La villa de Torrijos (Toledo), cuenta con un importante patrimonio que arranca del siglo XIV, con el palacio de Pedro I, y tiene su obra culminante en la Colegiata en los siglos XV-XVI. Un paseo por sus calles nos sitúa en la modernidad a través del Proyecto de Street Art.
Torrijos (Toledo)
Torrijos. Comarca de Torrijos. Toledo
Comarca: Comarca de Torrijos. Provincia: Toledo. Com. Autónoma: Castilla-La Mancha
Coordenadas: 39°59′00″N 4°16′53″W. Altitud: 529 msnm. Población: 13.684 habitantes (2020)
Web: ayuntamiento
Visita: 2021
Índice
Torrijos. Comarca de Torrijos. Toledo
Palacio de Pedro I / Convento de la Purísima Concepción / Ayuntamiento
Colegiata del Santísimo Sacramento
Plaza de España. Antiguo Ayuntamiento
Estación de Ferrocarril. Calle de la Estación
Electra SA, Fábrica de harinas y Silo de trigo
Barrio de Las Colonias o Colonia Gatell
Nuevo Convento de las Reverendas Madres Concepcionistas Franciscanas
Torrijos. Comarca de Torrijos. Toledo
El primer lugar de visita desde mi alojamiento en el Hotel La Salve fue la propia villa de Torrijos en donde se halla ubicado.
El territorio
Torrijos ocupa la parte central de la Meseta comprendida entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, al norte del río Tajo, que la atraviesa de este a oeste por su parte central, sobre terrenos sedimentarios.
La villa estará, pues, rodeada de terreno llano ondulado, prácticamente sin masa forestal natural, estando los campos dedicados a cereal de secano, viña y olivar.
En su historia ha sido importante su posición en las rutas desde Toledo a Ávila y a Talavera de la Reina.
Una característica de este territorio es un poblamiento totalmente concentrado en pueblos y villas, y solo unas pocas fincas dispersas. De los 13.684 habitantes de Torrijos, solo 17 representan población diseminada.
Un poco de historia
Aun cuando se considera que existió ocupación humana desde antiguo, hay indicios desde el Paleolítico, así como posiblemente de celtas vettones, romanos y visigodos, pero lo que ha pervivido de su historia arranca de la Edad Media.
En 1085 es conquistado por Alfonso VI y repoblado por mozárabes toledanos. En 1214 Alfonso VIII premia la intervención del arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, en la batalla de las Navas de Tolosa donándole Torrijos, que posteriormente será cedido al cabildo de la catedral de Toledo.
La primera obra que ha llegado hasta la actualidad corresponde al alcázar-palacio que Alfonso XI alza para su hijo, el futuro Pedro I, en conmemoración de la Batalla del Salado (1340).
Con Pedro I Torrijos adquiere relevancia real al destinar el palacio a la celebración del nacimiento de su hija Beatriz, fruto de la relación con su amante María de Padilla, en 1353.
Contaba con una muralla, con el palacio situado en su lateral de poniente. En la población convivían cristianos, judíos y mozárabes, por lo que contaba con la iglesia de San Gil Abad, el patrón de la localidad, dos sinagogas y una mezquita, todas ellas desaparecidas.
El Palacio fue con frecuencia residencia real. Este hecho queda reflejado en el escudo de Torrijos, que incluye el motivo heráldico de la corona sobre la torre, significando la condición de villa de realengo que, en el aspecto jurisdiccional, tuvo Torrijos durante parte del reinado de Juan de Castilla y León; y, asimismo, al ser su alcázar-palacio, lugar de residencia de los monarcas de dichos reinos.
La torre del escudo parece aludir a la etimología «Torrelivm» (torrecillo), mientras que los olivos completan la toponimia «TORRIJOS DE LOS OLIVOS» con que se conoció la villa desde el siglo XIV por la abundancia y calidad de este cultivo, base de las industrias oleicas y jaboneras que tanta fama dieron a Torrijos hasta finales del siglo XIX.
El momento trascendente para Torrijos será a partir de 1482 cuando Gutierre de Cárdenas y Chacón, comendador mayor de León de la Orden de Santiago, contador mayor de los Reyes Católicos, compra al cabildo toledano la aldea de Torrijos, de unos 500 vecinos, e inmediatamente le da categoría de villa, para lo cual se levanta el rollo jurisdiccional. La villa queda integrada en el Estado señorial de Maqueda del que pronto se convertirá en capital. En 1576 ya eran 750 vecinos, a pesar de la expulsión en 1492 de una importante judería.
Casado con Teresa Enríquez de Alvarado, prima del rey católico Fernando y dama de la corte de Isabel la Católica, el matrimonio Cárdenas-Enríquez establecen su residencia en Torrijos, en el alcázar-palacio, y dedican sus esfuerzos a la construcción de diversas obras urbanas, religiosas y benéficas que darán realce a la villa.
La importancia en la Corte de Gutierre de Cárdenas se manifiesta en el hecho de que, estando prohibido que los nobles construyeran castillos, se le autorizó a completar la muralla de Torrijos, reconstruir el castillo de Maqueda y levantar el castillo de San Silvestre, en Toledo.
De esta forma, comienza en Torrijos reconstruyendo las murallas y remodelando el Palacio al estilo renacentista.
