El castillo de Belmonte (Cuenca) representa uno de los castillos-palacio de la baja Edad Media de Castilla más importantes, y que han llegado más completos hasta nuestros días, ampliamente museizado.

Castillo de Belmonte (Cuenca)

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte (Google earth 2022-07-02)

Castillo de Belmonte. La Mancha de Cuenca. Cuenca

Municipio: Belmonte. Comarca: La Mancha de Cuenca. Provincia: Cuenca. Com. Autónoma: Castilla-La Mancha

Coordenadas: 39°33′29″N 2°41′49″O. Altitud: 800 msnm. Población: 1.180 (2021)

Web: castillodebelmonte

Bien de Interés Cultural (BIC). Monumento Nacional (1931)

Visita: 2022

Mapa de situación Belmonte, Cuenca (Google maps 2022-05-27)
Mapa de situación del Castillo de Belmonte (Google maps 2022-05-27)

Castillo de Belmonte. La Mancha de Cuenca. Cuenca

El castillo de Belmonte aparece como uno de los castillos-palacio más destacados construidos en Castilla en el siglo XV. Por ello me ha parecido interesante dedicarle un Post específico, complementario del dedicado a la villa de Belmonte. Allí ya presenté el contexto territorial e histórico, por lo que me remito a su contenido para no repetir.

Desde la lejanía, y al ir acercándonos a la villa, se destaca el castillo sobre una colina en el extremo sud-este de la muralla.

Desde el castillo hasta el caserío antiguo se observa un glacis sin construcciones, delimitado a cada lado por la muralla que parte del antemuro del castillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Esta imagen antigua deja ver claramente el glacis vacío delimitado por las murallas que parten del castillo.

Desde el caserío se observa dominante la silueta de la fortaleza.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Un poco de historia del castillo de Belmonte

Lo primero que hay que destacar es que se trata de una construcción del siglo XV, edificada de nueva planta en lo alto de un cerro, sin ninguna construcción previa.

En unos once años, entre 1456 y 1467, se alzó un edificio de estilo gótico-mudéjar como castillo-palacio para servir de residencia palaciega a don Juan de Pacheco (1419-1474), marqués de Villena, en su ciudad natal, Belmonte, como cabeza del Marquesado. Por consiguiente, es una construcción de estilo uniforme representativo de una época. Hay que avanzar que, en el siglo XIX se introdujo una reforma, que a su vez también fue uniforme de estilo, aunque esta vez adaptada al gusto francés de la época.

Como señala José Miguel Muñoz, que algunos castillos como los de Belmonte, Guadamur o Garcimuñoz, se corresponden exactamente con el tipo más característico de castillo señorial bajomedieval, en el que los aspectos representativos de la arquitectura como símbolo del poder y como prototipo de ensoñaciones caballerescas, ya casi innecesarias desde el punto de vista militar, entonan en su decorativismo el canto de cisne de una sociedad, la medieval, que llegaba a su fin.

Al parecer, en el trazado de la edificación contribuyeron, primero los hermanos Hanequín de Bruselas y, finalmente, el arquitecto bretón Juan Guas, aportando las últimas novedades italianas en el campo de la defensa artillera.

Muñoz considera que las soluciones más exageradas de habitabilidad y lujo desmedido que refleja su belleza en las distintas estancias interiores de Belmonte, con sus artesonados mudéjares especialmente diseñados para acompañar a las yeserías gótico-flamencas de las puertas y ventanas, donde las fantasías de este castillo-palacio nos remiten a las más refinadas realizaciones de la corte borgoñona, en una característica ambivalencia entre lo gótico y lo renacentista, combinada con la inspiración italiana de su planta.

Estamos ante uno de los mejores ejemplos de cómo la traza de un castillo de la segunda mitad del siglo XV se plantea muy conscientemente como una auténtica obra de arte, como un objeto único e irrepetible, en el que el resto de los detalles, desde el cuidado recinto exterior a la riqueza decorativa de los interiores refuerzan este significado.

El resultado es que todo ofrece un aire poco marcial y muy palaciego, amén de tener un cierto aspecto de algo imaginado, de castillo soñado. Pero esta disyunción entre fortaleza y palacio es precisamente lo que caracteriza el destino de estas mansiones fortificadas de la nobleza bajomedieval castellana. Muñoz se termina preguntando si son castillos o son palacios; o son simplemente cajas fuertes para guardar los tesoros de la familia.

