Recorreré Santa María de la Peña. Triste, La Peña Estación y Anzánigo, en la Hoya de Huesca, siguiendo el curso de río Gállego, para apreciar especialmente su arquitectura popular, su paisaje y su tranquilidad.
Santa María de la Peña, Triste, La Peña Estación y Anzánigo (Huesca)
Santa María de la Peña, Triste, La Peña Estación y Anzánigo. Reino de los Mallos. Huesca
Visita: 2019
Santa María de la Peña, Triste, La Peña Estación y Anzánigo. Reino de los Mallos. Huesca
Enlace con el Post: El Corral de Concilio, Hotel con Encanto Restaurante
Complementa los Posts: Ayerbe i Murillo de Gállego, Agüero i Riglos
Otra salida desde Corral de Concilio, Hotel con Encanto Restaurante, esta vez por la parte norte de la Sierra de la Peña, sobre el Embalse de la Peña, y adentrándome en la comarca de Alto Gállego.
Me acercaré a Santa María de la Peña, Triste, La Peña Estación y Anzánigo.
El territorio: El Reino de los Mallos
Para no repetir la descripción del territorio, me remito al texto del Post: El territorio: El Reino de los Mallos y los Mallos
Recorrido por la zona septentrional del Reino de los Mallos
La distancia total entre las cuatro localidades, de Santa María de la Peña a Anzánigo es de 12 kilómetros.
Seguiré por el margen derecho del río Gállego, que entre Santa María de la Peña y Estación de la Peña, se sitúan sobre el Embalse de la Peña, teniendo como telón de fondo las elevaciones de La Peña de Riglos.
Una característica de estas tierras era una estructura agraria basada en el modelo de lo que se conocía como pardinas, que eran grandes propiedades de terreno que servían como zonas intermedias de pastoreo en la trashumancia. Actualmente estas zonas de pasto están en proceso de abandono y se ven colonizadas por vegetación silvestre de la zona.
Las cuatro localidades forman parte del Parque Cultural de San Juan de la Peña. Otros lugares del Parque Cultural los he presentado en los Posts: Santa Cruz de la Serós y Monasterio de San Juan de la Peña.
Santa María de la Peña
Santa María de la Peña forma parte del municipio Las Peñas de Riglos. La localidad cuenta con 19 habitantes (2019). A una altitud de 560 msnm. Coordenadas: 42°23′38″N 0°44′30″O.
Localidad asentada en una leve elevación del terreno en las proximidades del embalse de la Peña. Su conjunto urbano está formado por una serie de construcciones que responden a los modelos propios de la zona, destacando los perfiles de la Iglesia Santa María
En la localidad se ubica el edificio del Ayuntamiento de Las Peñas de Riglos.
La edificación más destacada corresponde a la Iglesia de Santa María, que comparte dedicación con San Sebastián, lo que da lugar a que a veces se la mencione como Iglesia de San Sebastián.
Con origen románico, siglo XII, pero remodelada en época barroca, en los siglos XVII y XVIII. El ábside semicircular y su torre al exterior nos hablan de su pasado medieval, al igual que el arco del portal de entrada.
Desde esta elevación se dispone de una vista sobre el embalse.
No podían faltar las chimeneas troncocónicas con espanta brujas típicas de la zona.
A los pies de la localidad, la carretera A-132, antigua N-240, que une Huesca con Puente la Reina de Jaca a través de Ayerbe y Murillo de Gállego, supera el embalse de la Peña a través de un puente junto a la presa hacia un saliente en forma de península, donde se localiza la Ermita de la Virgen del Puente de la Peña y otras construcciones.
La zona es muy frecuentada por los amantes de las actividades acuáticas que pueden efectuarse en el embalse.
Triste
A 6 kilómetros, llego a la localidad de Triste. Igualmente integrado en el municipio de Las Peñas de Riglos, cuenta con 17 habitantes (2019), a una altitud de 540 msnm. Coordenadas: 42°23′12″N 0°43′06″O
Desde Santa María de la Peña ya se distinguía la localidad de Triste.
Se localiza a orillas del embalse de la Peña.
Presenta interesantes muestras de arquitectura civil popular de los siglos XVIII-XIX.
Y, como no, es diversa la presencia de chimeneas troncocónicas con espanta brujas en su cenit.
Es de agradecer el interés etnográfico que se encuentra en muchos pueblos de la zona (por ejemplo, en Agüero) por exponer herramientas y utillaje de labranza a la vista del paseante.
La Iglesia parroquial de Santa María fue levantada en el siglo XII. Pero se piensa que su origen pudo ser anterior, con base visigoda o mozárabe.
Actualmente está completamente reconstruida y catalogada como Bien de Interés Cultural.
Consta de una torre-iglesia de la que no está muy clara su cronología, pero en documentos del siglo X ya aparece citada.
Los ábsides rectos, como el de esta Iglesia, eran propios de templos prerrománicos.
El crismón sobre la portada de entada parece que debía proceder de otro emplazamiento.
Triste es conocido por preservar una larga tradición de producción textil artesanal, donde se incluye la labor del teñido tradicional, atesorando todo ello un importante valor etnográfico. Se conservan antiguos telares de tiro que se encuentran en uso en el Taller Textil de Triste, gracias a la labor de una familia asentada en la zona.