A partir de 1482 redifica y restaura la muralla que rodeaba Torrijos, pues la ya existente no se encontraba en muy buenas condiciones y no era muy adecuada para la defensa de la ciudad, como se había comprobado en tiempos de Juan II, ni eran las propias para la población donde iba a residir el Contador Mayor del Reino y una de las personas más importantes de la época.
De la muralla no queda ningún vestigio.
El perímetro de la muralla se ve perfectamente reflejado en la trama urbana.
La muralla era de aspecto mudéjar, muy similar a la de Maqueda y a las del entorno en la provincia, con un perímetro aproximado de 1.700 metros, albergando en su interior una superficie de 145.000 metros cuadrados. Contaba con cuatro puertas principales, las de Maqueda, Toledo, Gerindote y Pozo, a las que se unió posteriormente una quinta, la de Madrid.
Las otras obras que el matrimonio que proyecta e inicia, y que continuará hasta su muerte en 1529 la esposa Teresa Enríquez, son la Colegiata del Santísimo Sacramento, el palacio de los Condes de Altamira o Duques de Maqueda, el hospital de la Santísima Trinidad con la capilla del Santísimo Cristo de la Sangre, el hospital de la Consolación y el monasterio franciscano de Santa María de Jesús.
El conjunto de actuaciones que en Torrijos llevó a cabo el matrimonio Cárdenas-Enríquez, y culminado por la viuda, cabe interpretarlo como un programa arquitectónico con un claro valor religioso, pero también de afirmación de su linaje y poderío en la cabeza de su señorío, como, por otra parte, hicieron todos los grandes linajes de época en sus respectivos dominios, con la singularidad de que se eligió la Colegiata de Torrijos como el edificio emblemático de este proyecto.
El palacio de los Condes de Altamira o Duques de Maqueda, lo mandó construir Gutierre de Cárdenas, tomando como modelo el Palacio de Ocaña, Se hallaba emplazado en la antigua plaza del mercado y actual Plaza de España con una superficie de unos 8.050 metros cuadrados. De portada gótica y magníficos salones mudéjares, y añadiendo el estilo renacentista en sucesivas reformas llevadas a cabo por sus herederos. Fue comprado por particulares a principio del siglo XX y desmantelado y vendidas todas sus riquezas, sin que en Torrijos quedase casi nada del palacio. Sus portadas y artesonados se hallan repartidos por Toledo, Madrid, San Francisco, Londres o el Loira. Del edificio no queda ningún rastro.
Teresa Enríquez, muy vinculada a la orden franciscana, se distinguió por su profundo amor a la Eucaristía, denominándola el papa Julio II como la “loca del Sacramento y embriagada del vino celestial”. Fundó en Torrijos la primera Archicofradía del Santísimo Sacramento madre de todas las Sacramentales. Murió en Torrijos el 4 de marzo de 1529. Su cuerpo se conserva incorrupto en el monasterio Concepcionistas. Está en proceso de beatificación.
En 1529 Carlos I crea el título nobiliario de ducado de Maqueda a favor de Diego de Cárdenas y Enríquez, señor de Maqueda y adelantado mayor del reino de Granada. Era el heredero de los cinco que tuvieron Gutierre de Cárdenas y Teresa Enríquez.
De esa época es un distinguido hijo de Torrijos, el arquitecto y escultor Alonso de Covarrubias y Leyva (1488-1570), representante del primer Renacimiento español. También el escultor Sebastián de Almonacid, y la vinculación a la villa de los arquitectos Juan Guas (casado con una torrijeña) y los hermanos Antón y Enrique Egas.
Tras la expulsión de los moriscos, las laboras agrarias se ven muy mermadas, por lo que el 22 mayo 1611 el Duque de Maqueda, Señor de la Villa, dicta la “Carta Puebla” haciendo donación de terrenos para atraer colonos.
El siglo XIX tendrá dos momentos importantes de signo contrario. En sus inicios la invasión napoleónica derivará en expolio y la destrucción del monasterio franciscano de Santa María de Jesús, que será seguida por los efectos de las Guerras Carlistas.
Pero cuando en 1876 se inaugure la estación de ferrocarril de la línea férrea Madrid-Valencia de Alcántara (Cáceres), se verá potenciado el papel histórico de centro comercial de Torrijos en la comarca, al tiempo que, a su sombra, se desarrollará una interesante actividad industrial dinamizada por emprendedores procedentes de Madrid y el norte de España, que en la actualidad se mantiene con una importante actividad industrial vinculada a la actividad agroindustrial, madera y metalúrgica. La construcción y los servicios, especialmente comerciales, son también importantes.
En la actualidad es un trazado ferroviario de vía única sin electrificar.
La dinámica de crecimiento de Torrijos se refleja en la evolución de su población, que ha ido creciendo impulsada por la inmigración. De los casi tres mil (2.923) habitantes del año 1900 se crece constantemente hasta los 10.042 del año 2000, con un salto hasta los más de 13 mil a partir de 2010, con 13.684 en el último recuento de 2020.
La dinámica actual de Torrijos se refleja en su actividad cultural y deportiva. Así como en la recuperación del patrimonio histórico y en potenciación de actividades innovadoras, como la Ruta de Arte Urbano “MAP”.
Es lo que intentaré plasmar a continuación con la visita.
La visita a Torrijos
La presentación de la visita a Torrijos la efectuaré en dos bloques. El primero recorriendo los elementos arquitectónicos más significativos que han llegado hasta la actualidad, numeración en azul. El segundo visualizando las representaciones sobre los muros de los edificios de la iniciativa Más Allá de la Pared (MAP) de arte urbano (street art o urban art), numeración en naranja.