La fortaleza no intervino en ninguna acción bélica, mientras que si fue centro de contiendas y políticas palaciegas. Por ejemplo, en él se firmo la paz entre los Reyes Católicos y el don Juan Pacheco después de que este hubiera apoyada la causa de Juana la Beltraneja en la guerra civil castellana de 1475-1480 frente a Isabel la Católica.

El uso militar quedo reducido a ser cárcel en la guerra de Sucesión (1700-1714) o del ejército francés en la Guerra de la Independencia (1808-1814).

Tras ser abandonado por los franceses en grave estado de deterioro, le sigue un posterior periodo de deterioro.

Entre 1857 y 1870, la entonces emperatriz consorte de Francia, Eugenia de Montijo, heredera de la familia Pacheco, decidió su rehabilitación como mansión palaciega.

La emperatriz encargó las obras de ampliación y rehabilitación al arquitecto Alejandro Sureda que, según reza una placa conmemorativa en la calle que lleva su nombre en la villa, Próspero Merimé habría recomendado a la emperatriz, seguidor del estilo del arquitecto francés Viollet-Le-Duc en las obras de restauración de edificios militares en Francia. De ello deriva el estilo francés de la reforma, claramente reflejado en las fachadas interiores de los dos cuerpos de edificio del castillo.

En 1870, a causa del destierro del emperador Napoleón III y de Eugenia de Montijo, se paraliza la restauración. La terminará el duque de Peñaranda   sobrino de la Condesa de Montijo, y dicen que el castillo sirvió como nido de amor.

Entre 1881 y 1885 fue cedido como convento a los dominicos franceses.

Nuevo periodo de decadencia, cuando en 1931 es declarado Monumento de Interés Nacional.

Vuelve a servir de cárcel y cuartel durante la Guerra del 1936-39. Con una rehabilitación intermedia en 1943. Por fin, en 2010 se abre al público después de terminar las últimas obras de rehabilitación y museización por parte de la Casa ducal de Peñaranda, propietaria del edificio, en convenio con las Administraciones.

Actualmente, la propiedad y gestión sigue siendo privada durante 75 años.

Estructura del castillo

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca (Google earth 2022-07-02)

La tipología del castillo de Belmonte es, según su función, castillo-palacio residencial; por emplazamiento, de colina y en cierto grado de meseta por la entrada del lado de levante; por origen, de iniciativa señorial; mientras que por momento de construcción y estética, es gótico-mudéjar de época bajo medieval del siglo XV.

La fortaleza está constituida por un cuerpo central, el castillo propiamente dicho, inscrito en un hexágono con torres circulares (T1 a T6) en cada esquina, con un total de seis, más una torre del homenaje (T7) cuadrada inscrita en una de las caras. 

A su alrededor la rodea una falsabraga (antemuralla o barrera artillera) y la liza. De planta aproximadamente hexagonal irregular, que presenta un perfil ondulado, con cuatro cubos circulares artilleros (a), dos puertas protegidas por otros dos cubos circulares cada una (b), más una puerta auxiliar (PP) (la de los Peregrinos).

Los muros son predominantemente de sillarejo, con sillares en algunas partes, de un espesor que oscila entre 1,75 y 4 metros. Todos los muros de la fortificación, tanto del antemuro como del castillo, están rematados con almenas escalonadas.

En la parte amesetada del lado de levante se abrió un foso seco, con un puente levadizo para acceder a la puerta del Campo. Actualmente, el foso está parcialmente rellenado en la zona de la puerta. La presencia del puente actual es puramente simbólica.

De los lienzos exteriores norte y sud-oeste, parten las murallas que rodearan el caserío de Belmonte.

De esta forma, la puerta del Campo corresponde a la entrada desde el exterior, y las otras dos, la puerta de la Villa y la puerta de los Peregrinos o de Santiago, que se abren hacia el interior de la villa. Todas estuvieron diseñadas para acceder a través de un puente levadizo, aunque el de la puerta de los Peregrinos nunca llegó a ejecutarse.

El edificio del castillo se articula alrededor de un patio de armas de forma pentagonal. El pentágono se apoya sobre una base rectangular, situada en el lado de levante, y se cierra por dos lados según un triángulo equilátero, cuyo vértice está orientado a poniente.

En el lado mayor de la base rectangular se intercala en su centro la torre del homenaje (T7), mientras que la puerta de entrada al interior del recinto (PI) se abre asimétricamente en el segmento sur de este lado, entre la puerta del homenaje y la torre 1 (T1).