Triste disponía del puente romano de Cacaviello o de la Gorgocha, de tres arcos reconstruido en el siglo XI. Ahora se encuentra bajo las aguas del embalse, saliendo a la luz cuando el nivel desciende pudiendo contemplarse su arco central.
La Peña Estación
Me apetecía entrar en contacto con una de las estaciones del ferrocarril entre Zaragoza y Canfranc. La primera que quedaba de paso era la estación de Santa María y La Peña, en la localidad de La Peña Estación, a 2,5 kilómetros de Triste.
La población de La Peña Estación (o simplemente La Peña) pertenece al municipio de Las Peñas de Riglos y a una altitud de 560 msnm. Con 38 habitantes (2019). Coordenadas: 42°22′49″N 0°41′45″O.
El pueblo de La Peña Estación es un asentamiento de nueva planta que fue levantado por ingenieros ferroviarios a finales del siglo XIX
El núcleo se llamó indistintamente barrio de la Estación y barrio del Carburo, debido a que creció entorno a la estación ferroviaria y a que su principal fuente de riqueza lo constituyó la fábrica de carburo de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, que cesó su actividad en los años 60. En la actualidad continúa su actividad la factoría maderera EIFORSA instalada en la localidad en 1946.
En sí mismo, el pueblo no ofrece ningún atractivo.
Anzánigo
Continuando 7 kilómetros más en dirección hacia el este, se entra en la comarca del Alto Gállego, y me dirijo a Anzánigo, que pertenece al municipio de Caldearenas. La localidad tenía 29 habitantes en 2019. Coordenadas: 42°24′08″N 0°39′00″O.
Situado en el margen izquierdo del río Gállego, a una altitud de 560 msnm.
Los trazados de la carretera y del ferrocarril siguen el camino abierto por el Gállego en el Prepirineo aragonés hasta Sabiñanigo.
Como el camino histórico, ahora carretera, sigue por el lado derecho, para acceder a la localidad debió construirse un puente, que se conserva en perfecto estado y mantiene su uso.
El puente medieval es un elemento de gran interés. Corresponde a una construcción del siglo XIII, considerado uno de los más emblemáticos del área occidental altoaragonesa por su esbelta traza arquitectónica.
De 102 metros de longitud. Presenta 5 ojos de medio punto de desigual luz, siendo el central el de mayores dimensiones. Todos apoyados en pilares con tajamares triangulares aguas arriba.
En origen tenía forma de lomo de asno, y con el tiempo se fueron elevando los extremos hasta la forma aplanada actual. En la fotografía se observa claramente la pendiente del primer puente y la elevación posterior hasta el nivel actual.
Como dato histórico: Para sufragar los cuantiosos gastos que suponía la construcción y posterior mantenimiento de un puente, se instauró el pago de una tasa por el uso del mismo conocida como “pontaje o lezda”. Este impuesto recaía en las clases más bajas, mercaderes y arrieros extranjeros, quedando libres las clases privilegiadas y la población de la localidad en que se situaba el paso. En Anzánigo, frente a la Iglesia, se encuentra la casa del conde de Atarés, de quien dependía el cobro de dicho impuesto.
Algunos escritos aportan cuáles eran las tarifas de los pontajes establecidos en territorio aragonés. De media se pagaba un óbolo por persona, el doble por jinete y cuatro por cabeza de ganado menor. El óbolo era una pequeña moneda de plata y aleación cuyo valor fue variando durante toda la Edad Media.
Junto a los puentes solía encontrarse una pequeña caseta de peaje en la que, o bien el pontero, o bien el recaudador, se encargaban de cobrar a los usuarios del puente.
Una vez en el pueblo, esta muestra su intacta arquitectura popular, con casas en las que predomina el tejado de doble vertiente de losetas.
Como podréis constatar, las chimeneas con espanta brujas me atraen especialmente.
También aquí exhiben su pasado agrario.
La Iglesia de Santa Águeda está fechada en el siglo XVIII. DE una sola nave con cabecera recta. El campanario es de planta rectangular y está rematado con un tejado a dos vertientes. Muy parecido al de la Iglesia de Santa María de la Peña.
Una vez pasada la curva de 90° que efectúa el trazado del ferrocarril junto a la localidad, y cuando se inicia el trazado recto, se sitúa la estación de Anzánigo.
Me acerco a ella para constatar que el edificio de la estación es de idéntica arquitectura que el de la estación de La Peña. Cabe suponer que el modelo debe repetirse en otras estaciones.
Aunque estemos en un medio rural, tampoco se escapan de los grafiteros. Y una potencial pasajera tomando el Sol.
Fin de la ruta
Esta ha sido una ruta tranquila y sosegada por un territorio, creo, poco transitado, a pesar de que por él circule el ferrocarril, y de la belleza del conjunto.
Son localidades simples, aunque cargadas de historia, muy bien conservadas. La impresión que se obtiene es de que es importante la presencia de residentes estacionales y su aportación al mantenimiento del patrimonio residencial.
Posiblemente también, la presencia del embalse contribuya a ello.
Un recorrido que hubiese sido interesante alargar hasta Sabiñánigo, siguiendo esta parte de la ruta comercial que unía Benearnum (Béarn, Francia) con Caesaraugusta (Zaragoza), pero no fue posible en esta ocasión.
Si buscáis tranquilidad, esta es una buena zona.
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