Peratalla (Baix Empordà, Girona) es una de las villas de origen medieval en la que mejor se conserva su núcleo, sin construcciones posteriores a su alrededor, y con la trama urbana original.

Peratallada (Girona)

Peratallada (Google earth 2019-10-29)
Peratallada (Google earth 2019-10-29)

Peratallada. Baix Empordà. Girona

Municipio: Forallac. Comarca: Baix Empordà. Provincia: Girona. Com. Autónoma: Catalunya

Coordenadas:  41°58′40″N 3°05′24″E. Altitud: 50 msnm. Población: 462 habitantes el 2018

Web: forallac-peratallada

Conjunto Histórico-Artístico y bien cultural de interés nacional (BCIN)

Última visita: 2019

Mapa de situación de Peratallada (Google maps 2019-10-29)

Peratallada. Baix Empordà. Girona

La visita a Peratallada desde el Hotel Casamar para mí constituye una de las salidas imprescindibles.

Peratallada es una de las villas de origen medieval más interesantes, ya que podemos apreciarla actualmente en las dimensiones y casi la forma urbana que tenía, en el momento de máxima expansión en la Edad Media, una importante baronía en Cataluña, la de los Cruïlles-Peratallada.

Al no producirse la expansión urbana extramuros que afectó a la mayoría de las poblaciones, ya que la renovación urbana tuvo lugar en el interior de la localidad, ha permitido que actualmente podamos tener una visión exacta de cómo eran estas dimensiones.

Del informe elaborado por Miguel Oliva Prat, para declarar Peratallada Conjunto Histórico Artístico extraigo la siguiente síntesis descriptiva del valor de la villa: “De entre la totalidad del conjunto monumental de Peratallada destacan, por encima del interés que ofrecen las zonas urbanas rurales, de notable arquitectura popular, las plazas porticadas con todo el sabor de la época; amén de las murallas, está el castillo medieval que se levanta hacia el centro de la villa, en la acrópolis de la misma y encima de una simple eminencia.”

El territorio

Está integrado en el municipio de Forallac que, curiosamente, no corresponde al nombre de ninguna población, sino que es la denominación que recibió la agrupación de los anteriores municipios de Vullpellac, Fonteta y Peratallada al integrarse en un único municipio. Además, también agrupa las localidades de Sant Climent de Peralta, Santa Susanna de Peralta, Fitor y Canapost.

Situada en la parte sur de la llanura del Ter, cerca de lo que había sido el lago de Ullastret, en una zona en que dominaban los humedales.

A pesar de que el conjunto, y espacialmente el Castillo, se asienta sobre un resalte rocoso, no forma uno de los característicos pueblos de colina de la zona. Una muestra, la necesidad de construir fosos secos excavado en la roca para aumentar las medidas de seguridad de las murallas, lo que, como se verá, le ha dado una personalidad muy especial a Peratallada, así como el origen del mismo nombre.

Un poco de historia

Está considerado uno de los núcleos a los que se califica de «medievales» más importantes de Cataluña. Declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).

El núcleo fortificado se encuentra encima de un enorme basamento de roca de piedra arenisca, que se explotó como cantera desde muy antiguo. Se considera que el topónimo deriva de Petra Scissa o Petra tallada (siglo X). Recordemos que en catalán pera tiene el significado de piedra.

Por restos encontrados se sabe que los orígenes de Peratallada se remontan a la prehistoria, y se han encontrado también restos griegos y romanos.

La primera referencia escrita sobre Peratallada es del año 1065. En la Edad Media vivirá su momento de máximo esplendor. El castillo se convirtió en el epicentro de uno de los principales dominios feudales del país cuando el 1250 se unieron las familias de los Peratallada y los Cruïlles, gracias al matrimonio de su heredera, Guillerma de Peratallada y el Barón Gilabert de Cruïlles, al no tener la casa de Peratallada descendencia masculina.

En la guerra contra Joan II fue sometida por el príncipe Ferran en 1467.

Durante la época moderna, en los siglos XVII y XVIII, vivió un largo periodo de crecimiento económico y social que se tradujo en una expansión urbana.