La presentación de cada elemento la efectuaré sin seguir un itinerario, pero intentando respetar una cierta continuidad territorial. Para la serie MAP seguiré la numeración del folleto turístico que puede obtenerse en la Oficina de Turismo en el Ayuntamiento.
Recorrido Monumental
Palacio De Pedro I / Convento de la Purísima Concepción / Ayuntamiento
En la plaza de San Gil se alza el edificio que en la actualidad se denomina Palacio de Pedro I (1) y que, funcionalmente, es la sede del Ayuntamiento.
Como veremos, el edificio ha tenido cuatro dedicaciones a lo largo de su vida. Residencia real, palacio, convento y ahora casa consistorial. Esta sucesión de funciones tan diversas fue requiriendo modificaciones y adaptaciones arquitectónicas adecuadas a cada una de ellas. En el momento de la última rehabilitación se observa que la parte histórica se ha centrado en potenciar su momento de castillo-palacio renacentista y la reconversión de las diversas estancias en locales institucionales -salón de plenos, oficinas municipales- y otros de uso cultural -salón de actos, biblioteca pública-. Ello ha supuesto dejar de lado su representación como convento. Es el problema clásico cuando hay que elegir que potenciar y que no en los espacios rehistorizados -un lugar, sucesivas actuaciones superpuestas- a lo largo de siglos, etapas, estilos y funciones que se han sucedido en un único lugar.
La edificación se inicia en el siglo XIV, en época de Alfonso XI de Castilla destinada a su hijo, el futuro Pedro I, el Cruel o el Justiciero, según quien lo califique.
El momento de máximo esplendor como residencia real se lo otorga Pedro I, cuando en 1353 lo destina a lugar de celebración del bautizo de su hija Beatriz, fruto de la relación con su amante María de Padilla. Celebración realizada con grandes fastos y fiestas. Cuando el rey deje el palacio, María de Padilla y su hija se trasladan al Castillo de Montalbán.
Este episodio de la historia de Torrijos hace unos años, en 2005, dio pie a que se iniciasen las Jornadas Medievales: Crónicas de rey Pedro I, con la recreación histórica de estos fastos, que tienen lugar en primavera.
Los años posteriores el palacio pierde magnificencia, aun cuando conserva su función de residencia real por su papel estratégico en este territorio en relación con la ciudad de Toledo, en aquel momento sometida a las tensiones dinástica y con la nobleza.
Después de haber sido cedida Torrijos al Cabildo de la Catedral de Toledo, el 11 de junio de 1482 la localidad entra en una nueva etapa de esplendor al ser comprada al Cabildo por Gutierre de Cárdenas Chacón, pasando a ser “señor de Torrijos”.
En principio, el castillo-palacio iba a ser destinado como dote de boda para residencia del segundogénito, Enrique. Pero su muerte accidental en 1497, y la posterior de Gutierre en 1503 lleva a su esposa, Teresa Enríquez a reformarlo en estilo renacentista para destinarlo a monasterio de Hermanas Franciscanas Concepcionistas. Así pues, la reconstrucción se inició como palacio y terminó como convento.
Progresivamente, y en especial después de las desamortizaciones eclesiásticas del siglo XIX, el edificio fue decayendo, hasta que en 1970 las hermanas franciscanas concepcionistas lo abandonaron por considerarlo inhabitable.
En 1981 el edificio fue declarado Monumento de Interés Histórico-Artístico. A partir de 1991, tras la compra del edificio por el Ayuntamiento, una reforma total ha vuelto a poner en relieve y uso esta magnífica edificación.
Sobre la plaza de San Gil se alza el majestuoso muro de la parte de levante del palacio. Con una torre esquinera residuo de su etapa de alcázar y una espadaña que nos muestra su papel histórico como monasterio.
El torreón y esta parte de la fachada son de los pocos elementos que se conservan del alcázar-palacio medieval.
El monasterio se articuló alrededor de un claustro central de doble planta de estilo renacentista.
El claustro de dos niveles, de arcos carpaneles y capiteles toscanos. En el patio había un pozo, ahora eliminado.
En un nicho de una pared del claustro se encuentra la escultura orante de Pedro I, de estilo gótico en alabastro, de tamaño algo mayor que el natural. Es el único elemento que reata del túmulo funerario del rey. Es una reproducción del original que se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Opuesto a la entrada en el claustro, en el lado de poniente, se situaba el refectorio del monasterio, que actualmente acoge la oficina de turismo, y sirve también de espacio para exposiciones temporales.
En los muros se han recuperado pinturas murales monocromas.
La más importante es una Última Cena. En el centro, delante de la mesa, está representada Teresa Enríquez entre dos franciscanos y un cáliz. Observar también la disposición de San Juan, apoyado/dormido sobre la mesa y Judas, medio escondido fuera de la mesa.
Por lo alto del resto de los muros, también monocromas, diversos escudos franciscanos con los estigmas de la flagelación de Cristo, flanqueados por angelotes. Por la base del artesonado recorre una cenefa con textos en latín.
Piso superior del claustro mantiene la misma estructura de arcos carpaneles.
En el Sala de Plenos del Ayuntamiento, en el salón regio y sala capitular del convento, se conserva una espléndida armadura de par y nudillos ochavado mudéjar del siglo XVI.
Otra ala de esta segunda planta acoge la Biblioteca Pública.
