La Iglesia del Monasterio de San Adrián de Sásabe, en la cabecera del valle pirenaico de Borau (Huesca), es el edificio románico que permanece de uno de los primeros monasterios de Aragón.

Iglesia del Monasterio de San Adrián de Sásabe (Huesca)

San Adrian de Sasabe, Huesca (Google earth 2021-01-07)
San Adrián de Sásabe (Google earth 2021-01-07)

Iglesia del Monasterio de San Adrián de Sásabe. La Jacetania. Huesca

Municipio: Borau. Comarca: La Jacetania. Provincia: Huesca. Com. Autónoma: Aragón

Coordenadas: 42°40′33″N 0°35′26″O. Altitud: 1.075 msnm

Web: ayuntamiento

Declarado Monumento Nacional (1965)

Visita: 2016

Mapa de situación San Adrian de Sasabe, Huesca (Google maps 2021-01-07)
Mapa de situación (Google maps 2021-01-07)

Iglesia del Monasterio de San Adrián de Sásabe. La Jacetania. Huesca

En el Pirineo aragonés, situado en un valle cerrado, se localizó en el siglo IX el monasterio de San Adrián de Sásabe (o Sasabe, o Sásave), a 1.075 metros de altitud, en la confluencia de los barrancos Calcil y Lopán, en la cabecera del valle de Borau o de Lubierre.

La iglesia-ermita románica de San Adrián de Sásabe, formó parte de uno de los monasterios más importantes de la Alta Edad Media en el Reino de Aragón.

Situación de la iglesia de San Adrián de Sásabe (Google maps 2021-01-07)

El emplazamiento de San Adrián de Sásabe en un lugar tan problemático como la confluencia de dos barrancos, ha hecho pensar que debió existir alguna poderosa razón, quizás una aparición, para que aquí se levantarán iglesia y monasterio, y se mantuvieran durante siglos.

Posteriormente, ante el abandono humano, las fuerzas de la naturaleza impusieron su ley y fueron enterrando la Iglesia. Tal era la situación que, hasta hace unos años, uno de los ventanales alargados en el muro sur hacía las veces de entrada.

En 1963 se desescombró y consolidó la Iglesia y en 1965 fue declarada Monumento Histórico-Artístico.

Pese a ello, el agua se siguió filtrando a su interior, inundándola con frecuencia. En 2001 comenzaron las obras de drenaje que han venido a solucionar estos problemas, aunque la naturaleza sigue reclamando para sí este lugar, derramando agua a través de sus muros.

San Adrian de Sasabe, Huesca

Un poco de historia

Según los historiadores, la invasión árabe señoreó estos territorios, pero nunca los llegaron a islamizar, permitiendo a sus habitantes conservar sus características político-religiosas, posiblemente por falta de personas. Únicamente desde puntos estratégicos dominaban el país y recaudaban sus impuestos.

Esta situación de respeto político-religioso permitió que cuando Huesca fue destruida por los sarracenos, la sede episcopal de la Diócesis de Huesca se refugiase en la iglesia de Sásabe, de origen visigótico, en el fondo de un valle pirenaico sin salida.

El control sarraceno se mantuvo hasta aproximadamente el año 820 en que se estableció un primer asentamiento carolingio en el valle de Echo.

Galindo Aznárez II, tercer conde de Aragón, transformó la iglesia en monasterio en la segunda década del siglo X.

En el año 924, el Condado de Aragón se incorporó al Reino de Navarra y el obispo de Pamplona decidió reorganizar a nivel eclesiástico el territorio del Reino. Para ello creó nuevos obispados, estableciendo la sede del aragonés en San Adrián de Sásabe y nombrando a su frente al obispo Ferriolo.

Extraña que la sede episcopal no recayese en San Pedro de Siresa, más antiguo y de mayor importancia. Ello se pudo deber a que la disciplina monástica de Siresa era carolingia y seguía la liturgia romana, mientras que en las iglesias de Navarra y de la Huesca mozárabe regía la tradición cultural de raigambre hispano-visigoda.

