La Iglesia de Sant Quirze de Pedret (Cercs, Barcelona) es una de las pocas iglesias prerrománicas de Cataluña. Se puede ver la reproducción de pinturas del Maestro de Pedret en uno de los ábsides.
Iglesia de Sant Quirze de Pedret
Iglesia de Sant Quirze de Pedret (Berguedà, Barcelona)
Municipio: Cercs. Comarca: Berguedà. Provincia: Barcelona. Com. Autónoma: Cataluña
Teléfono de contacto: 664 567 581
Coordenadas: 42°06′26″N 1°53′00″E
Acceso: por Berga, desde Plaza Gernika. A 2,5 km, por el camino de Pedret a Puente de Pedret. Hasta la Iglesia ruta a pie de unos 400m.
Abierto todo el año sábados, domingos y festivos de 10 a 13 horas. Visitas a las 10h, 11h y 12h. Agosto: martes, sábados, domingos y festivos las visitas son a las 10h, 11h y 12h y las 17 y 18h. Fuera de este horario visitas concertadas.
Web: Ajuntament de Cercs
Bien de Interés Cultural
Visitas: 2014, 2018
Las fotografías han sido realizadas por Laura López @lauraskindofphotos
Índice
Iglesia de Sant Quirze de Pedret (Cercs, Barcelona)
La Iglesia de Sant Quirze de Pedret es una construcción prerrománica y románica, iniciada en el siglo IX, a orillas del río Llobregat.
Al llegar al Puente de Pedret se acaba el trayecto en coche y hay que seguir unos 400/500 m a pie para ascender hasta la Iglesia.
Una vez atravesado el puente se presentan dos alternativas. Dirigirse por la izquierda por un sendero rocoso que asciende junto al río Llobregat, o seguir por la derecha por una pista de cemento un poco más larga pero más suave.
Si optamos por el sendero podremos observar al fondo el dique del embalse de La Baells.
Por este camino, la imagen que obtendremos a la llegada es la perspectiva suroeste del lado de poniente, la cara sur, con el porche de la entrada románica, la torre descabezada, y una edificación anexa que actualmente no tiene ningún vínculo arquitectónico con el edificio religioso.
Evolución histórica del templo
No se conoce la fecha de su construcción inicial, pero los resultados de las excavaciones indican que el templo se construyó en la época carolingia. Probablemente correspondería al momento de la repoblación cristiana de este territorio en el siglo IX.
El núcleo inicial consistió en una edificación de una sola nave, con el presbiterio en forma trapezoidal.
Probablemente, el aumento de población de la zona llevó a su ampliación con dos naves laterales.
El resultado final es una iglesia de planta basilical resultado de una construcción en parte mozárabe, reformada en el siglo XI. Las tres naves están separadas por pilastras, las cuales sostienen arcos de herradura que soportan la cubierta de madera. La cabecera está formada por tres ábsides, de planta trapezoidal el central, y de herradura los laterales. Los ábsides están cubiertos con bóveda.
Los indicios arqueológicos apuntan a que por el siglo X existió un cenobio benedictino en la zona que ahora ocupa el edificio anexo.
A lo largo del siglo XIV Pedret fue perdiendo población y, en el siglo XVIII, se produce un resurgimiento, coincidente con la recuperación económica en Cataluña. Se hacen reformas en la iglesia, para luego volver a decaer hasta el siglo XX en que se somete a dos procesos de rehabilitación.
En la publicación Església de Sant Quirze de Pedret, se presenta una interesante evolución histórico-constructiva del edificio. No es usual poder encontrar una presentación de este tipo y creo que vale la pena reproducirla y detenerse en considerarla.
Por un lado nos abre la oportunidad de poder reflexionar sobre qué es lo que estamos viendo cuando nos encontramos ante un edificio histórico, en relación a los cambios que puede haber sido sometido a lo largo del tiempo en el proceso de adaptación al devenir histórico, tanto en los cambios funcionales que puede haber sufrido como en la plasmación de los gustos y estilos artísticos de las épocas por las que ha pasado, en cada uno de los momentos de las intervenciones que se vayan hecho.