Por su parte, la iglesia es el Auditorio Palacio Pedro I.
En la parte posterior occidental se sitúa el patio porticado María de Padilla, antiguo patio de armas del alcázar. Se mantiene la estructura renacentista de dos niveles con arcos carpaneles y capiteles toscanos.
Parte posterior de la extensión norte del edificio principal.
Torre Depósito de Agua
En el skyline de Torrijos se perfila sobresaliente el antiguo Depósito del Agua (2) en la calle Minas esquina calle San José, a una manzana del patio porticado María de Padilla.
Es una original construcción de una altura de más de 25 metros, edificada en ladrillo, de forma octogonal. Data de los años 60.
Es realmente una obra digna de visitar por su estructura arquitectónica “historicista medieval”. En sus materiales, forma y aparejo parece referirse más a una estructura defensiva que a una obra pública del siglo XX.
Colegiata del Santísimo Sacramento
Bien de Interés Cultural (BIC), 1931.
La fundación, dotación y construcción de la Colegiata del Santísimo Sacramento (3) se debe a Teresa Enríquez, cuando ya viuda de Gutierre de Cárdenas se retira de la corte de los Reyes Católicos a su villa de Torrijos desde donde, como hemos visto, realizará numerosísimas fundaciones de carácter benéfico y asistencial. Entre ellas se encuentra la fundación de la Cofradía del Santísimo Sacramento con bula papal de 1508, que es la razón de la dotación de la Iglesia pues Teresa había «edificado desde los cimientos y hecho una iglesia en honra de dicho Sacramento».
La iglesia, con sus capellanes y sus cofrades presbíteros o laicos se erigió en colegiata en 1526, por una bula pontificia de Clemente VII a través del delegado papal, el cardenal Giovanni Salviati.
El edificio de la Colegiata se erigió en estilo gótico tardío, pero introduciendo elementos del nuevo estilo renacentista. Su construcción se llevó a cabo en algo menos de diez años, desde 1509 a 1518. Es más que probable que sus trazas se llevaran a cabo por Antón Egas y su hermano Enrique Egas, arquitectos en dichas fechas de la catedral de Toledo y que llegara a participar en la segunda fase Alonso de Covarrubias.
Es un templo de amplias dimensiones, con una planta de tipo basilical con un ábside ochavado y dos absidiolos semicirculares en la base, y de forma de cruz latina en altura, perceptible en la vista aérea.
En el exterior una torre exenta de plata cuadrada, adosada al ángulo noroeste del templo.
En el lado del evangelio, en el tramo de transepto, se abre hacia el exterior una gran capilla dedicada a San Gil, patrón de Torrijos, con su propia sacristía.
La obra se construyó en los diez años, aunque por las modificaciones de estilo que se observan debió sufrir cambios de orientación en el intermedio, quizá indicando un cambio de manos en la dirección de la obra. Se comenzó por los pies y fue avanzando hacia la cabecera, donde se encuentran sus elementos estructurales más evolucionados a partir del brazo del transepto, con un cambio de módulo espacial que afecta a las dimensiones de los tramos hacia la cabecera. Esta segunda mano «a la romana» continúa siendo anónima; cabría relacionarla con la evolución de Enrique Egas o con un joven Alonso de Covarrubias.
En conjunto se trata de una construcción tardo gótica entre 1509 y 1518. La fachada se incorporaría a partir de esta última fecha, siendo sus responsables Antón Egas y Alonso de Covarrubias con esquemas góticos que iban incluyendo elementos renacentistas.
La torre campanario de tres cuerpos es de sillería y de una altura de unos 40 metros. El chapitel que la cubre es del siglo XVII.
Portada del libro La Colegiata de Torrijos. 500 años de firme piedra (Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 2019).
La portada con su gran arco parece haber sido encajada en el hastial gótico entre dos contrafuertes una vez terminado el cuerpo del templo después de 1519.
La portada está dedicada al Santísimo Sacramento, con símbolos del Corpus Christi y la consagración del Sacrificio de la Misa.
La portalada se estructura sobre un arco de triunfo romano, con pedestales, columnas exentas, entablamentos, laterales con nichos con veneras, y un frontón de remate, todo ello dentro de un gran arco a manera de pórtico, herencia de la arquitectura conventual de la época de los Reyes Católicos.
El carácter triunfal de la portada encaja con la manifestación de poderío en un doble sentido, terrenal por linaje y religioso de la fe cristiana frente a los infieles.
Los fustes de jaspe de color y sus capiteles eran trofeos –spolia– procedentes de edificaciones musulmanas obtenidas en los lugares conquistados en los que participó Gutierre de Cárdenas junto a los Reyes Católicos.
Por sus numerosas referencias y representaciones de instrumentos musicales, de ángeles haciendo música y de anotaciones musicales, también se la llegado a denominar la “fachada sonora”.
Sobrearco del pórtico de la fachada.
El Cáliz y la Eucaristía presidiendo el conjunto.
Los símbolos de la Pasión sostenidos por los evangelistas transformados en los seres del Tetramorfos: águila, ángel, toro y león. Encima inscripción latina, y ángeles músicos junto a spolia musulmanes.
Capiteles de cronología emiral y califal.
Capiteles spolia probablemente colocados en posición invertida.
De la antigüedad de las puertas nos da una idea las bisagras.
En el muro del lado de la epístola, el de mediodía, se abre una segunda portada, más simple pero también de estructura renacentista triunfal sobre pedestales. Su autoría tampoco es conocida con certeza.
