Pals, en el Baix Empordà de Girona, es una de las villas que mejor conservan su fisonomía medieval y su recinto amurallado. Dominante sobre el paisaje de la llanura del río Ter.
Pals (Girona)
Pals. Baix Empordà. Girona
Comarca: Baix Empordà. Provincia: Girona. Com. Autónoma: Cataluña
Coordenadas: 41°58′18″N 3°09′00″E. Altitud: 55 msnm. Población: 2.411 habitantes (2019)
Web: ayuntamiento
Bien de Interés Cultural: Torre de las Horas y murallas (1949). Barrio del Pedró (1973).
El municipio de Pals fue galardonado con el 1º Premio Nacional de Bellas Artes (1973).
Última visita: 2018
Pals. Baix Empordà. Girona
Visitar la villa medieval de Pals una de las propuestas de salida desde Casamar-Hotel Restaurante. Aquí presento el resultado que pone de manifiesto su interés.
El municipio de Pals, con 2.411 habitantes (2019), está formado por tres ámbitos de población: la villa de Pals (1.075 habitantes), unos 5 kilómetros en el interior hacia el suroeste del término municipal; Los Masos de Pals (615 habitantes) a medio camino de la playa; y las urbanizaciones de la Playa de Pals. Además, como en el resto del Empordà, hay una infinidad de masías dispersas.
La visita se limitará a la parte antigua -medieval- de la villa de Pals.
El territorio
En la zona noreste de la comarca del Baix Empordà, limitando con el macizo del Montgrí, se extiende la llanura del Baix Ter, en el límite con el Mediterráneo. Formada por tierras agrícolas y los humedales del Baix Empordà.
Se considera que, miles de años atrás, el mar penetraba en el interior del territorio entre el macizo de Montgrí al norte y las montañas de Begur en el sur. Con los años este territorio se fue rellenando por sedimentación fluvial, formando humedales hasta la línea de costa actual que conforma la bahía de Pals.
Con anterioridad al primer mapa (500 años a.C.), la ocupación marina había llegado a penetrar más en el interior, superando el asentamiento íbero de Ullastret, representado en la primera imagen por un cuadrado en negro.
En el límite sur de esta plana, resguardado tras las montañas de Begur, una colina de unos 55 metros de altitud fue ocupada desde antiguo para localizar un asentamiento humano que actualmente corresponde a la villa de Pals, a una distancia de unos 5 kilómetros lineales de la costa.
Un poco de historia
Aunque se han encontrar testimonios arqueológicos desde el Paleolítico e íbero-romanos, la construcción del recinto de Pals que nosotros vemos, debe situarse en la edad Media, a partir de la reconquista sobre los sarracenos.
Un precepto carolingio del año 889, relacionado con el monasterio de Sant Pau de Fontclara, deja constancia de la existencia del Castillo del «Mont Aspre», de la villa de Pals y de los humedales que dan nombre al lugar.
El año 994 Ramon Borrell y Ermessenda, condes de Barcelona y de Girona, hicieron donación de la torre de Pals -situada en el condado de Empúries- y de su iglesia de San Pere al obispo de Girona.
A partir del siglo XI, Pals cambió de propietario en varias ocasiones. Se supone que este frecuente traspaso de propiedad estaba vinculado a las dificultades y pobreza que el entorno de sus tierras tenía para aportar unos rendimientos favorables.
A finales del siglo XIII, Pals era una pequeña localidad en colina, dominada por el Castillo y la iglesia parroquial. En ese momento, la concesión de mercado por Jaume II el 1293 y los conflictos entre el rey y el conde d’Empúries, urgió a mejorar las defensas del núcleo urbano que iba creciendo alrededor del Castillo.
Un siglo más tarde, muchas villas de la costa se fortificaron debido al peligro que suponían las incursiones piratas, especialmente las procedentes del norte África.
El año 1401 el rey Martí autorizó a los habitantes de Pals a endeudarse hasta 40.000 sueldos (una enorme cantidad en aquella época) para poder financiar la rehabilitación y agrandamiento de fosos y murallas.
La guerra civil de 1462-1472 tuvo importantes efectos sobre Pals. La iglesia y el Castillo quedaron dañados. Además, en 1478 Juan II mandó que fuera desmantelado lo que quedaba del Castillo, salvándose la torre. Las piedras del Castillo se utilizaron para reconstruir la iglesia.
En tiempos de Fernando El Católico se organizó como municipio independiente, y se le concedió el título de Villa en 1503.