Los lados del triángulo constituyen los dos cuerpos residenciales, de tres niveles de altura. Todo el perímetro superior está formado por un adarve continua que enlaza todas las torres, incluida la torre del homenaje, con las almenas escalonadas en todo el recorrido.

La visita al Castillo de Belmonte

Dividiré el recorrido en dos partes. Primero siguiendo todo el circuito exterior. En segundo lugar, efectuando el recorrido completo por todo el interior, desde la antemuralla y la liza hasta el adarve, pasando por los cuerpos residenciales.

El exterior del castillo

En el Post sobre Belmonte, durante el recorrido por las murallas tuvimos ocasión de visualizar la antemuralla y el castillo sobresaliente. Resigamos con un poco más de detalle este recorrido.

El abordaje de la antemuralla o barrera artillera lo efectuaremos por el lado norte (N), en el punto de entronque con la muralla urbana.

De derecha a izquierda sobresalen las torres 4 y 5 (T4 y T5), que delimitan el lienzo del cuerpo norte del castillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Tanto los muros de la antemuralla como los del castillo están culminados por almenas escalonadas.

Sobre la barrera artillera se van situando los cubos de defensa (a). En el castillo torres T4, T5 y T6.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Dado que el terreno del lado este (E) es amesetado. Por ello, se introdujo un foso seco para aumentar el poder defensivo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

A la izquierda aparece la torre del homenaje (T7) al lado de la torre 6 (T6), así como se visualizan los torreones de defensa (b) de la puerta del Campo (PC), con su puente levadizo (PL).

Bajo el puente levadizo no se ha conservado el foso seco. No acabo de entender por qué. Protegiendo la puerta dos cubos (b).

Hemos pasado al lado sur (S). La perspectiva, ahora de derecha a izquierda muestra: la puerta del Campo (PC) y la antemuralla con torreones defensivos (a); en el castillo la torre del homenaje y los torres T1, T2 y la T3.

Castillo de Belmonte, Cuenca

De este lado sud-oeste parte el lado sur de la muralla urbana.

Castillo de Belmonte, Cuenca

A partir de aquí, la antemuralla recorre el espacio interno de la fortificación incluido dentro del perímetro de la muralla urbana.

Entre las torres 3 y 4 (T3, T4) en la antemuralla se abre la puerta de Peregrinos (PP).

Castillo de Belmonte, Cuenca

En esta zona interior (O), orientada a poniente, la puerta del la Villa o de la Beltraneja (PV), con sus torreones defensivos (b). Por detrás, de derecha a izquierda, las torres T2, T3, T4 y T5. En el apartado siguiente insistiré algo más en esta zona.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La buena perspectiva que ofrecen las torres desde el exterior aconseja incluir su aproximación visual antes de entrar al interior.

Primero acerquémonos a una primera perspectiva de los cubos circulares de la antemuralla (a), donde se combinan los elementos defensivos más medievales -almenas y saeteras- con troneras (de palo y orbe y de cruz y orbe).

Castillo de Belmonte, Cuenca

Por su parte, las torres del castillo tienen unos 22 metros de altura, incluida la torre del homenaje. Se discute si la poca altura de la torre del homenaje corresponde al diseño original o se es debida a que no llegó a terminarse o a que fue desmochada en época de los Reyes Católicos, como practicaron en otros castillos señoriales.

Solamente la torre del homenaje y la torre 4 (T4) no presentan ni almenas ni remates.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

 

Las cinco torres restantes se presentan adornadas por escudetes en los remates de arquillos ciegos. Las torres 1, 2, 3 y 6 con un arqueado. La torre 5 presenta la particularidad de tres niveles de arquillos ciegos, además de tres matacanes de dos oberturas sobresaliendo y orientados a norte, oeste y sur.

En algunas torres se ha añadido un pretil de piedra para garantizar la seguridad de los visitantes.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

El interior del castillo

En el recorrido interior seguiré la numeración recomendada en la Guía del Castillo.

Indicar que el día de la visita coincidió con una de las Jornadas de Recreación Histórica del siglo XIX, dedicadas a la época de Eugenia de Montijo. Por ello, en algunas fotografías aparecerán personajes vestidos de época que circulaban por las dependencias, o algún momento de las representaciones.

Primero recorro el circuito circular del camino de ronda del antemuro combinado con la liza, siguiendo el Recorrido 5. Después me adentraré en el castillo.