El remate de la puerta contiene un cáliz con una sagrada forma relacionada con la dedicación del templo al Santísimo Sacramento.
Cabe destacar el remate de flameros de los arbotantes exteriores.
Perspectiva del exterior del lado del evangelio.
Una perspectiva del templo desde el trascoro. La mayor altura de la nave central es aprovechada para incorporar un ventanal de arco de punta en cada tramo a ambos lados.
Contrasta la piedra de columnas, arcos y el coro con el blanco de paredes y techos.
Resalta la pila bautismal sin adornos ni figuras labradas.
Observar el cambio en el diseño de la bóveda entre la nave central y el presbiterio y el ábside, con la introducción de la bóveda estrellada de seis puntas, signo de un probable cambio en la dirección de la obra.
Nave lateral del evangelio. En primer término, una capilla y altares apoyados en el muro. A continuación, en el transepto, se abrirá la capilla de San Gil.
Nave lateral de la epístola, con altares apoyados en el muro.
Los pilares son fasciculados con finísimas columnillas adosadas de estilo gótico.
El retablo mayor es una de las joyas del templo, atribuido a Juan Correa de Vivar.
Está compuesto por un banco, cinco calles y cinco cuerpos. Cuatro entrecanales de escultura, con nichos que contienen parejas de santos. La casa central de la parte baja ocupa dos cuerpos y en ella se incluye el elemento más i portante: el tabernáculo. La casa de encima con una representación escultórica de la Santa Cena y en lo alto, sobresaliendo, Cristo en la Cruz.
Las otras cuatro cajas del primer novel con parejas de esculturas y todas las restantes con escenas del ciclo de la Pasión y Resurrección.
El tabernáculo, o sagrario, debía de ser uno de los elementos más significativos dada la dedicación del tempo al Santísimo Sacramento.
Su volumen poliédrico dorado es de grandes dimensiones, con una estructura de cinco pisos.
En la capilla de San Gil se mezclan elementos góticos con renacentistas “a la romana”.
Portada de la sacristía mayor en el lado del evangelio.
En el transepto del lado de la epístola se observa una ventana enrejada, que ahora contiene una vidriera, que comunicaba a través de un pasadizo con el palacio de los Enríquez, hoy desaparecido. Desde ella asistía Teresa Enríquez a los cultos de forma privada.
El amplio coro ocupa dos de los cinco tramos del templo. En él se sitúa un órgano de 1703, obra de Josef Martínez Colmenero de Madrid.
En el centro del coro se ha ubicado, ya en el siglo XX, el mausoleo del matrimonio Cárdenas-Enríquez, los fundadores del templo.
Sobre sus sillerías de nogal del coro se dispone de escasa información. Está estructurada en dos pisos, el superior rematado por doseles tardogóticos de crestería.
Los dos púlpitos están sostenidos sobre columnas con capiteles de origen genovés.
El Caño Viejo
El Caño Viejo (4), se encuentra en la plaza del Doctor Cifuentes, enfrente de la fachada de la Iglesia. Los muros del abrevadero actual son una reconstrucción con una forma semejante al original. En la fotografía del año 1957 que he mostrado al inicio del apartado de la Colegiata, puede verse como mujeres y niños acudían a buscar agua cuando no existía distribución por las casas.
En la fuente puede leerse la inscripción del año 1698.
Es para valorar un empedrado que se apoya en la tradición del lugar, a base de cantos rodados.
Capilla del Santísimo Cristo de la Sangre y Hospital de la Santísima Trinidad y Nuestra Señora de la Consolación
Bien de Interés Cultural (BIC), 1993.
Teresa Enríquez mandó construir en Torrijos dos hospitales cumpliendo el testamento de su esposo, Gutierre de Cárdenas Chacón.
Uno fue el Hospital de la Santísima Trinidad, terminado hacia 1525. El hospital se completaba con la Capilla del Santísimo Cristo de la Sangre (5), a la cual se accedía desde el hospital por los pies del templo.
El conjunto hospitalario tenía planta de triángulo isósceles, en cuyo vértice, que da a la plaza del Cristo, se situaba la capilla.
De este conjunto solo se conserva en perfecto estado la capilla. Está en proceso de restauración el patio de forma cuadrangular con galerías. La edificación que correspondía al hospital ha desaparecido.
Se accede a la capilla desde el exterior por el lado de la epístola en la calle del Cristo.
En la capilla de El Cristo de la Sangre, se aloja la imagen que llegó procedente de América. A mediados del siglo XVIII se decide abrir el ábside y añadir un cuerpo exterior con dos escalinatas que parten de ambos lados del altar mayor, para poder llegar hasta la imagen que se alojaría desde ese momento en el Camarín.
Sobre el muro del hospital que da a la calle Cristo, aunque separada del templo, se alza una espadaña de ladrillo con tres vanos.
Por el lado de la calle Molinos se puede vislumbrar como el patio del hospital tenía dos niveles de galería cubiertas soportadas por arcos carpaneles de estilo renacentista similares a los del patio del palacio de Pedro I.
Se accede a la capilla desde el exterior por el lado de la epístola a través de un patio y un atrio con un arco rebajado apoyado en columnas.
Sobre la gran portada de acceso dos escudos franciscanos y la cruz de la orden del Hospital.
La planta de la capilla es de una sola nave rectangular. El arco triunfal da paso al presbiterio y al ábside poligonal de tres lados.