En un primer momento se ocuparon los espacios públicos intramuros y los fosos, que habían perdido su finalidad defensiva. Más tarde se construyó fuera del núcleo fortificado.

Al dejar de ser capital de una baronía se fue convirtiendo en una pequeña y prospera población rural, agrícola y ganadera.

Esta situación se mantuvo hasta mediados del siglo XX, cuando el turismo y el sector Servicios tomaron un mayor protagonismo.

Al irse transformando en lugar de segunda residencia se ha producido un proceso de “embellecimiento” de las casas, la mejora de los espacios públicos, y la penetración de actividades comerciales y de restauración en los bajos de muchas casas, especialmente de las calles principales y de las plazas.

Las murallas

El sistema defensivo de Peratallada fue ampliándose hasta terminar el siglo XV con tres recintos tangentes amurallados, pero independientes entre sí, formando una planta trilobulada.

El primer recinto alrededor del Castillo en el sur. Un segundo en la parte norte del anterior. Y un tercero posterior en el lado este.

Dibujo de los tres recintos amurallados que conformarían el núcleo de Peratallada en la época medieval (s. XIII-XV)
Peratallada
En rojo, trazado de las murallas que se conservan total o parcialmente. En amarillo, estimación de los límites de la muralla del tercer recinto que no han pervivido

La arquitectura popular

Agrupaciones de edificaciones muy indiferenciadas, destinadas a viviendas, establos o pajares, casi siempre entre medianeras.

Los pisos tienen generalmente 2 o 3 plantas, a veces con buhardilla en la parte superior.

Muros de piedra de mampostería sin escuadrar con refuerzos en las esquinas. Los marcos de las ventanas y puertas son de piedra sillería.

Las cubiertas de teja con uno o dos vertientes, desaguan en la calle mediante un canalón de barro.

En las portadas y ventanales podemos ver elementos góticos del tipo seriado de la época y casi siempre añadidos sobre fábricas anteriores.

Hay que pensar que la mayoría de construcciones urbanas son viviendas características de los siglos XVII-XVIII, si nos atenemos a las dataciones que encontramos en las fachadas.

El urbanismo

Cuando pongo entre comillas el calificativo de «medieval» que se aplica en general a los pueblos que han conservado una morfología urbana y constructiva «antigua», es decir anterior al siglo XX, es que cuesta creer que realmente lo sean. Pienso que en la mayoría de casos sería mejor de calificarlos de «pueblos de origen medieval».

Veamos el caso de Peratallada.

Sabemos que era muy típico de las villas murallas que en vez de derribar los muros se utilizaran como soporte de viviendas a ambos lados. En estos casos las calles resultantes siguen la forma de la muralla, pero con construcciones posteriores, probablemente de siglos.

En el caso de Cataluña, la recuperación económica y demográfica de los siglos XVII y XVIII propició el crecimiento de la mayoría de núcleos habitados.

Las fechas que encontramos grabadas en los frontispicios de muchas casas nos remiten a estos años. Desde nuestra perspectiva, son casas viejas, y es fácil imaginárselas como medievales sin serlo necesariamente. Pero turísticamente queda muy bien calificarlas así.

Si es así, la trama urbana podría seguir más o menos ajustada a las formas de los trazados de las calles, aunque no necesariamente el recorrido exacto, desplazado unos metros por la anchura de las casas adosadas a las murallas.

En el caso de Peratallada esta disposición es especialmente significativa en la calle Mayor, que sigue por el exterior de las casas adosadas la forma de la muralla este del recinto principal.

Si observamos la disposición de la portada de acceso a la plaza del Castillo, vemos como esta se encuentra ubicada adentrada respecto a la esquina de la calle Mayor, y como se acopló esta casa.

Por ello mis reticencias a hablar de villas «medievales». Quizás sería mejor calificarlas, como he señalado, de villas «de origen medieval».

La visita a Peratallada

Recorrido exterior de la muralla

Peratallada

De las 12 torres de defensa que parece que formaban el conjunto de los tres recintos amurallados, se conservan cuatro en los lados oeste y norte, y ninguna visible de las que pudiera haber en los muros interiores. El sistema defensivo corresponde a los siglos XII y XIII.

