El Museo del Aceite El Molino Viejo de Cabra (Córdoba) nos adentra en la cultura del aceite. Además, el edificio que lo aloja es una muestra de estilo modernista catalán.
Museo del Aceite “El Molino Viejo”. Cabra (Córdoba)
Museo del Aceite “El Molino Viejo”. Cabra (Córdoba)
Museo del Aceite “El Molino Viejo”. c. Vado del Moro, 2, 14940 – Cabra, Comarca: La Subbética. Provincia: Córdoba. Com.Autónoma: Andalucía
Teléfono: +34 957 521 771
Coordenadas: 37028’08”N 4026’54”O. Altitud: 460 msnm
Web: Hecoliva
Visita: 2018
Índice
Museo del Aceite “El Molino Viejo”. Cabra (Córdoba)
Una de las actividades de mi estancia en La Era. Almedinilla. La Subbética estuvo destinada a visitar el Museo del Aceite “El Molno Viejo”, con lo que complementaba la visita a la planta dedicada al aceite del Museo Arqueológico de Almedinilla. Por algo estaba en el centro de una de las áreas más importantes de explotación del olivar en el Mundo.
El Molino Viejo se ubica en un edificio muy particular de la ciudad de Cabra, ya que se trata de un edificio modernista del arquitecto catalán Pablo Monguió inaugurado en el año 1913.
Antecedentes históricos
Hacia 1900 Fernando Pallarés, propietario de la empresa “Fernando Pallarés” de Tortosa (Tarragona) inició sus actividades relacionadas con el aceite en Cabra (Córdoba). En 1904 se fundó la sociedad “Fernando Pallarés e Hijos” también en Tortosa. Un de los hijos, Luis Pallarés Delsors, establecía su domicilio en Cabra para dirigir desde allí la sucursal dedicada a “toda clase de alimentos, bebidas y condimentos”. A partir de 1916 se establece la sociedad “Pallarés Hermanos” con sede social en Cabra.
La casa Pallarés logró contar con siete fábricas de aceite, la más importante fue la fábrica oleícola “San Antonio” en el Vado del Moro, en Cabra.
Edificio modernista de Bodegas Cordobesas, S.A.
El vino fue otra de las actividades, y para ello se constituyó la empresa “Bodegas Cordobesas, S.A.”, para la que se construye la bodega de Cabra en los terrenos del Vado del Moro junto a la fábrica de aceite.
Aunque a nivel documental no existe constancia de quién fue el arquitecto, los autores del libro “La bodega modernista de Pallarés en Cabra: 1913-2013”, A. Moreno e Y. López, llegan a la conclusión de que el arquitecto debió ser Pablo Monguió y Segura, tanto por razones de vinculación con la familia Pallarés, para la que construyó varias edificaciones en Tortosa, como por el estilo arquitectónico y las similitudes con otras de sus obras.
Cabe señalar que el arquitecto Pablo Montguió es sobre todo conocido por sus edificios modernistas en la ciudad de Teruel. Puede consultarse el Post: Un día en Teruel.
El edificio de las Bodegas Cordobesas, construido en 1913, está formado por dos naves rectangulares adosadas idénticas, que colindaban con la San Antonio de aceites. Según los autores citados, la Bodega Pallarés de Cabra es un edificio con una mezcla de varios estilos como son el neoclasicismo, historicismo y, sobre todo modernismo, que predomina claramente sobre los demás.
En 1940 se adosó un edificio a su lado derecho, como oficina, vivienda y almacén de aceites. En la planta baja de esta edificación es donde se aloja el Museo.
Las Bodegas Cordobesas mantuvieron su actividad hasta 1940. A partir de ese momento el edificio se reconvirtió en fábrica de aceite, sin que se viera modificada su estructura.
Por su parte, la empresa Pallarés Hermanos finalizó su actividad en 1976.
La familia Cobo Ávila compro parte de los activos, entre ellos los edificios, reactivando la producción de aceite y, en el año 2000 inauguraron el Museo “El Molino Viejo” dedicado al aceite y el esparto.
En conmemoración de los 100 años del edificio modernista se editó en 2013 el libro ya citado “La bodega modernista de Pallarés en Cabra: 1913-2013”, que puede adquirirse en el propio Museo.
El Molino Viejo, Museo del aceite y del esparto
Como he dicho, en el año 2000 los edificios de la bodega se reconvirtieron en Museo, bajo el patrocinio de los hermanos Cobo Ávila.
Ante todo, quiero agradecer a Juan Cobo, que ejerce la dirección del centro, el extenso tiempo que me dedicó para mostrarme y explicarme las particularidades del Museo y del edificio.
El conjunto museístico está formado por cuatro salas.
Sala 1. Recepción y cultura del aceite
En la primera sala de entrada, junto a la recepción, se muestran paneles explicativos referidos a la cultura del aceite de oliva en la cuenca mediterránea. También es lugar de venta del aceite de producción propia.
Sala 2. Sala de las latas
La empresa Pallarés, además de la producción de vino y aceite, se dedicaba al diseño y fabricación de envases de lata para otras empresas.