Entradas, liza y antemuralla/barrera artillera

Castillo de Belmonte, Cuenca

La entrada por la puerta del Campo (2) se efectuaba por un puente levadizo de flechas (5) que superaba el foso seco. Actualmente el foso en este punto está cubierto, con lo que el puente que existe es simbólico. La puerta esta flanqueada por dos cubos circulares situados asimétricamente respecto a la puerta.

La puerta presenta un arco escarzano. Los cubos defensivos muestran las troneras a nivel del suelo y en lo alto del adarve.

Castillo de Belmonte, Cuenca

El puente levadizo de flechas presenta en el muro dos hendiduras verticales para permitir el desplazamiento de los brazos elevadores del puente. Lo mismo encontraremos en las dos otras puertas del recinto.

En el tímpano de la puerta se observa el escudo de don Juan Pacheco con las armas de Pacheco y Acuña.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Pasada la puerta se abre la liza que recorrerá todo el perímetro del castillo.

Mirando hacia arriba se alza la maciza torre del homenaje (T7). De planta cuadrada con las esquinas redondeadas, con un cubo macizo semicircular adosado a la pared exterior como refuerzo artillero. Las esquinas redondeadas también servían para desviar los impactos de las balas artilleras.

Castillo de Belmonte, Cuenca

En el lienzo de la izquierda se abre la puerta de acceso al patio de armas.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Iniciaré el recorrido en el sentido de las agujas del reloj, intercalando fotografías efectuadas durante el recorrido con otras obtenidas desde el adarve superior del castillo, que ayudarán a la mejor interpretación de los lugares por los que se va pasando. Al mismo tiempo, combinado la observación de la liza y la del adarve que la protege.

La primera imagen muestra la puerta del Campo desde el interior y el recorrido del camino de ronda en este punto. Se observa el contrapeso que ayudaba a elevar la plataforma del puente elevadizo.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Bajo los cubos defensivo se abrían los huecos para la instalación de las armas artilleras a nivel del suelo.

En todo el recorrido observaremos el adarve almenado escalonado.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La puerta del Campo y el primer cubo defensivo sobre la muralla exterior con el hueco para acceder a la tronera.

Al fondo una primera perspectiva del horizonte de la Meseta que se domina desde el castillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Los dos cubos del lado sudeste.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Caminando por la liza podremos ir localizando las troneras que se incrustaban en los gruesos muros de la muralla.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Mirando hacia arriba obtenemos la perspectiva de la torre 2 (T2) desde la liza.

Pasado el recodo de la torre 2 se inicia el recorrido de la muralla de la villa. En el interior del recinto la puerta de los Peregrinos (4). Al parecer este es un nombre tardío para la puerta derivado de que en el tímpano solo se aprecian dos veneras.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Cómo se ve la puerta de Peregrinos desde el exterior del recinto amurallado de la villa. Las hendiduras verticales en el cubo indican que se proyectó para disponer de un puente levadizo de flechas, aunque no llegó a construirse.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Interior y exterior de la puerta de los Peregrinos. La forma de la obertura es del mismo tipo que en la puerta del Campo.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

 

El gran lienzo del castillo de esta parte corresponde al bloque sur de las edificaciones del castillo, con la torre 3 (T3) al fondo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Superada la torre 3 nos situamos en la zona de la puerta de la Villa o de la Beltraneja (3), con dos cubos cilíndricos de protección de la entrada bajo arco almenado. También aquí el acceso debía ser a través de un puente levadizo de flechas, como identifican las hendiduras verticales del muro.

La siguiente imagen histórica corresponde a un dibujo del siglo XIX.

Vemos la puerta en la actualidad, desde el interior y el exterior. La abertura de pequeñas dimensiones es de arco de medio punto con dovelas, con una verja de hierro forjado de la época. También son más pequeños los cubos defensivos.