A los pies del templo, un coro elevado y puertas de acceso al hospital. En el coro un pequeño órgano barroco.
La cabecera, con presbiterio y ábside contiene un retablo barroco y los muros con pinturas al fresco de estilo manierista con escenas de la Pasión.
Ante el arco de triunfo dos imágenes de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, ambas del escultor del siglo XVIII Juan Alonso Villabrille y Ron.
Uno de los elementos artísticos más interesantes es la bóveda de crucería ojival, con nervaduras, descansando los arcos en ménsulas sobriamente exoneradas y pinturas intercaladas que cubre el presbiterio.
Retablo obra de Joseph Pérez del siglo XVI y en los muros frescos de la Pasión de Cristo, de principios del siglo XVII.
El torrijeño Francisco de Cebreros, residente en Nueva España (México), donó a la Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, con sede en este Hospital, una imagen del Santísimo Cristo de la Sangre, de estilo colonial, tallado por los indios tarascos, en el Estado de Michoacán. En el retablo se abrió un camarín para alojar dicha imagen del Cristo de la Sangre.
En las capillas distintas imágenes que tienen aspecto procesional.
Plaza de España. Antiguo Ayuntamiento
La Plaza de España (6) se construyó en el siglo XVI, en los tiempos de Gutierre de Cárdenas.
Aunque ha sufrido varias reformas, la antigua Casa Consistorial siempre ha estado en el mismo sitio, con la fachada orientada hacia el sur. El edificio actual se reconstruyó totalmente en el siglo XX, a través de una suscripción popular.
La plaza está parcialmente porticada.
Calle Mayor
Al norte de la plaza de España, detrás del antiguo Ayuntamiento, trascurre la calle Mayor (7), desde la Colegiata hasta la avenida de la Estación.
Como corresponde, históricamente era la calle más importante y donde se situaba preferentemente la actividad comercial. Como es habitual que ocurra en las localidades que han experimentado importantes crecimientos de su trama urbana más allá de los límites de las murallas, cuando disponían de ella, el centro comercial y de servicios se desplaza hacia las áreas de nueva centralidad.
En Torrijos esto ha sucedido, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX, desplazándose hacia la avenida de la Estación, mientras que en los últimos años, la expansión de los grandes supermercados se desplaza preferentemente hacia la periferia, buscando grandes superficies de terreno donde ubicarse con aparcamientos, y lo ha hecho hacia el norte siguiendo la calle del Tejar y el enlace con la autovía A-40.
En la calle Mayor podemos encontrar todavía edificios históricos. Pero ya no se ven anunciadas las tiendas de “coloniales” y “ultramarinos”.
Estación de Ferrocarril. Calle de la Estación
Ya en la avenida de la Estación me dirijo en dirección sur hacia la estación del Ferrocarril (8).
La línea de ferrocarril de Madrid a Torrijos, se terminó en junio de 1876, integrado en la línea Madrid-Cáceres.
Disponer de estación de ferrocarril ya desde el siglo XIX significaba poder incrementar su actividad económica y comercial y, por consiguiente, potenciar la riqueza y prosperidad de las localidades con estación de ferrocarril.
El edificio de la estación se construye aprovechando algunas piedras del desaparecido monasterio franciscano que quedaba justo al otro lado de las vías.
Su estilo es llamado historicista o de época. Es una edificación de piedra berroqueña (granito de la Sierra de Guadarrama), con dos alturas que ofrecen una serie de puertas y ventanas con arcos de medio punto. A ambos lados, otras dos dependencias a la misma altura de la primera planta.
En su cercanía se alzaron dos edificaciones significativas. El silo de trigo y la fábrica de harinas Electra.
En la actualidad esta línea de ferrocarril forma parte de un trazado con elevadas carencias, ya que es de una sola vía y sin electrificar. Hay quien ve un incierto futuro a esta línea.
Electra SA, Fábrica de harinas y Silo de trigo
Es interesante valorar el patrimonio económico/productivo histórico de los territorios. En este campo podemos considerar como un tipo específico el patrimonio agropecuario, presente especialmente en las zonas rurales y que sería interesante valorar y potenciar como patrimonio cultural y en su derivada de recurso turístico.
En este sentido, Torrijos presenta dos figuras muy significativas de patrimonio agropecuario. Desde la estación del ferrocarril han sobresalido dos silos de trigo a ambos lados del trazado ferroviario.
En el lado norte se elevaba un silo de grano con un color amarillo pálido coronado por un rótulo rojo en el que se lee “Electra”. Corresponde al silo de la Fábrica de Harinas Electra, S.A. (9), que funciona en Torrijos desde antes de la Guerra Civil. Aquí podría aplicarse el doble calificativo de patrimonio agropecuario e industrial.
En el lado sur de la vía el otro silo de cereales (10) fue edificado por el Servicio Nacional del Trigo (STN) y ahora pertenece al Ayuntamiento. Sus características arquitectónicas son similares a las de los otros muchos silos que el STN fue alzando en numerosos municipios cerealistas entre 1937 y 1968.
Estación de Autobuses
Aprovechando el extremo occidental de la zona de la estación ferroviaria se ha levantado una moderna y amplia estación de autobuses (11). Se nota el interés por realizar una instalación de calidad arquitectónica con un toque de estilo postmoderno.
No he encontrado referencia sobre esta edificación, pero considero que es un punto donde detenerse, máxime que se encuentra junto al paso a nivel de la calle La Salve, por el que podemos pasar para continuar la visita.