Pals se extendió más allá de la muralla, pero sólo en forma de arco en dirección sur, que era la parte donde el terreno ascendía más suavemente hacia la cima de la colina y quedaba protegido de los humedales. La parte norte quedó libre de construcciones. El resultado sobre la morfología urbana ha sido que las murallas de la zona norte han pervivido intactas, mientras que la expansión hacia el sur, aun manteniendo las murallas, estas fueron aprovechadas para adosar construcciones y viviendas, y se extendió por el arrabal exterior, sobre el terreno en pendiente.
El posterior ensanche moderno, se desplazó al llano, configurándose sobre el camino de Palafrugell a Torruella de Montgrí, formándose el barrio de Samaria o Trasamaria (o), articulado por tres calles longitudinales emparejados en el eje de la carretera antigua. Actualmente, una carretera de circunvalación evita el paso por el interior de la localidad al tráfico de paso.
En el siglo XVIII se iniciaron los trabajos de desecación de los humedales.
La agricultura y la ganadería han sido las actividades económicas tradicionales siendo una especificidad de Pals el cultivo de arroz, que se comercializa bajo la denominación «Arroz de Pals». El molino de arroz de Pals, situado al norte del municipio, y aún a pleno rendimiento, data de 1452, de la época en que se inició el cultivo de este cereal.
Desde 1838 hasta 1900 estuvo prohibido su cultivo para evitar las enfermedades que se generaban en los humedales.
Con la industrialización del país se desarrolló una cierta actividad metalúrgica, de la madera y de industrias alimentarias, así como del sector de la construcción.
A partir de mediados del siglo XX, con el desarrollo del turismo y los servicios, el sector agrícola experimentó un descenso importante. Sin embargo, el cultivo del arroz se ha mantenido aprovechándose de la mecanización, y aunque una veintena de familias se dedican a su cultivo.
El sector turístico se aprovecha de esta especificidad organizando diversas actividades a lo largo del año, con el arroz como protagonista.
Recorrido por el núcleo antiguo de Pals
Tanto si llegamos a Pals por el sur desde Palafrugell, como por el norte desde Torruella de Montgrí, en el horizonte parece un cerro fortificado con la torre de las Horas y la iglesia de Sant Pere sobresaliendo como señas de identidad.
Una vez dejado el coche en algunas de las zonas de aparcamiento (PK) me dirijo a la zona medieval del barrio del Pedró por la calle de l’Abeurador (a) cruzando el Raval. La torre de las Horas aparece majestuosa al fondo.
En la primera esquina a la derecha desemboca la calle del Raval (n).
En este tramo predominan las casas de dos plantas con puertas adoveladas de medio punto.
Plaza mayor y Casa de la Villa
El final de la calle se abre a la plaza Mayor (b) que se formó ante el portal principal de la muralla, en la explanada donde tradicionalmente se desarrollaba el mercado desde el 1293.
El edificio esquinero del fondo a la izquierda acogía la primitiva Casa de la Villa (2). Actualmente aloja la Oficina de Turismo.
La Casa de la Villa (3) se trasladó adonde está actualmente, frente al emplazamiento anterior. Se formó uniendo tres construcciones de época gótica, entre ellas la casa de un herrero. En el siglo XIII ya se citaba una importante fragua en Pals.
En la ventana de estilo gótico de la casa de la esquina se observan tres arcos conopiales con relieves heráldicos.
Barrio del Pedró: El burgo medieval
El recinto amurallado que forma el Mont Aspre, tiene una forma casi elíptica, de unos 170 metros de este a oeste y unos 150 metros de norte a sur.
Cuatro calles sinuosas y empinadas enlazaban con los tres portales de la muralla y con el Castillo, adaptándose a la pendiente del terreno.
En el interior del recinto destacaban, en la parte norte, el Castillo (del que sólo queda la torre como ya se ha dicho), y la iglesia de Sant Pere.
Las casas en su mayoría tienen tres niveles, con los ángulos y puertas de sillares. Como es habitual en este tipo de recintos amurallados medievales, será común la presencia de arcos que unen casas por encima las calles, con cámaras superpuestas, y los pasos elevados de comunicación.
La mayoría de puertas son de umbrales de piedra o arcos de medio punto adintelados y profusión de ventanas góticas y renacentistas
Para las anotaciones en los umbrales vemos que la renovación de las viviendas corresponde al siglo XVIII, cuando se produjo el momento de recuperación económica de Cataluña. La rehabilitación de este patrimonio ha ido acompañada de la reconstrucción con criterios historicistas de las partes más dañadas, ligado al fuerte impulso de la ocupación como residencia secundaria y turística del siglo XX.