Por otro lado, nos permite vislumbrar los problemas de la rehabilitación de edificaciones históricas, cuando se ha de decidir qué se mantiene, qué se elimina y qué se modifica del edificio, en función del estado en que se encuentre, y en función de los objetivos que guíen la rehabilitación.
Si os motiva este tema podéis leer el informe de la restauración dirigida por el arquitecto Antoni González Moreno entre los años 1989-1995 y otros trabajos señalados en el apartado web académico de este mismo Post
Según explica Antoni González, el criterio que guió la restauración en este caso fue un objetivo didáctico para poner en valor un ejemplo de «arquitectura testimonial»:
“En la determinación de los criterios de esta intervención (…) se tuvo en cuenta un planteamiento conceptual genérico sobre la actuación en arquitecturas cuyo interés histórico o arquitectónico hace que el principal objetivo de su conservación sea el de testimoniar la historia y la cultura del pasado, por considerar Pedret un ejemplo paradigmático de esta «arquitectura testimonial».
“Transmitir a las futuras generaciones la autenticidad de la arquitectura testimonial (como objetivo esencial de su restauración), a menudo no supone tanto conservar la materia heredada, como -en función de un objetivo didáctico- descubrir y recuperar los valores genuinos (forma, textura, luz, espacio, ambiente, etc.), que han podido perderse por traumatismos históricos o terapéuticas restauradoras erróneas.” (p. 9)
Por ejemplo, cuando se incorporaron pinturas, estas querían tener una significación ideológico-didáctica. Para nosotros, ahora, tienen una significación artística (arte románico). Mientras que, en el siglo XVIII, en el dominio del barroco, no se les daba ningún valor, ni ideológico ni artístico, y se las cubría de una capa de cal o yeso.
En la secuencia de actuaciones sobre Sant Quirze, desde el siglo IX hasta finales del siglo XX, se manifiesta como puede cambiar la forma: ¿cuál debe prevalecer en la rehabilitación? En este caso parece que el resultado ha sido un híbrido de cómo era en el siglo XIII: con la base del campanario del XIII, pero con el porche (entre otras razones para proteger de la erosión la dañada portada románica) y sin la espadaña del XVIII (una de las medidas más controvertidas). Y con una solución atrevida para dotar de campanario al conjunto: construir uno de exento de estilo actual, pero que no interfiriera con el edificio histórico.
Como conclusión de este aspecto la pregunta que queda por formularnos frente a cualquier edificio histórico que visitamos es, qué es lo que realmente tenemos delante de los ojos en términos de su historia.
El exterior del templo
En la fachada oeste, o de poniente, estaba situada la primera puerta del templo. La apertura actual tiene la función de ventana. Se ha dejado insinuada la base de una espadaña como la primitiva.
La pendiente del terreno, que se manifiesta claramente, la resolvieron en el interior construyendo las naves en niveles escalonados.
Restos de un acceso cubierto por la cara oeste, incorporado en el siglo XI, y que luego desapareció al construirse una nueva entrada por el lateral de mediodía.
En la cara norte son visibles los «pedrets» (pedregal) que dicen que da nombre al lugar. Con formas espectaculares producto de la erosión.
En la cara de levante se localiza la cabecera del templo, con tres ábsides.
El central, el mayor de los tres, de forma prerrománica trapezoidal forma parte de la planta de la primera iglesia en el siglo IX. Los dos absidiolos mozárabes laterales en forma de herradura y de alturas diferentes adaptas al desnivel del terreno forman parte de la ampliación del siglo X. Las pequeñas aberturas son de construcción rústica.
El edificio de la derecha corresponde a la zona de emplazamiento abacial desaparecido.
En el lateral de mediodía destaca la base del campanario incorporado en el siglo XIII que, junto con el porche externo, ocuparon gran parte de la nave derecha del recinto.
