido a su alrededor.