Portada principal y calle Mayor
Comprobaremos estas características entrando desde la plaza Mayor por la portada principal del lado sureste en la calle Mayor (c).
El pasado comercial de la plaza se aprecia en el ángulo que forma con el portal de la Villa, donde todavía es visible uno de los arcos de entrada de la lonja o pórtico, similar a la que tenían otros pueblos del Empordà, como Ullastret o Peratallada. A finales del siglo XVI el pórtico se transformó en el primer edificio consistorial (2), y quedó parcialmente engullido por una reforma a las murallas.
En la comparación entre las dos fotografías anteriores se hace evidete uno de los criterios que ha sido dominante en la rehabilitación de todos los recintos «medievales» de la zona: la transformación de todas las fachadas en muros de piedra vista. Se percibe que se impuso el criterio de dejar todas las fachadas con la piedra vista, considerándose – y aún se considera-, que la piedra vista sin enlucido protector hace los recintos más bonitos, «medievales» y turísticos.
La portada principal de la calle Mayor (1) tiene la forma de arco de medio punto con grandes dovelas. Era la puerta principal, aunque la construcción visible es del siglo XVIII. El escudo sobre la puerta es el de la Villa, con la fecha de 1744.
Por el lateral de la derecha sobre un callejón, el pasaje casa Rufina (d), sin salida. Uno de sus atractivos son el arco y el puente sobre la calle, que une los edificios de ambos lados.
Avanzando por la calle Mayor se llega a una bifurcación que formará el trazado en «Y» de la trama urbana, y que dirige cada ramal hacia las otras dos puertas de la Villa.
El de la izquierda, calle de les Placetes (e), lleva a la puerta de la plaza de la Iglesia. Por la derecha continúa la calle Mayor, camino del Castillo y, también pasando por la plaza de la Iglesia, al portal norte de la Villa.
Sigo por la derecha, por la calle Mayor.
Sepulturas medievales
Los primeros pobladores del Mont Aspre dejaron su huella grabada en la roca donde se asienta el núcleo urbano. En el transcurso de las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo a lo largo del siglo XX se han descubierto varias tumbas excavadas en la piedra natural, algunas de tipo antropomorfo. Se datan normalmente entre el período visigodo (siglo VI-VIII) y en torno al año 1000. Muchas son aún visibles en la calle Mayor, frente Ca la Pruna, en la Placeta o en el espolón rocoso de la torre de las Horas.
En el interior de la apertura bajo la calle que sube por la derecha se encuentra una de estas tumbas antropomorfas (4).
Calle de la Torre y escaleras
La calle que sale en sesgo, calle de la Torre (f), circundará hasta el pie de la torre de las Horas.
Las escaleras que están situadas un poco más arriba llevan directamente a la torre de las Horas.
Torre de las Horas
La torre de las Horas (5) es la torre maestra, y el resto más antiguo que se conserva, del Castillo de Pals.
Aunque a finales del siglo IX ya se habla de la existencia de una torre, la construcción que ha llegado hasta hoy se fecha hacia los siglos XII-XIII.
Fue salvada del derribo del Castillo por orden directa del rey en 1478, poco después de la guerra de los Remensas: «En lo dit loch de Pals un castell molt antich e enderroquat en las demés parts (…) que no haia res que salvar-se puxa sinó la torre maestra» (“En el dicho lugar de Pals un castillo muy antiguo y en ruinas en las demás partes (…) que no haya nada que salvarse pueda sino la torre maestra «. A partir de entonces tuvo la función de torre de vigilancia.
Su altura es de unos 15 metros, por unos 7 metros de diámetro exterior, construida con sillares de tamaño medio.
La entrada original a la torre estaba situada a unos 7 metros de altura por motivos de seguridad, como era usual en la época, y enlazaba con el Castillo. Posteriormente, se construyó una estancia inferior, a la que se accede por la puerta actual a nivel del suelo.
También sirvió en alguna ocasión como prisión.
Hoy se le llama «torre de las horas» porque ha ejercido de reloj de la Villa, con una pequeña campana del siglo XVI que repica los cuartos y otra del 1701, más grande, las horas.
Encaramado en el espolón de base se dispone de una magnífica perspectiva sobre el llano del Ter. Se puede apreciar toda la bahía, con el macizo de Montgrí y las islas Medes. También se aprecia la configuración del paisaje humano de cultivos, zonas boscosas en las lindes y la multitud de masías aislados distribuidos por todo el territorio.