Era la puerta de acceso habitual durante los siglos XV y XVI.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Desde la lejanía es perfectamente visible como en este punto en el edificio del castillo se unen los dos cuerpos rectangulares residenciales formando el vértice del triángulo, flanqueado en las esquinas por la torre 3 (T3) al sur y la torre 4 (T4) al norte.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Prosiguiendo pasaremos bajo la torre 4 (T4), sin ningún adorno en la parte superior, que según el dibujo del siglo XIX tampoco tenía en aquella época.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Continuando el recorrido por el lado norte se observa como la disposición de la muralla urbana perpendicular al muro de la fortaleza permite apoyar desde aquí la defensa exterior de la villa.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Al llegar al espacio entre las torres 5 y 6 (T5, T6) vemos en el muro, a la altura de la primera planta, uno de los elementos que siempre atraen la curiosidad de los visitantes en las construcciones históricas. Se trata de la apertura al exterior de una letrina de dos asientos, adoptando la forma de matacán. Tendremos ocasión de verla en el recorrido interior.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Se llega así al punto de partida al espacio de entrada con una perspectiva final de la relación entre la liza y las murallas del castillo y la antemuralla con el camino de ronda continuo en todo el recorrido.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Podemos finalizar este recorrido observando desde el exterior y el interior los tipos de orificios defensivos que aplicaron en el castillo de Belmonte: la saetera, la tronera de palo y orbe y la tronera de cruz y orbe.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

 

Nos despediremos de la liza y el adarve con una muestra de pieza de artillería de época.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Entrada interior, patio de armas, dependencias y mazmorras

Una puerta gótica (2) de arco arquitrabado abre al acceso al patio de armas. En el tímpano moldurado trilobulado aparece la figura de un paje que se encuentra de pie sobre un pequeño pedestal situado en la clave del arco y los escudos de Juan Pacheco y su segunda esposa María Portocarrero Enríquez. El escudo superior debe corresponder al rey Enrique IV.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Una puerta de dos hojas cierra este espacio.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Son visibles las gorroneras superior e inferior en el suelo, con el gorrón de giro de la puerta.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

 

Frente a la puerta de entrada al patio de armas los dos cuerpos del edificio residencial se articulan en ángulo agudo en el extremo opuesto, delimitando el conjunto una forma pentagonal simétrica sobre el eje de la torre del homenaje y el vértice de unión de los dos cuerpos de edificación.

Los muros de ladrillo rojo y estilo neo-gótico corresponden a la reforma del arquitecto Sureda en el siglo XIX.

La edificación tiene tres niveles. Los bajos presentan unos soportales con arquerías de rosca ligeramente apuntada.

Los corredores de las plantas superiores sobre el patio de armas estaban abiertos. Con la reforma de Sureda los corredores se cerraron de forma acristalada.

El primer piso muestra ventanas geminadas acristaladas de arcos apuntados cubiertas por un arco mayor de doble rosca.

En el segundo piso las ventanas, también acristaladas, son de arcos apareados ligeramente apuntados, rematando al exterior por otro arco de cornisa.

Debajo del tejado, un friso de pequeños arcos ciegos que contienen en cerámica los escudos de armas de Pacheco o Acuña.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

En esta imagen se puede observar la base del rectángulo, con la torre del homenaje en el centro, el lado pequeño del rectángulo, y la continuación en ángulo de la edificación que convergerá en el ángulo del triángulo en el lado izquierdo, de poniente.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La maciza torre del homenaje, que ya se ha dicho que tiene planta cuadrada con las esquinas redondeadas, presenta un aspecto externamente robusto y compacto de sillarejo. El interior está dividido en tres niveles y, en origen, no disponía de ninguna obertura en sus muros, excepto una puerta en el tercer nivel, abierta sobre el adarve.

Al habitáculo inferior se accedía por una trampilla desde la habitación de la primera planta. Estaba destinado a calabozo sin ninguna iluminación ni comunicación con el exterior. Los dominicos en el siglo XIX abrieron dos puertas para reconvertir ese espacio en capilla. Con la última reforma se dejó una puerta que actualmente da paso a la recreación de una armería (3).

Castillo de Belmonte, Cuenca

Al fondo del patio se construyó un aljibe (6) con dos columnas elipsoidales, pero que quedo sin terminar. El pozo excavado en la roca tiene una profundidad de 40 metros y dicen que siempre ha proporcionado agua.

Castillo de Belmonte, Cuenca

El lienzo norte del lado pequeño del rectángulo muestra dos detalles de interés.

En la parte baja hay adosada al muro una gran chimenea o cocina, que bien pudiera servir para cocinar la comida de la tropa o para calentarse en las frías noches de invierno.

Castillo de Belmonte, Cuenca

A la altura del primer piso un balcón corrido de madera lleva desde la zona de servicio de esta planta hasta las letrinas y la escalera de caracol de subida a la torre 6.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Los bajos del ala norte estaban destinados a servidumbre y cocinas. Los del ala sur estaban destinados a establos. Los dominicos los destinaron a función religiosa.

De su papel histórico no queda nada, actualmente reconvertidos en espacios de atención turística (recepción, museo, tienda, bar, aseos).