Como veremos a continuación, uno de los elementos más significativos de esta construcción son los fosos secos, cortados en la roca.

Empezaré el recorrido por el lado suroeste, para avanzar en el sentido de las agujas del reloj hacia el norte.

La primera torre cuadrada está situada en la parte sur del lado oeste (A). Las tres paredes exteriores contienen aspilleras. La torre está abierta hacia el interior.

  Al sur de la torre (a) lo que resta de lienzo sólo se insinúa en sus límites. El muro se eleva sobre la roca tallada, para aumentar su altura, sin que en esta parte forme un verdadero foso.

En cambio, en dirección norte, en el tramo (b), el foso se va haciendo cada vez más evidente.

Peratallada

La siguiente torre de defensa fue transformada posteriormente en Torre de las Horas (B), con los arcos para colgar las campanas.

Esta singular torre formaba parte del sistema defensivo, construido en el siglo XII. Posteriormente fue adaptada y convertida en la torre del reloj. Actualmente es la segunda edificación más alta de la Villa tras la torre del Homenaje, y una de las imágenes más características del conjunto.

Detrás se ve la Torre del Homenaje.

Para llegar hay que pasar por encima de un puente, actualmente de cemento, que pasa por encima el foso. Hay que pensar que en su momento debería haber del tipo de puente levadizo.

Aquí se situaría la entrada a los recintos sur y norte (c).

El foso corresponde al tramo (b) que venía desde la torre (A).

El lienzo de muralla (d) la une con la única torre redonda del conjunto. Se supone que se debería construir con posterioridad dado que presenta aspilleras para armas de fuego.

Peratallada

Los muros de sillares aprovechan la misma piedra arenisca de la base de la roca.

En este tramo el foso seco excavado en la roca se manifiesta ya con toda claridad.

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Para llegar a la cara norte el recorrido no es difícil, pero no está preparado. Vale la pena hacerlo porque ofrece imágenes espectaculares del foso siguiendo el lienzo de muralla (e).

Peratallada
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La torre más al norte (D) se conserva perfectamente, a pesar de que por la parte posterior se adosó una construcción.

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Siguiendo el lienzo (f) aparece el Portal de la Mare de Déu (E). Todo apunta a que el puente de piedra actual también debía un puente levadizo en origen.

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Es la única entrada que se conserva en su forma primitiva en el punto más visible del todo el conjunto.

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Siguiendo la observación desde el puente, se mantiene la forma del foso en la continuación del lienzo (g).

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Se acaban en este punto los restos de la muralla. Las construcciones dan continuidad aproximada al trazado de la muralla del lateral este de Peratallada. Corresponde a una de las partes más modificadas, pero manteniendo unas construcciones «viejas», que hay que imaginar de finales del siglo XIX o principios del XX.

Peratallada

Para finalizar este recorrido me sitúo en el punto (F), que correspondería a la entra por el este del tercer recinto y que lleva actualmente en la Plaza Mayor. Queda insinuada la apertura, sin que se vea ninguna evidencia de la construcción original.

Recorrido por la villa

Peratallada

El recorrido nos llevará por los edificios históricos de la ciudad y por las calles donde se conserva completamente la arquitectura popular hasta finales del siglo XIX o principios de XX. Entre estos elementos podremos apreciar los espacios porticados y las casas-puente.

Propondré un recorrido en que pasaremos prácticamente por todas las calles de la villa.

Entrada por la Puerta de poniente

De los tres amplios aparcamientos que hay perfectamente acondicionados dejaré el coche en el de poniente (PK1).

Dispondremos de la visión de la muralla de poniente (d), de la apertura que correspondería a la puerta de este lado (c) y una primera perspectiva de la torre de las Horas (B).

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Pasado el puente de entrada, este es el aspecto que ofrece el acceso hacia el centro el pueblo.

Calle de la Roca

Prefiero girar a la izquierda por la primera calle que sale paralela a la muralla en dirección a la puerta de Santa María. Se trata de la calle de la Roca (1), una de las calles más emblemáticas y fotografiada por las roderas que el paso de los carros dejaron en el suelo. Donde también se ve clara la base rocosa de las edificaciones.