Circundante la base de la roca transcurre la calle de la Torre (f).
El espacio del Castillo
El Castillo (6) estaba situado en el punto más alto de la Villa, y tiene su origen hacia el siglo IX, en el que se documenta la existencia de una torre al «Mont Aspre» (el cerro rocoso de Pals). La mayor parte del tiempo el Castillo estuvo en manos del rey, que lo utiliza a menudo como moneda de cambio con los nobles más importantes del país. La vizcondesa Sancha de Cabrera la amplió y lo acondicionó para hacer su residencia habitual. Como ya se ha dicho, en 1478 Juan II mandó que fuera desmantelado preservando la actual Torre de las Horas.
Sobre los escombros de las edificaciones posteriores a su desmantelamiento, en el lugar que correspondía en el patio de armas y las estancias del Castillo, se levanta la casa de la familia Pi y Figueres, descendientes del primer gran filántropo de Pals, construida a mediados siglo XX, obra del arquitecto Lluís Bonet Garí.
Es una construcción residencial de estilo historicista, que no pretende ningún tipo de reconstrucción histórica.
El único vestigio que se conserva es la torre d’en Xinel·lo (T2) que, como las otras torres de defensa, es vacía por el interior, con una cubierta de arco de algo apuntado. Es decir, se trata de una bestorre abierta por la parte interior y cubierta.
En el único lugar que parece que se ha querido presentar un carácter fortificado ha sido en la puerta de entrada, con una pequeña torre de defensa adosada.
Los jardines son un elemento importante de la residencia.
Plaza de la Iglesia
En dirección a poniente llego a la plaza de la Iglesia (g).
El último caserón a la derecha de la calle Mayor corresponde a ca l’Estela (7), de los siglos XVI-XVII, con elementos de tipología gótica. Lo que quiero hacer notar es la autenticidad de la fachada, con el enlucido funcional protector.
Forma una explanada abierta entre la fachada de la iglesia de Sant Pere y el portal d’en Ramonet.
Iglesia de Sant Pere
La pieza clave de la plaza es la iglesia de Sant Pere (8).
El lugar dispuso de una primera iglesia ya a finales del siglo X. En el siglo XII se construyó una iglesia románica dedicada a San Pedro.
El templo quedó dañado como resultado de la guerra civil (1462-1472), y fue reconstruido a partir de 1478 con piedras del Castillo, que ya sabemos que también estaba arruinado, en estilo tardogótico.
En el lado izquierdo se mantuvo restos del edificio primitivo, como es visible, con una pequeña ventana y lo que podría ser una puerta.
También se aprovechó el muro románico de la fachada, aunque posteriormente modificado.
Se observa un rosetón gótico y un portal barroco de 1773, con el campanario de base cuadrada.
El templo gótico del siglo XV es de una sola nave, con un solo ábside que ocupa todo el ancho de la planta, semicircular por el exterior y poligonal por el interior.
Me recuerda al de la iglesia románica de Sant Esteve de Marenyà, en el mismo Baix Empordà.
La cubierta del templo es de crucería.
A los pies del templo se sitúa un coro elevado con un pequeño órgano.
En el lado del evangelio, donde se conserva la edificación primitiva, se construyeron dos grandes capillas.
En el ángulo norte de la plaza, al final de la fachada de la Iglesia, encuentro uno de los rincones más intimistas de todo Pals (h).
El portal comunica con el último tramo de la calle Mayor (c).
Por la calle Mayor hacia el Mirador Josep Pla
Al entrar la calle Mayor (c) se establece el contacto con la muralla norte del recinto.
Se sale del recinto amurallado por el portal de la torre d’en Rom (T3).
La torre presenta la típica forma de bestorre cubierta, en que queda perfectamente claro el doble nivel que tenía y la bóveda de cañón.
Mirador Josep Pla
Saliendo por la puerta se entra en el mirador Josep Pla (9).
Si observamos la fotografía de la puerta nos daremos cuenta de una circunstancia que ya he encontrado en otros lugares: es un mirador desde el que no se ve nada.
No es la primera vez que constato que un mirador con vegetación arbórea alrededor, pasado un tiempo después de su construcción, los árboles han crecido lo suficiente para tapar la visión para la que se construyó. Y a nadie se le ocurre la idea de recortar los árboles para que el sitio pueda mantener su función de mirador.