Es una lástima que, frente a la brillantez de la remodelación palaciega de las plantas superiores, no se haya dejado ninguna muestra de las condiciones de vida de la servidumbre y los servicios de palacio.

Por último, al fondo del extremo norte, debajo la escalera que lleva a las platas superiores, se accede a los sótanos (9) para almacenar víveres. La leyenda popular dice que aquí partía una galería subterránea que llevaba al pueblo para evacuaciones de urgencia.

Actualmente está museizado como mazmorras. Aunque no sean ciertas, la escasa iluminación de que se ha dotado este espacio permite imaginar las extremas condiciones de vida de un encarcelado en un espacio de este tipo. Un acierto museístico que sobrecoge.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Planta primera: estancias del siglo XV

Castillo de Belmonte, Cuenca

La subida a las plantas superiores se efectúa a través de la escalera principal (1), una escalera de madera con artesonados del siglo XIX, situada al fondo del porche del cuerpo de la derecha, por encima de la entrada al sótano (mazmorras) que acabamos de visitar.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

A la primera planta palaciega se entra por el gran pasadizo, la galería norte (2), que corresponde al cierre del pasadizo de Sureda.

Los alfarjes que cubren los pasillos y los artesonados mudéjares que se encuentran en las habitaciones constituyen unos de los elementos de lujo de esta edificación.

De los artesonados, solo tres son originales del siglo XV, el resto corresponden al siglo XIX.

Los tres cuerpos palaciegos se presentan ampliamente museizados correspondientes a cada etapa y función a la que estuvieron destinados.

Esta primera planta corresponde a las habitaciones señoriales del siglo XV.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Los alfarjes de los distintos techos, diferentes entre sí, constituyen uno de los elementos más interesantes de todas las dependencias, empezando por el alfarje de la galería (2).

Castillo de Belmonte, Cuenca

Esta ala del edificio está dividida en cuatro habitaciones, todas comunicadas entre sí interiormente.

Entramos en el salón del estrado (3). Debió ser la habitación de reunión de la señora del castillo. En la época las damas acostumbraban a reunirse sentadas en el suelo en sobre una tarima.

Destaca el grosor del muro, las amplias ventanas con poyos y la chimenea con decoración de yesería con los escudos de Juan Pacheco y su esposa María Portocarrero.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

La puerta de la derecha comunica con estancias de la servidumbre (4).

Castillo de Belmonte, Cuenca

En el hueco de la torre 5 se aprecia un gabinete (5).

Castillo de Belmonte, Cuenca

Un pasillo comunica con el balcón corrido de madera que habíamos visto en el patio de armas.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Desde el balcón observamos en la plaza de armas el puesto de venta de un vendedor ambulante de lociones y pócimas del siglo XIX.

Castillo de Belmonte, Cuenca

El balcón conduce a las letrinas (6) que habíamos visto desde el exterior en el recorrido por la liza. Desde el final del balcón una escalera de caracol en la torre 6 permite subir al adarve. No accesible en la visita.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Regresando al salón del estrado accedemos a la denominada alcoba señorial medieval (8).

Castillo de Belmonte, Cuenca

El recorrido prosigue por un pasillo que parte del fondo de la galería y que enlaza los dos cuerpos de la edificación en el punto del vértice donde se unen, dando acceso a la galería del ala de gobierno (9).

Sobresalen las tres grandes chimeneas con decoración de yesería, y el alfarje.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

A través de una puerta de dos hojas, coronada por agujas de crestería, se accede al salón de gobierno (10). Aquí se desarrollaba la vida social y política del castillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Continuamos viendo los grandes ventanales abiertos en el grueso muro.

El amplio salón rectangular alargado, de 147 metros cuadrados, es comparable con los salones del trono de los reinos de la época. Se considera que aquí, y en el conjunto del castillo, el Marqués de Villena quiso dejar clara constancia de que era el personaje más importante de la Castilla de su tiempo.

En esta sala destaca el artesonado, de artesa invertida, fabricada en madera de pino con el sistema de par y nudillo.

La gran altura de la techumbre provoca que ocupe la segunda planta, quedando ya por encima el tejado.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La sala contigua se la denomina salón de embajadores o sala de la Capilla (12) de forma cuadrada con una cúpula octogonal.

No debe dejar de admirarse el artesonado octogonal gótico-mudéjar de la cúpula, que es uno de los tres originales del siglo XV que han sobrevivido.