Barrio de Las Colonias o Colonia Gatell
Al otro lado de la vía del ferrocarril, en el lado sur, en 1953 a través del llamado Plan de Regiones Devastadas se empezó a construir Las Colonias Viejas (12). Fueron un total de 132 casas de una planta con el fin de solucionar el problema de la vivienda en Torrijos.
Que también se la llame Colonia Gatell se debe a que fue un empresario apellidado Gatell el encargado de llevar a cabo el proyecto.
Apenas perduran casas de planta baja de la primera construcción, pero si se mantiene en cierta medida el espíritu de núcleo de colonización que caracterizaron las actuaciones del Instituto Nacional de Colonización, tanto en el trazado ortogonal como, por ejemplo, en la plaza cuadrangular, la plaza de Las Colonias, con una Iglesia, (Ver el Post: Pueblos de Colonización del Plan Badajoz).
Plaza de las Colonias y calle adyacente.
En una Colonia, y menos si era de época franquista, no podía falta una iglesia, en este caso la iglesia Beato Pérez de Godoy, blanca del estilo de aquellas colonias.
Yacimiento arqueológico de las ruinas del convento franciscano de Santa María de Jesús o de San Francisco
En esta misma zona sur extramuros el matrimonio Cárdenas-Enríquez hizo construir el convento franciscano de Santa María de Jesús o de San Francisco (13), que se encuentra en la calle Intemperie.
Se le daba por desaparecido, pero las obras de cimentación de un nuevo edificio hicieron aflorar los cimientos de lo que correspondía a la Iglesia.
Se comenzó a construir en 1492 hasta 1502, atribuyéndose su construcción a Juan Guas, arquitecto del Monasterio de San Juan de los Reyes, a la manera de este monasterio toledano. Podía acoger hasta 40 frailes. Disponía de dos claustros, el menor destinado al abad.
Estaría destinado a panteón familiar de la casa de Maqueda, en el que se ubicaría un mausoleo de jaspes y alabastro. Al final, Teresa Enríquez parece que eligió un lugar menos ostentoso, hallándose su cuerpo incorrupto en una pared, y que está depositado en el actual convento de Concepcionistas (14).
El saqueo e incendio por los franceses en su huida tras la batalla de Talavera en 1809, y la desamortización de 1836-1837, dejaron el monasterio en ruinas y finalmente demolido en 1873.
Los trabajos arqueológicos descubrieron numerosos restos humanos y fragmentos de cerámica de diferentes épocas y estilos, que fueron depositados en el Museo de Santa Cruz de Toledo. También han aparecido enterramientos humanos provistos de ajuar.
El diseño siguiente corresponde a una reconstrucción ideal de la iglesia de Santa María de Jesús realizada por José Ramón González de la Cal et alt. de la Escuela de Arquitectura de Toledo de la UCM para el Ayuntamiento de Torrijos.
Sobre el plano del monasterio se enmarca en color la parte que se ha sacado a la luz, correspondiente a toda la iglesia y una pequeña parte de un claustro.
Las siguientes fotografías muestran los restos museizados de la cimentación de la iglesia que se ha recuperado.
Nuevo Convento de las Reverendas Madres Concepcionistas Franciscanas
Después de abandonar en 1970 el histórico Convento, donde ahora se ubica el Ayuntamiento, y desplazarse a La Puebla de Montalbán, las Madres Concepcionistas regresaron a Torrijos, a un edificio de nueva construcción en la calle de Ntra. Sra. del Rosario, 24, donde se halla el Convento de las Reverendas Madres Concepcionistas Franciscanas (14), con una iglesia abierta a los feligreses. Alguien me comentó que el recinto más parecía chalets que un convento.
Lo interesante es que en el Convento se halla depositado el que se considera que es el cuerpo incorrupto de Teresa Enríquez.
Al parecer, Teresa había pedido a Fray Juan de Tolosa, su confesor, que de forma secreta se trasladara su cuerpo a una “parte oculta, o nicho de pared cerrado” sin señal alguna.
En 1688 se descubrió un ataúd, de pie y sin tapa, empotrado en la pared, con el “cuerpo incorrupto de una mujer, vestida de terciopelo, cuello alto, ceñida con una gruesa cuerda de San Francisco, y debajo del terciopelo, el humilde hábito de este santo”. Lo que coincidía con las descripciones que se poseía, por lo que se dedujo que se trataba del cuerpo de Teresa Enríquez.
Con todo el respeto, incluyo los restos que se veneran discretamente adjunto al templo, que solo son mostrados bajo petición personal en el propio convento.
El regreso al centro urbano puede realizarse a través de la pasarela sobre la vía férrea en la carretera de Albarreal, frente al campo de fútbol. Desde lo alto se tiene una magnifica imagen de la estación del ferrocarril y de los silos mirando hacia el este, y de cómo se aleja la vía única hacia el oeste. Algunas de las fotografías de este apartado fueron tomadas desde lo alto de la pasarela.
Ruta de Arte Urbano «MAP»
El segundo bloque de la visita a Torrijos lo constituyó ir buscando y encontrando los murales del proyecto artístico y cultural Ruta de Arte Urbano (MAP), patrocinada por el Ayuntamiento en colaboración con artistas y vecinos.
Como señala un folleto turístico, nos propone una ruta por las calles de la localidad a modo de museo al aire libre y vivo, donde en blanco y negro o color, las creaciones abstractas, caricaturescas, de ciencia ficción o realistas, marcadas por el spray, aerógrafo y pincel, jueguen con nuestra imaginación.