Las aberturas son de construcción simple y rústica.
El porche (G) da acceso directamente a la nave central. Uno de los criterios para reconstruir el porche en la última rehabilitación fue para proteger la deteriorada portada románica, que sólo ha sido sometida a una limpieza.
El interior del templo
La representación de la planta que sigue está adaptada a la forma actual del templo con orientación cardinal.
La fotografía muestra una perspectiva en diagonal del interior, tomada desde el punto (F) en dirección a (D, 7). La parte izquierda corresponde a la nave norte, con la absidiola al fondo. A un nivel inferior la nave central, con la que se comunica por dos arcos de herradura. Al fuera a la derecha la puerta (D) del ábside sur (7) y, iluminada, la absidiola sur.
En la nave norte dispone de una cubierta de madera, con teja árabe. En el extremo de poniente está dispuesta una pila de aceites (F).
Situados en la nave central en dirección al presbiterio observamos la cubierta de madera de dos aguas, con una apertura.
El denominado arco triunfal, de herradura, da paso al ábside central, de forma ligeramente trapezoidal, con dos oberturas, al este y al sur.
Girando la vista en dirección a poniente observamos la apertura actual en el lugar donde estaba situada la primera puerta de acceso. A la derecha, junto a una roca madre, la pila bautismal (E), y un banco de piedra que sigue toda la pared que separa la nave norte de la nave central hasta la escalera de comunicación entre ambas naves.
La secuencia de fotografías siguientes nos lleva por todo el muro de oeste a este. Las dos aberturas (A y B) son en forma de arco de herradura. En la más cercana a los ábsides (B) tres escalones permiten salvar el desnivel entre naves que ya había comentado, para adaptarse al desnivel del terreno.
En el muro sur de la nave central se dispone la puerta románica (C) de acceso al templo desde el siglo XIII, con dos aberturas superiores de entrada de luz.
Las pinturas. El maestro de Pedret
Para presentar la distribución de las pinturas seguiré básicamente las indicaciones del folleto Església de Sant Quirze de Pedret (segles IX-X), editado por la Diputación de Barcelona.
Nave central, arco triunfal y ábside central
Pinturas románicas (posiblemente de finales del siglo XI) encontradas in situ y restauradas en 1995.
Restos de lo que sería el ciclo del martirio de los santos titulares de la iglesia, San Quirze y santa Julita, y un fragmento que representa el sacrificio de Isaac. La parte superior está delimitada por una greca que alterna con la representación de bustos de santos (1).
Desde el 1940, en el Museo Diocesano y Comarcal de Solsona (MDCS) se conservan otros restos de este fragmento, arrancadas en 1937.
Muro de levante
Reproducción de las pinturas prerrománicas del siglo X (4, 5). Estos son los únicos restos del mural prerrománico que se conservan.
El fragmento de la izquierda de la ventana (4) representa una cruz de brazos radiales con un círculo en medio. Dentro del círculo hay un caballero con una lanza adornada con un estandarte. En la cabeza lleva un yelmo cónico con nasal. A su lado hay una figura y un perro. El caballero tiene una pequeña cruz sobre la cabeza. Encima del caballo hay un pájaro que picotea un racimo y que lleva otro en la espalda. El círculo y los brazos de la cruz tienen como decoración motivos vegetales y geométricos. Fuera del círculo, al lado izquierdo, hay un hombre con barba en posición de sostener sobre el pecho un libro. Al otro lado existe la figura de un hombre desnudo con una rodilla en el suelo sosteniendo un bastón y con una hoguera en frente, que podría ser el demonio.
La figura a la derecha de la ventana representa el Orante (5), personaje masculino con barba, túnica y brazos extendidos, dentro de un círculo decorado con motivos de zigzag. Sobre el círculo hay un águila o un pavo real.
Las pinturas originales fueron arrancadas el año 1937 y se conservan en el Museo Diocesano y Comarcal de Solsona (MDCS).