Mirando atrás se ve claramente la torre de las Horas.

Peratallada

Continúo hasta el cruce de la calle Hospital. En este punto existe un puente de arco de medio punto, que pasa a ambos lados de la calle de la Roca, y que une en diagonal las casas de dos manzanas. Hay que pensar que forman parte de la misma propiedad y que fue la forma de comunicarlas.

Las dos fotografías que siguen nos muestran el estado de este punto cuando estaba al servicio de la actividad primaria y, después una vez pasado por el tamiz de la «rehabilitación turística». Dicho con palabras cariñosas, tras ponerlo bonito y hacer de él un «auténtico pueblo medieval«.

La modernización ha modificado la edificación del fondo a la izquierda, y ha aumentado un piso el de la derecha, en este caso con un mal acabado de la fachada elevada.

Peratallada
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La casa un poco más de cerca, con ventanas góticas.

Peratallada

La última puerta de la calle a la izquierda da acceso a un amplio terreno con una gran masía. Esta masía corresponde a la edificación adosada a la torre norte (D) que habíamos visto en el recorrido exterior.

Peratallada
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Inmediatamente después nos encontraremos en la Puerta de Santa María (E).  

Puerta que se mantiene como años atrás. Como se ve, las calles tenían tamaño de carro.

La imagen de la Puerta de Santa Maria desde el exterior ya nos es familiar. Recordemos que esta es la única puerta que se conserva de todo el recinto.

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En frente de la puerta, al otro lado de la carretera, una gran masía, una gran explanada con el aparcamiento norte (PK2) y, a unos doscientos metros al fondo, la Iglesia Parroquial.

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Iglesia de Sant Esteve de Peratallada

Lo que me sorprende, y en ninguna parte he encontrar referencias, es que la iglesia no esté en el interior del recinto amurallado. Usualmente acompaña al castillo en su presencia de poder sobre los pobladores, mientras ésta la situaron doscientos metros alejada de la muralla.

La Iglesia parroquial de Sant Esteve (2), obra de finales del románico, de los siglos XII y XIII, compuesta de dos naves con ábsides semicirculares, aunque debió planificarse como una iglesia de tres naves.

Peratallada
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En el frontis, orientado a poniente, como es debido, hay una puerta de gran dovelaje con moldurados, un rosetón y una espadaña que ocupa toda la fachada, con cuatro arcos apuntados, de dimensiones diferentes las dos de cada lado, y una capilla en la parte central. Las diferencias de materiales hacen ver que se ha producido diversas actuaciones a lo largo de los siglos.

Peratallada

Estuvo sometida a importantes reformas a lo largo de los siglos XIV-XV, como la construcción de una torre de defensa sobre un ábside.

Si entramos respetuosamente por la puerta lateral derecha de acceso al cementerio, podremos dirigirnos a los ábsides y observar la torre de defensa añadida.

Peratallada

La torre de defensa despega siguiendo la base semicircular del ábside de la nave central, sobre el que se apoya. 

La cubierta de la nave central es de bóveda de cañón apuntada.

Entre los siglos XVI y XVIII se anexó una tercera nave en el lado oeste, con varias capillas y la sacristía en el lugar del ábside.

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Desde la Iglesia disponemos de una vista de conjunto sobre la cara norte de Peratallada, donde sobresalen la torre del Homenajes del Castillo y la torre de las Horas. 

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Calle Hospital Perat

Retorno en el interior de la villa por la misma calle de la Roca hasta la segunda esquina, en el que punto había pasado por debajo del puente sobre la calle de la Roca, y a la izquierda tomo en la calle Hospital Perat (3).

Peratallada

A media calle Hospital Perat se puede admirar una de las casas-puente de las que hablaba al principio como propias de la arquitectura popular de estos pueblos.

Peratallada
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Al fondo unas casas con porche de entrada, convenientemente puestas al día.

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Plaza de l’Oli

En este punto, la calle que confluye por la izquierda puerto a una interesante plaza de l’Oli (Aceite) (4).

Podemos observar una construcción del siglo XIX con los esgrafiados que estuvieron de moda por toda Cataluña en aquellos tiempos, en este caso imitando sillería.