La numeración que se sigue, en color naranja en el plano inicial de referencias, es la señalada en el plano que puede obtenerse en el Oficina de Turismo, con las indicaciones que en él se insertan.
Es un museo con un fuerte componente de efímero, no solo por la durabilidad de las pinturas, sino también porque al estar plasmadas muchas de ellas en paredes medianeras junto a solares urbanizables, a medida que se edifique en ellos las representaciones quedaran escondidas entre dos edificios. Es lo que, ya debe haber sucedido con la número 13, donde ya se estaba alzando su edificación en el momento de realizar la fotografía.
A continuación, se muestran todos los murales, excepto el número 2. Al final he añadido dos más que localice espontáneamente durante el recorrido por la villa.
1. Calentamiento global - Sabotajealmontaje (calle de Huecas con Avda. Doce de Octubre
2. Responsabilidades - Dan Ferre (Parque de los Descubrimientos)
3. Lazarillo de Tormes - Jacobo Palos Wey (CEIP lazarillo de Tormes)
4. Ninfas de la era digital - Kram (Calle Tejar, 54)
5. Un mundo posible - Dourone (Camino Huecas con Avda. Estación)
6. Don Wey de la Mancha - Jacobo Palos Wey (calle Cerro Mazacotero, 50)
7. Mi inmortal - Gómez (medianera calle Tejar, 18)
8. La carta - Bezt (Calle Hernán Cortés, 6)
9. El Azar del destino - Koz Dos [Calle Hermanos Pinzón, 8)
10. Amor radical - Mr. Trazo (Avda. Estación, 58)
11. Narcissus - Natalia Rak [Centro Ocupacional y de Día Dr. José Portero)
12. La primera decisión - Dan Ferrer (Hotel el Mesón)
13. L'invidia degli dei - Luis Gómez (Calle Murillo, 23)
14. From lamb to fox - Dan Ferrer (Centro de Día "El Casino")
15. The future is female - Die Katze (Calle la Salve, 43)
Fuera ya de catálogo: “Mierda y Ruido” en la calle Don Cándido Ballesteros Díaz Guerra, 15.
Muro de obras del Hospital, en la calle Molinos.
Fin de la visita
Acabo de presentar un recorrido bastante exhaustivo por la villa de Torrijos, capital de la comarca del mismo nombre. Un terreno mesetario entre el sistema Central y el río Tajo.
A pesar de su importante papel como villa real y posteriormente señorial, desde el siglo XIV con Pedro I al siglo XV con Gutierre de Cárdenas, y por el conjunto de obras promovidas por la viuda Teresa Enríquez en el siglo XVI, entre las que destaca la Colegiata, el patrimonio histórico-arquitectónico no se ha empezado a potenciar hasta hace pocos años.
Esta potenciación turística va acompañada de una incursión hacia la modernidad, como se ha visto reflejada en el proyecto urbano Más Allá de la Pared. Pero sin perder sus raíces históricas, como las Jornadas Medievales dedicadas a las Crónicas del Rey Don Pedro y sus actividades complementarias, desde 2005.
Considero altamente aconsejable una visita a Torrijos, además teniendo en cuenta que uno puede alojarse o comer en un lugar como el Hotel La Salve-Restaurante El Borbollón.
Bases de información
Webs
Palacio de Pedro I
Convento Concepciónistas Franciscanas
concepcionistasfranciscanasdecastilla
Colegiata Del Santísimo Sacramento
Capilla del Santísimo Cristo de la Sangre y Hospital de la Santísima Trinidad
Estación de Ferrocarril
Webs academic
Bárbara Pons Giner (dir.). Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha
Aránzazu Martín Pérez. Del rural agrario al rural periurbano: instrumentos de desarrollo rural en la comarca de Torrijos (Toledo)
Miguel F. Gómez Vozmediano. Los orígenes del señorío de Torrijos y la creación del estado de las nueve villas
Adolfo Delgado Agudo. Historia rural de Torrijos y sus alrededores a finales de la Edad Media
Antonio Almagro. Los palacios de Pedro I. La arquitectura al servicio del poder
Jesús Nicolás Torres Camacho y Fernando Aceituno Luengo. El papel de la administración en la reutilización del patrimonio: El Convento de la Purísima Concepción de Torrijos (Toledo)
Jesús Nicolás Torres Camacho y Fernando Aceituno Luengo. La recuperación del Palacio de Pedro I de Torrijos (Toledo): Una apuesta de la administración local
Jesús Nicolás Torres Camacho. Los grandes complejos agropecuarios y su valoración como paisajes culturales (algunos ejemplos de la provincia de Toledo, Castilla-La Mancha)
Jesús Nicolás Torres Camacho. Puesta en valor del Patrimonio Industrial Agroalimentario en la comarca de Torrijos, Toledo (Castilla-La Mancha)
Libros
Julio Longobardo Carrillo. Crónica del Rey Don Pedro I. Ayuntamiento de Torrijos, Amigos de la Colegiata de Torrijos, 2019. En el libro se reproduce el texto completo de las cuatro jornadas en las que se organiza su representación pública por las calles de Torrijos por parte de sus habitantes
Fernando Marías, Miriam Cera (coord.). La Colegiata de Torrijos. 500 años de firme piedra. Consejería de Educación, Cultura y Deportes. Servicio de Publicaciones. 2019