Cuando Josep Pla venía al mirador podía disfrutar de una visión panorámica en dirección norte sobre la llanura del Ter, el macizo de Montgrí e islas Medes y hasta los Pirineos. Además del paisaje humanizado de cultivos y masías.
Si no si ha puesto remedio desde la última visita, ahora sólo visualizaremos una explanada de tierra rodeada de árboles.
En este punto doy por terminada la visita al recinto interior de Pals.
La segunda parte de la visita la dedicaré a recorrer buena parte del exterior siguiendo las murallas.
Recorrido por la Muralla
El recorrido por el exterior de la muralla lo comenzaré por la parte norte, en el portal y torre d’en Rom (T4), para seguir por el oeste hasta la portada principal, y terminar en la torre del Hospital (T1).
Como ya sabemos, el origen de la fortificación corresponde al siglo XIII, con algunas modificaciones posteriores.
Las murallas cerraban el recinto medieval primitivo de Pals con una superficie más o menos ovalada de unos 170 m de este a oeste y de unos 150 metros de norte a sur. El perímetro total de las murallas es de unos 480 metros.
Recordemos la disposición de la muralla en la imagen que ya hemos visto. Por la forma del recinto parece que debería haber 7 torres, de las cuales 4 son nítidamente visibles -las torres d’en Ramonet, d’en Rom, d’en Xinel·lo y del Hospital-. Una quinta -la situada en el extremo sur de la muralla- es claramente visible, pero integrada en el conjunto con construcciones civiles adosadas.
Las bestorres tienen unos 8 metros de altura, son de planta cuadrada, vacías por el interior, con una cubierta de arco de medio punto o ligeramente apuntado. Divididas internamente en dos niveles, con las correspondientes aspilleras por nivel. El estado actual de las torres es sin almenas, no se sabe si habían tenido.
La puerta norte está defendida por la torre d’en Rom (T4). Este era el estado a principios del siglo XX de esta parte.
Si nos desplazásemos en dirección este por el paseo Arqueológico (i), llegaríamos a la torre del Hospital (T1) pasando por torre d’en Xinel·lo (T2). Esta bestorre formaría parte de las defensas del Castillo. Así es como se ve el interior de la bestorre desde la torre de las Horas, mostrado anteriormente.
Al igual que en todo el recorrido del paseo Arqueológico, en dirección oeste (j) se observa la muralla abierta al exterior, sin construcciones externas.
Las murallas se adaptan a los altibajos del terreno por el que discurren. Es interesante observar cómo las aspilleras suben y bajan siguiendo la curva de la base.
Desde esta parte se dispone de unas espléndidas vistas sobre el área de poniente del Baix Empordà.
La densidad de poblamiento de este territorio se constata con la visualización de gran número de localidades circundantes.
En dirección oeste tenemos Sant Feliu de Boada.
Hacia el noroeste se distingue Palau-Sator.
Prosiguiendo el recorrido se llega al vértice occidental donde estaba situado uno de los portales, defendido por la torre d’en Ramonet (T4), y donde se localiza la plaza de la Iglesia.
Vista desde el interior, en la plaza de la Iglesia.
Donde debía estar la portada, totalmente derruida, la sustituyen unas escaleras que permiten dirigirse a la calle Mossèn Joaquim Pi (k).
A partir de este punto, la expansión urbana en esta dirección sur comportó que la muralla se integrara en la trama urbana.
En un primer tramo del lienzo amurallado este se ve más modificado para adaptarse a los alojamientos que se asientan sobre ella por la parte interior. El alto muro está agujereado por ventanas y algunas puertas de viviendas. Una barbacana debería proteger una poterna.
A continuación, la edificación ocupó la parte exterior de la muralla, adosándose al muro.
Pueden observarse la pervivencia de aspilleras en el lienzo.
Pasado este tramo se vuelve a recuperar el lienzo de la muralla primitiva readaptada. La torre sur (T5) también ha sido ocupada para uso residencial.
Sigue la calle de la muralla (l) hasta la plaza Mayor.
Ahora no hace falta detenerse en la plaza Mayor para continuar el recorrido por la calle del Hospital (m) siguiendo el trazado de la muralla hasta la torre del Hospital, en el punto más oriental del recinto amurallado.
En este tramo también aparecen construcciones adosadas por la parte exterior.
La torre del Hospital (T1) ha sido prácticamente toda reconstruida, debido a su estado ruinoso.
En este punto la muralla hace un giro de 90o, y se inicia el paseo Arqueológico (h1) que nos llevaría hasta el mirador de Josep Pla, pasando por el lado de la torre d’en Xinel·lo (T2)) y el muro exterior del viejo Castillo.