Los primeros documentos que hacen referencia al monasterio datan de mediados del siglo XI, cuando Ramiro I lo reforma, introduciendo la regla de San Agustín constituyendo una comunidad canónica regular o agustiniana, y lo entrega al obispo García I en el año 1050, cediéndole propiedades en el valle de Borau, el Alto Gállego y el territorio de Jaca. Posiblemente en esta época se edificó la Iglesia que, al parecer, fue terminada entre 1100 y 1104.

El monasterio de Sásabe mantuvo su dignidad episcopal hasta que el rey Ramiro I, reunido en concilio de obispos, abades y otras dignidades, traslado, en 1077, la dignidad de la sede sasabense a la iglesia de Jaca, en aquel momento capital del reino de Aragón, pasando a ser priorato.

Tres obispos de Huesca salieron de este monasterio y, a su muerte, fueron enterrados aquí.

San Adrián de Sásabe custodio del Santo Grial

El Santo Grial es el cáliz que utilizó Jesús en la Última Cena con sus apóstoles. Aunque muchos cálices se han propuesto como el verdadero Grial, el que hoy se encuentra la Catedral de Valencia parece ser el auténtico.

Según esto, el Grial fue llevado por San Pedro a Roma. En el año 258 el emperador romano Valeriano condenó al suplicio al Papa y sus diáconos. Fue entonces cuando el oscense San Lorenzo envío el Grial a Loreto, cerca de Huesca. De allí pasó a San Pedro de Siresa y luego a San Adrián de Sásabe, lo que refleja la gran trascendencia histórica que tuvo en su momento este monasterio entre la cristiandad. Luego, por distintos motivos, el Grial se trasladaría a Jaca, San Juan de la Peña, Zaragoza, Barcelona y Valencia, donde se registra su llegada en 1424, y donde se encuentra actualmente.

La imagen corresponde a la reproducción del Santo Grial que estuvo en San Adrián de Sásabe, y que se encuentra en el Monasterio de San Juan de la Peña.

Santo Grial. Monasterio de San Juan de la Peña

La Iglesia de San Adrián de Sásabe

Al estar ubicada en la confluencia de los barrancos Cáncil y Lupán, que dan lugar al nacimiento del río Lubierre, las sucesivas avenidas del río llegaron a semi enterrar este edificio, que no recuperó su aspecto original hasta los años 1957-1961.

La Iglesia que ha permanecido hasta nuestros días es románica de influencias jaquesa y lombarda. Fue construida a finales del siglo XI, con posterioridad a la fundación del monasterio.

Ni de este monasterio, ni del primitivo templo visigótico quedan vestigios, al menos a la vista.

La iglesia o ermita, que es el único edificio que se conserva del monasterio, es de una sola nave, orientada a levante, con ábside semicircular y torre exterior en el lado norte.

San Adrian de Sasabe, Huesca
(Fuente: J.M. Valenzuela Muñoz)

El exterior de la Iglesia

Exteriormente tiene unas dimensiones de 17,5 x 21 metros.

Constituye un claro ejemplo de las relaciones que mantienen el románico jaqués con el lombardo, particularmente evidentes en lo referido a la ornamentación arquitectónica.

La vinculación con Jaca se aprecia en el exterior del ábside y en la portada principal, muy similar a otras del círculo jaqués, en la que se utilizan relieves ornamentales de palmetas y ajedrezado

El templo es un edificio rectangular, construido con piedra sillar irregular.

La portada principal se encuentra a los pies del templo, orientada a poniente, mientras que en el lado sur presenta una entrada lateral. En el lado norte se encontraba la torre, de la que solo queda el primer nivel, que actualmente no sobresale de la altura del templo y que ha quedado convertida en una habitación. A levante, un ábside semicircular de diámetro inferior a la anchura de la nave.

La iluminación se produce por una ventana alargada de medio punto sobre la portada, por tres oberturas similares en el lateral sur, y por otras tres ventanas de dimensiones similares en el ábside.

San Adrian de Sasabe, Huesca

La portada

La portada es de forma de arco de triunfo. Presenta tres arquivoltas en degradación de arcos de medio punto, de las cuales la interior apoya en dos columnas con capiteles, uno con motivos vegetales y otro, muy deteriorado, con posibles figuras.