Se ha conservado una colección de los envases realizados, así como de fotolitos en piedra, que se exponen en sus vitrinas.
Fotolitos en piedra.
Sala 3. Sala de las máquinas
Esta tercera sala, dedicada a máquinas para la producción de aceite, también incluye un espació a la fabricación de objetos con esparto.
El grueso fundamental del contenido se dirige a presentar distintos tipos de máquinas y elementos complementarios que a lo largo de la historia se han utilizado para la obtención del aceite.
Molinos de triturado de la aceituna, prensas para la extracción del aceite, recipientes de almacenamiento y herramientas y útiles diversos de la industria aceitera componen el fondo de esta sala.
Más allá de los molinos manuales de tipo casero, lo que podríamos llamar molinos “industriales” evolucionaron desde la tracción animal a la mecánica.
Puede verse un molino de sangre, o de tiro animal, con rulas troncocónicas de piedra caliza, para el molido de la aceituna. Está dispuesto de manera que se aprecia la forma de actuación, con la figura de un borriquillo que muestra el proceso de tracción del conjunto.
Otro modelo de prensa de molino de piedras cilíndricas verticales, en este caso movidas mecánicamente.
En cuanto a las prensas de extracción del aceite, es interesante la reproducción de una prensa grecorromana de cuñas.
La pieza fundamental del museo, que preside la sala, es una prensa de viga y quintal de finales del siglo XVII.
La mecanización incorporó nuevos tipos de prensa, especialmente la prensa hidráulica para aceite de oliva. Pero continuaban usándose los capachos de esparto.
El almacenamiento debe adaptarse a las distintas fases del proceso.
En el suelo del Museo pueden observarse unas tapaderas bajo las cuales están los trujales, que son depósitos subterráneos de 3.5 metros de profundidad y una capacidad de unos 20.000 kg. El sistema ya era utilizado por los romanos para guardar el aceite.
Los árabes extienden el uso de las tinajas. Estas que se presentan en el Museo fueron construidas en el siglo XIX. Están esmaltadas por dentro para facilitar su limpieza.
Completa esta sala la máquina fotográfica para realización de fotolitos destinados a ilustrar las latas de aceite.
Sala 4. Bodega modernista
Se accede a una gran sala que fue una de las naves de Bodegas Cordobesas, construido, como he mencionado antes, en 1913 bajo estilo arquitectónico básicamente modernista siguiendo la tendencia que se aplicaba por aquellas épocas en Cataluña. Recordemos que los dueños procedían de la provincia de Tarragona y que se la encargaron al arquitecto Pablo Montguió, que trabajaba para ellos.
Se trata de un espacio diáfano que actualmente se destina a albergar eventos y celebraciones organizadas por particulares.
En los ventanales de uno de los frontales se han colocado cristaleras conmemorativas del centenario reproduciendo el estilo modernista.
El destino actual de esta sala se destina a la celebración de eventos, como el de la imagen.
La cultura del esparto
Un aspecto complementario al del aceite presente en el Museo lo constituye la presencia de la cultura del esparto, tanto en la presentación de los elementos para su trabajado, como en una colección de grandes piezas únicas de tapices de esparto ubicados en la sala 4 y anexos.
La razón de esta presencia es fácil de explicar, ya que todos ellos fueron realizados por Felipe Cobo Montes, padre de los actuales propietarios del Museo.
En ellos se reflejan escudos de relacionadas con Cabra y los escudos de las ocho capitales de las provincias andaluzas, además de otro tipo de tapices, útiles y aperos.
En la Sala 3 se muestran todas las herramientas que utilizaba, así como distintas realizaciones de aplicación del esparto, como capazos, serones para cargar animales, pleitas para el queso o los capachos utilizados en las prensas para la obtención del aceite.
En la nave modernista cuelgan gran número de tapices diversos de gran tamaño.
En la escalera de acceso al patio del edificio se exponen los escudos de las siete capitales de provincia andaluzas.
Por lo que se ve, se me pasó por alto fotografiar el escudo de Huelva.
Patios de la fábrica
En el espacio exterior se exponen piedras de molinos y objetos relacionada con la agricultura.
Fin de la visita
Estar en los confines de Córdoba, Jaén y Granada y no adentrarme en la cultura del aceite hubiese sido imperdonable.
El reconocido interés e importancia del museo “El Molino Viejo” de Cabra justificó un desplazamiento específico para visitarlo.
Además, tuve el placer complementario de que Juan Cobos, propietario con su hermano, y director del Museo, me lo mostrase personalmente, completándolo con anécdotas y vivencias, y alargando la conversación más allá del aceite a otros temas de mutuo interés.
Así tuve conocimiento del libro que se había publicado con motivo del centenario del edificio, del que he hablado, y poder adquirir su excelente aceite.
Es recomendable la visualización en Internet del video que el programa “A fondo” de la televisión andaluza dedicó al Museo.
Bases de información
Bibliografía
A. Moreno e Y. López (2013), La bodega modernista de Pallarés en Cabra: 1913-2013, Diputación de Córdoba
Enlace con el Post: La Era. Almedinilla. La Subbética