Expansión de Pals
El último tramo de la visita lo dedico a la zona de expansión extramuros de la Villa.
Antiguo Hospital
La torre anterior ha recibido el nombre del edificio del antiguo Hospital (10), edificado extramuros en los siglos XVI-XVII.
Situado junto al inicio del camino a Torroella, para poder atender enfermos y peregrinos. A principios del siglo XX era todavía visible el símbolo de la cruz en muchos de los cerrojos del interior, en clara alusión al sentido sanitario religioso de la institución.
La edificación fue muy alterada para convertirla en vivienda. La ventana y la puerta de la derecha son las únicas originales.
El Raval
Las calles del Raval (n), que ocupa la expansión hacia levante fuera muralla.
Las construcciones de arquitectura popular por las que paso hay que situarlas sobre todo en los siglos XVII-XVIII.
Ca la Pruna
Para concluir el recorrido me acerco al sector más meridional para dar un vistazo a Ca la Pruna (11).
Ca la Pruna es la denominación actual del mas Isla, una de las casas más importantes en la historia medieval y moderna de Pals. Los miembros de la familia Isla aparecen documentados ya a principios del siglo XV, vinculados al cultivo y la comercialización de cereales, básicamente arroz. De hecho, inventarios antiguos revelan la existencia de un molino arrocero en la planta baja de la casa.
El edificio fue quemado durante la primera guerra carlista (1833) y sensiblemente alterado por las restauraciones de la década de 1970. Sin embargo, todavía son visibles restos de muros bajo medievales y diferentes ampliaciones de los siglos XVI-XVIII.
Edificio de planta pentagonal con tres niveles, construido directamente sobre la roca, por lo que no dispone de bodega subterránea. La flanquean dos torres cuadrangulares con una portada de medio punto con grandes dovelas en el muro orientado a mediodía. En la segunda planta una gran galería con un alero de madera.
En los ángulos del muro orientado a poniente sobresalen en la parte superior dos garitas cilíndricas de sillares.
Ahora Ca la Pruna está destinada a casa de cultura de Pals.
Calle Enginyer Algarra, antigua carretera
La expansión de la última etapa de Pals se produjo especialmente durante los siglos XIX y XX. En estos momentos la concentración tuvo lugar en la parte del llano, junto a la colina de Pals en el lado de levante, sobre el eje de la carretera de Torruella de Montgrí a Palafrugell, actual calle Enginyer Algarra (o). Este ensanche se extiende longitudinalmente de norte a sur, sobre una retícula ortogonal irregular.
Los edificios históricos de finales del siglo XIX y principios del XX, como el Casino y el del Sindicato del arroz de Pals, se sitúan en esta calle.
Una vía de circunvalación por el este desvía la circulación de paso.o
Playa de Pals
Dos otros núcleos importantes residenciales del municipio se han desarrollado sobre la base de residencias secundarias y turísticas en Els Masos de Pals y Playa de Pals.
Podemos observar el frente marítimo de la Playa de Pals, con una amplia playa de arena fina que arranca en la playa de El Racó de Begur, al pie del macizo de Begur, hasta la desembocadura del río Ter en la parte norte.
Una perspectiva de toda la bahía de Pals, con el macizo de Montgrí y las islas Medes en el otro extremo.
Una curiosidad geopolítica: Radio Liberty
Como curiosidad geopolítica del período de la Guerra Fría, explicar que en estos terrenos de la playa de Pals se instaló la emisora estadounidense «Radio Liberty«.
La firma de los acuerdos Hispano-norteamericana de 1953 abrieron el camino a la construcción de unas grandes instalaciones de antenas emisoras del American Committee for Liberation from Bolchevism (AMCOMLIB) destinadas a emitir programas de propaganda en los países de la Europa del Este. Las antenas tenían una monstruosa altura de unos 160 metros.
Estuvo en funcionamiento entre 1959 y 2001. En 2006 fueron desmanteladas las antenas.
Hay que tener en cuenta que en 1955 este territorio era prácticamente desierto. Aún no había comenzado el fenómeno del turismo en la Costa Brava.
Bases de información
Webs
Webs academic
M. Oliva Prat. La villa medieval de Pals
Jordi Bolós, Castell de Pals, Catalunya Romànica
Anna-Maria Corredor i Plata. Noticies disperses sobre algunes edificacions fortificades de Pals
Joaquim Valentí. Ca la Pruna de Pals