Todo el conjunto está enmarcado por un cordón ajedrezado.

Esta puerta debía conectar con el claustro del monasterio. En esta parte no se han realizado excavaciones arqueológicas.

San Adrian de Sasabe, Huesca
San Adrian de Sasabe, Huesca
San Adrian de Sasabe, Huesca

Entrada por el lateral sur

En el muro sur se abre otra portada, de pequeñas dimensiones, en arco de medio punto decorado en su exterior con el típico ajedrezado jaqués.

Para entrar deben descenderse unas escaleras, igual que ocurre en la portada principal.

Esta puerta debía conectar con el claustro del monasterio. En esta parte no se han hecho excavaciones arqueológicas.

San Adrian de Sasabe, Huesca
San Adrian de Sasabe, Huesca

El ábside

El cuerpo del templo termina en un solo ábside semicircular.

Está decorado por un friso de quince arquillos lombardos apoyados en cuatro lesenas. El muro se divide en tres paños, con cinco arquillos en cada paño, que se asientan sobre ménsulas de variada decoración.

Bajo cada grupo de arquillos se abre un ventanal de doble arco de medio punto abocinado.

San Adrian de Sasabe, Huesca

En la decoración de las ménsulas se encuentran diversas representaciones: una mano empuñando una cruz, símbolo del mártir San Adrián; unas margaritas o una roseta hexapétala.

La más curiosa es la primera ménsula del lado norte, que representa una cabeza humana. Se apunta que podría corresponder a una manera de signatura de Sancho de Larosa, que fue el abad designado para gobernar el templo tras su consagración en 1104, que luego fue obispo de Pamplona.

San Adrian de Sasabe, Huesca
San Adrian de Sasabe, Huesca

El interior del templo

Presenta nave única -con techumbre de madera- cerrada en ábside semicircular de bóveda de horno, en el que se abren tres ventanas alusivas seguramente a la Santísima Trinidad. En el lado norte, y cerca del presbiterio, se adosa una torre de planta cuadrada de la que únicamente se conserva la parte baja, a la que se puede acceder desde el interior del templo.

San Adrian de Sasabe, Huesca
(Foto: Turismo de Aragón)

En la fotografía anterior el bloque que se percibe en el lado inferior izquierdo corresponde a una pileta cuadrada de unos 90 centímetros, que se considera que pudo ser un baptisterio.

El techo de la nave se sostiene sobre un armazón de madera, el presbiterio se cubre con bóveda de cañón y el ábside con bóveda de cuarto de esfera.

A los pies la portada principal.

Desde la portada principal la imagen del enclavamiento en el valle.

San Adrian de Sasabe, Huesca

La iglesia de San Adrián de Sásabe debe inscribirse en el conjunto de edificios románicos que se edificaron entre finales del siglo XI y principios del XII, bajo la influencia del románico que los francos introducen en Aragón: iglesia de Santa María de Iguacel; catedral de Jaca; iglesia de San Caprasio en Santa Cruz de la Serós; iglesia del Monasterio de Santa María de la Serós; iglesia del castillo de Loarre, sin olvidar el monasterio de San Juan de la Peña.

Los enlaces permitirán acercarse a algunas de estas a través de diversos Posts que he ido presentando en el Blog.

Borau

El retorno debe efectuarse por el mismo camino de llegada, ya que al encontrarnos en un valle cerrado no tiene salida hacia el norte.

A poco menos de 2 kilómetros se pasa frente a la villa de Borau, a 1.008 msnm, capital del municipio, con 74 habitantes (2019).

En Borau destaca su interesante conjunto urbano, plagado de buenos ejemplos de arquitectura tradicional pirenaica, con típicos tejados de losa o pizarra, chimeneas o chamineras de piedra tosca, imponentes fachadas y calles estrechas y empedradas.

Y sobre todos ellos, la Iglesia Parroquial de Santa Eulalia de Borau, del siglo XVI, dominando sobre la localidad.

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