Castillo de Belmonte, Cuenca

También sobresalen los alféizares de sus dos ventanas, decorados sobre piedra con un rico bestiario atribuido a Juan Guas.

Alfeizar de la ventana norte.

Castillo de Belmonte, Cuenca

En la techumbre los escudos de Juan Pacheco y María Portocarrero Ramírez.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Alfeizar de la ventana suroeste es de estilo gótico-flamígero.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

La importancia de la riqueza decorativa de esta habitación reside en que era el lugar de espera de las visitas, donde se pretendía deslumbrar al visitante realzando la importancia del señor. Se trataba de crear un imponente espacio de representación y poder sobre el visitante.

Por la esquina de la habitación, en el hueco de la torre 3, se accede a lo que se denomina gabinete del Infante Don Juan Manuel (13).

El nombre parece un homenaje a la figura de don Juan Manuel, primer señor de Belmonte, que había muerto en 1348.

Planta segunda: estancias de Eugenia de Montijo, siglo XIX

Debemos regresar a la escalera principal (1), para subir a la segunda planta, dedicada a Eugenia de Montijo, condesa de Montijo y emperatriz consorte de Francia.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Como sabemos, Eugenia de Montijo (Eugenia de Palafox Portocarrero y Kirkpatrick) fue la responsable de la rehabilitación, al estilo francés de Viollet-Le-Duc, del castillo en el siglo XIX, encargada al arquitecto Alejandro Sureda.

En 2010 se decidió museizar toda la planta al estilo decimonónico como si fueran las habitaciones privadas de la emperatriz.

La galería (2) es de características similares a las ya visitadas en la planta inferior.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Nos adentramos por el centro de la planta en el llamado salón de la emperatriz (3), que correspondería al lugar de vida familiar.

Castillo de Belmonte, Cuenca

A la derecha el salón comunica con lo que se denomina el dormitorio señorial (4) de la época medieval.

De planta cuadrada, destaca la techumbre piramidal ochavada de estilo gótico-mudéjar.

En la museización de la planta se la ha decorado como si fuese la habitación de la emperatriz.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

En el lado izquierdo del salón la habitación se denomina gabinete de la emperatriz (5).

En origen correspondía al dormitorio de la marquesa. La techumbre también es piramidal octogonal de estilo gótico-mudéjar, pero distinta a la del dormitorio del marqués.

Se ha decorado como despacho de la emperatriz en estilo decimonónico.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Perspectiva de las puertas de enlace interior de las habitaciones de esta planta.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La habitación contigua al gabinete se la ha decorado como vestidor de la emperatriz (6), también en estilo decimonónico.

En época de la marquesa se piensa que esta habitación debió servir como dormitorio de los hijos y, en otro momento, como dormitorio de la dama de compañía de la marquesa.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Como era habitual en las mansiones acomodadas, la bañera se sitúa junto a la chimenea para procurar calor durante el baño en estas frías mansiones.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Regresamos a la galería donde, al fondo, se abre la puerta de un pasillo que conduce a la escalera que asciende hacia el adarve superior.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La segunda planta del edificio sur, que no es visitable, está constituida por la galería, similar a las anteriores, mientras que el cuerpo del edificio ya se ha indicado que está ocupado por las altas techumbres de la primera planta, alzándose en el extremo de poniente la cúpula de la sala de embajadores, como veremos sobresalir al recorrer el adarve.

Adarve superior y torres

Castillo de Belmonte, Cuenca

El acceso al adarve superior se efectúa por una escalera de caracol situada en el ángulo (8) donde se unen los muros de los dos cuerpos de edificio orientado a poniente.

En este punto estamos situados sobre la puerta de la villa.

Castillo de Belmonte, Cuenca

A la derecha nos dirigimos hacia la torre 4 (T4), de donde parte el tejado del ala norte, con las chimeneas de la planta inferior.

A la izquierda se llega a la torre 3 (T3), a la que se puede acceder por una escalerilla.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La perspectiva sobre el territorio de la meseta de poniente del castillo, incluido el caserío, son espectaculares, como puede apreciarse en la secuencia panorámica siguiente.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Por detrás sobresale la cúpula de la sala de embajadores de la planta primera.

El adarve que une las torres 3 y 2 (T3, T2) se manifiesta plenamente en esta perspectiva desde el exterior.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Desde este lado del adarve las perspectivas continúan mostrando la horizontalidad mesetaria.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La torre 1 (T1) no es accesible, ya que no se ha dotado de pretil de protección.