Peratallada

El cultivo del olivo, junto con la vid, fue muy importante para el campesinado de Peratallada.  En esta plaza se han documentado los restos de una de las almazaras comunitarios dónde se elaboraba el aceite. No solo para consumo local, sino también para ser comercializado.

Peratallada
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Como es una plaza cerrada hay que retroceder para continuar ahora por la calle Mayor.

Calle Major

La calle Mayor (5) señala la forma y posición de la muralla del Castillo siguiendo la fachada de las casas que se construyeron adosadas al muro por su lado exterior.

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Una imagen de la calle Mayor a mediados del siglo XX y la actual.

Peratallada
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El extremo de la calle Mayor en mostrará la entrada a los arcos de la Plaza de les Voltes.

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Observando la datación de las casas a lo largo de la calle Mayor nos damos cuenta de que los siglos XVII y XVIII fueron los que concentraron las actuaciones inmobiliarias.

Peratallada
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Plaza de les Voltes

La entrada a la Plaza de les Voltes (porches) (6) desde la calle Mayor se efectúa por el lado de poniente.

Primero se encuentran les Voltes. Por una parte, sirven para dar cobijo a la actividad comercial en la calle. De otro, representa la consolidación de un estilo de casa típica de la zona: la casa puente. Esta tipología permite ampliar las viviendas y preservar el espacio público.

La plaza fue el epicentro social del pueblo durante muchos siglos, y corresponde al tipo de Plaza Porticada muy frecuente en el urbanismo medieval del Empordà, y concentra actualmente una importante parte de la oferta comercial y de restauración de la villa.

Encontramos arcos a la romana y de sábana tabicada.

Peratallada
Peratallada
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La plaza presenta tres accesos. Si salimos para el acceso de levante saldremos fuera muralla, por donde pasa un torrente seco la mayoría del año. En esta zona exterior está localizado uno de los aparcamientos públicos (PK3).

Al volver la vista hacia el núcleo urbano veremos que esta entrada (F) se correspondería con una de las puertas de acceso al recinto amurallado más oriental. No quedan restos de la portada ni de las murallas, pero si la disposición del acceso, como hemos visto al presentar las murallas.

Peratallada
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Al entrar en la plaza esta se dispone en el lado izquierdo, con los porches a la derecha.

Peratallada
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Al fondo a la izquierda, la calle que conduce a la puerta de la muralla del Castillo (7).

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Esta portada ya me había servido para mostrar como la muralla pasa por el interior de las casas que conforman la calle Mayor, que inicia su recorrido en este lugar. Al mismo tiempo constituye un ejemplo más de casa-puente.

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Castillo-Palacio

Pasada la portada se llega a la plaza del Castillo con el Castillo (8) frente nuestro. El resultado final corresponde a un modelo de castillo-palacio.

En la plaza está la Oficina de Turismo.

Imágenes de la plaza con vistas de izquierda a derecha.

Peratallada
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El edificio ha ido cambiando a lo largo de los siglos a partir de una edificación probablemente de origen romano o visigodo, pero de la que se tiene la primera noticia escrita en 1065.

Esta evolución ha dejado partes de construcción románicas, góticas y posteriores, a medida que el núcleo fortificado perdía su papel defensivo y evolucionaba hacia residencia-palacio.

En la construcción actual se pueden distinguir dos sectores claramente diferenciados por su estructura y uso: el núcleo fortificado y el palacio.

La parte más antigua corresponde a la torre del Homenaje y el aula más grande. Hacia el siglo XIII se construye el palacio gótico, al que se le irán anexionando nuevos espacios. Como ya sabemos, el edificio fue el epicentro político de la poderosa baronía de los Cruïlles de Peratallada, una de las familias más importantes de la Cataluña medieval.

Actualmente, pertenece a los condes de Torruella de Montgrí que lo compraron en 1964.

El palacio da directamente sobre la plaza, con una fachada de tipo residencial y con elementos góticos visibles.

Peratallada
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A la izquierda se alza otra torre.

En el interior, la Torre del Homenaje (H), configura uno de los elementos arquitectónicos más característicos del núcleo medieval.