Castillo de Belmonte, Cuenca

En el recorrido, entre otros elementos, podemos visualizar las clásicas marcas de cantero en los sillares de los muros.

Castillo de Belmonte, Cuenca

 

Al acercarnos a la torre 1 (T1) dispondremos de perspectivas sobre la plaza de armas.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

El siguiente punto de acceso corresponde a la torre del homenaje (T7), mostrando el redondeo de las esquinas.

Al recorrer el adarve te das cuenta de que, al ser todas las torres de igual altura, el castillo no dispone de un punto de visión de 360o sobre el territorio circundante. Hace pensar en la posibilidad de que la torre del homenaje hubiese tenido mayor altura, como apuntan algunos historiadores, para disponer de una atalaya desde este punto de visión circular.

Castillo de Belmonte, Cuenca

El interior de la torre del homenaje está dividido en tres niveles. Al parecer, aunque la información es confusa, los dos inferiores estarían destinados en el primer castillo a calabozo y mazmorra, mientras que el superior, donde se entra desde el adarve, correspondería el cuerpo de guardia que muestra la foto.

Torres 1 y 2 (T1, T2).

Castillo de Belmonte, Cuenca

Perspectiva de levante, en la zona amesetada de acceso al castillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Torres 6 y 5 (T6 y T5) en dirección norte, manteniéndose la horizontalidad del horizonte.

Castillo de Belmonte, Cuenca

La torre 5 (T5), muestra la magnificencia de los escudetes en los remates de arquillos ciegos, donde algunos conservan el policromado.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Desde el adarve de este lado norte podemos comprobar la visión sobre el exterior de la muralla urbana, que ya habíamos apreciado desde la antemuralla.

Castillo de Belmonte, Cuenca

El descenso se efectúa por una escalera de caracol en el interior de la torre 1 (T1), que desciende directamente hasta el patio de armas, al que se accede por una escalera exterior junto a la puerta de entrada.

Aspilleras en el grueso muro aportan iluminación en el recorrido, sin función defensiva.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Glacis y Trebuchet Park

Hacia poniente, entre la antemuralla donde se halla situada la puerta de la villa y la verja que cierra el acceso desde el caserío, se extiende un amplio glacis de unos 300 metros de radio.

En el lado sur se extiende una esplanada, que sirve de lugar de torneos y actividades. En ella se desarrolló un combate en la película “El Cid” de 1961.

En el lado norte se ha instalado el Trebuchet Park, donde se exponen reproducciones a escala real y funcionamiento, de más de 40 máquinas de asedio en cuatro ámbitos temáticos diferenciados: mundo cristiano, mundo musulmán, mundo oriental y renacimiento, de los siglos V a XV. Todas las máquinas han sido probadas y funcionan tal y como lo hicieron en su época.

Castillo de Belmonte, Cuenca
Castillo de Belmonte, Cuenca

Una imagen detallada de algunas de estas máquinas lo presente en el post Armas de Asedio en el Castillo de Peracense (Teruel) de las allí expuestas.

El glacis queda cerrado entre las murallas que parten del Castillo y una verja más o menos semicircular hacia poniente, de un radio de unos 280 metros, siguiendo la calle San Isidro en el lado norte, y los muros traseros de las casas urbanas de lado sur. Subsiste una puerta simple en un muro de ladrillo.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Fin de la visita

Me despido con dos imágenes especiales del castillo de Belmonte.

Castillo de Belmonte, Cuenca

Acabamos de asistir a una muestra de poderío del señorío más importante de Castilla en época de Enrique IV en el siglo XV por parte de don Juan Pacheco, Marqués de Villena, que llego a ser favorito del rey.

El castillo-palacio de Belmonte, construido de nueva planta, fue uno de los más importantes y significativos del estilo gótico-mudéjar.

El interés actual se centra, además, en que, por sus sucesivas rehabilitaciones, ha llegado hasta nuestros días de forma completa, exterior e interiormente (no solo los muros del castillo como en la gran mayoría de los casos), sino que también ha sido museizado de acuerdo con los periodos más importantes de su existencia, es decir, de época bajomedieval y de estilo decimonónico francés bajo la iniciática de la emperatriz Eugenia de Montijo.

Es una lástima que, frente a la brillantez de la remodelación palaciega de las plantas superiores, no se haya dejado ninguna muestra de las condiciones de vida de la servidumbre y los servicios de palacio.

Bases de información

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