Se trata de una majestuosa construcción del siglo XI-XII, de planta cuadrada y 8 metros de altura, apoyada directamente sobre una base de piedra arenisca, con un piso intermedio de madera.

Tanto la Torre como la muralla que la rodea, conforman un recinto defensivo más inaccesible coronados por almenas. Posiblemente estaba separada del resto de las edificaciones de la villa a través de un pequeño foso en el lado norte.

Como no se puede acceder al interior del Castillo, aprovecho una fotografía expuesta en uno de los paneles informativos del pueblo para ver la torre del Homenaje (H).

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Del mismo panel informativo extraigo dos restituciones hipotéticas de la evolución del castillo de elemento defensivo a palacio.

Peratallada
Restitución hipotética del castillo en los siglos XI-XII
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Restitución hipotética del castillo-palacio en los siglos XIII-XV

 

Al continuar el paseo por la villa tendré ocasión de visualizar la torre del Homenaje desde otras perspectivas.

Calle del Forn

A la izquierda del Castillo comienza la calle del Forn (horno) (9) en dirección este-oeste.

En el primer tramo se camina entre el muro del castillo y las casas que abocan al exterior sur de Peratallada.

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Calle de Jaume II

Al llegar a la primera esquina a la derecha se presentan dos opciones, seguir adelante por la calle del Forn o girar a la derecha, siguiendo el muro del Castillo, por la calle Jaume II (10). Tomo esta segunda opción, lo que, al margen de acercarme a un rincón encantador, me permite disponer de una perspectiva de la torre del Homenaje.

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En este rincón que forma esta estrecha calle encuentro aplicado el color azul típico de las casas de campo de la zona.

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La calle Jaume II vierte en la torre de las Horas (B) y la entrada (c) por donde he empezado el recorrido.

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Calle d’en Vas

En la esquina izquierda de la fotografía anterior se ve que se abre una calle. Corresponde al punto donde debería llegar si hubiera tomado la opción de continuar antes por la calle del Forn.

Vale la pena dar un vistazo a esta calle d’en Vas (11).

Si se tiene un poco de tiempo, hay que pensar que las distancias son cortas, os propondría que iniciásemos un recorrido en sentido inverso desde este punto.

Pasar por debajo de una nueva casa-puente será lo primero de lo que disfrutaréis.

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Pasado el puente, al fondo a la derecha sobresale la parte interior, con la arcada apuntada, de la primera torre (A) con la que habíamos empezado el recorrido por las murallas.

A partir de aquí recorremos de la calle del Forn el trozo que había dudado, hasta llegar nuevamente a la plaza del Castillo.

Calle Marqués de Robert y Calle de la Torre

Seguimos ahora la pared del Castillo en dirección norte, por la calle Marqués de Robert (12) Otra casa casa-puente nos llevará a la calle de la Torre (13).

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Como estamos circunvalando los muros del Castillo lo que veremos al girar por la calle de la Torre será la muralla del Castillo que rodea la torre del Homenaje.

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En el espacio que se abre en el extremo de la calle de la Torre hemos llegado de nuevo a la entrada de la calle d’en Vas, por donde había empezado justamente este recorrido circular.

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Mirando atrás continuaremos con la visión de la torre del Homenaje.

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Ahora ya sí que doy por terminada la visita. Estoy justo en la entrada del aparcamiento donde había dejado el coche.

Fin de la visita

La visita a Peratallada nos permite ver una villa medieval en su dimensión real, ya que no existe prácticamente crecimiento posterior fuera de los límites de lo que había sido su espacio amurallado. A pesar de que las murallas no se conservan en toda su extensión, sí que lo ha hecho su perímetro.

Por otro lado, también nos permite seguir la trama de cómo era el urbanismo medieval, sin cambios de trazado, sólo los vinculados a la sustitución de las murallas interiores de la villa, ya que estaba organizada en tres recintos amurallados acoplados de forma tangente entre sí.

El hecho de que una parte importante de la renovación constructiva urbana proceda sobre todo de la recuperación económica de los siglos XVII y XVIII me hace decir que estamos ante un ejemplo muy claro de villa de origen medieval, lo que en términos turísticos se designa como en «villa medieval«.

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