Paredes de tramontana y de mediodía, y vuelta
Restos de pinturas románicas (posiblemente de finales del siglo XI), que permanecieron in situ al arrancarse la composición completa el año 1937 (6).
En el MOCS se conservan las pinturas arrancadas. La composición representa la visión apocalíptica del trono sobre el que está el libro de los siete sellos. Junto al eje central y distribuidos en tres registros, encontramos los veinticuatro ancianos del Apocalipsis sentados en tronos y con instrumentos musicales. Cierra la escena una greca que incluye animales. La parte inferior del muro representa cortinajes con dibujos de círculos con figuración.
Nave y absidiolo norte
Restos en la nave norte (2).
Reproducción de las pinturas románicas (3) (posiblemente de finales del siglo XI), que fueron arrancadas el año 1922 y que se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), en Barcelona. En el nivel superior aparecen unos apóstoles y en el inferior, unos cortinajes.
Absidiolo sur
Reproducción de las pinturas románicas (7) (posiblemente de finales del siglo XI), que fueron arrancadas el año 1922 y que se conservan en el MNAC.
Representan, en la zona de la bóveda, una mandorla que rodea una imagen entronizada de la Madre y el Niño; a Ia izquierda de la ventana grande, la parábola de las vírgenes prudentes, y a la derecha, las vírgenes necias y la Iglesia personificada. La parte inferior, hasta las jambas del arco de acceso, está decorada con greca y cortinajes.
Las fotos siguientes presentan la secuencia, de izquierda a derecha, de las pinturas de la pared circular.
Este conjunto pictórico ha servido para definir un estilo, claramente de influencia italiana, conocido por estilo del maestro de Pedret, fechado a finales del siglo XI.
La observación de la interesante reproducción de las pinturas de este ábside por Emili Julià en 1995, me lleva a preguntarme por la intensidad del colorido de las pinturas, que les otorga un efecto impresionante. Si este era el color verdadero, no hay duda de que debía causar un fuerte impacto sobre los fieles cada vez que las observaran. Como seguramente nos lo causa a nosotros, aunque por motivos diferentes.
Es un contraste con los colores tenues de los originales que vemos en la actualidad.
Campanario moderno exento
Nos explica el arquitecto-restaurador Antoni González Moreno, la justificación del porqué de la construcción de un campanario moderno.
El campanario románico no se podía reproducir. La espadaña del siglo XVIII era desproporcionada y muy dañada. Pero la iglesia no se podía quedar sin campana. La solución fue construir un campanario propio del siglo XX, pero alejado del edificio de la iglesia para que no interfiriera con ella.
La eliminación de la espadaña fue una de las decisiones más debatidas de la rehabilitación.
Comentario final
En 1977 Jorge M.ª Rivero San José publicaba el libro «Una Cataluña que hemos de salvar«. En él, que era una denuncia del estado de abandono de muchos restos históricos monumentales de Cataluña, decía concretamente sobre la Iglesia de Pedret:
“Apenas han transcurrido 10 años (desde la rehabilitación de 1964). Pues bien, invito a quien quiera conocer esta inigualable joya prerrománica a qué visite -sí la encuentra- la iglesia de Pedret, y si tiene la fortuna de que la cerradura sigue estando rota, como nosotros la encontramos, y pueda deambular por el interior de la iglesia, observará con estupor que amén de la espesa capa de “polvo” (por llamarlo de alguna manera) que lo cubre absolutamente todo, los bancos -espléndidos y nuevos- están materialmente invadidos por una formidable aglomeración de excrementos de lechuza.”
Por suerte, desde la rehabilitación de 1992 las cosas han cambiado. Una mayor sensibilidad de las Administraciones, en este caso la Diputación de Barcelona, y una mayor presión turística de los últimos años sobre los entornos rurales, han aumentado el interés por el patrimonio, como ya insinué en el Post de Sant Jaume de Frontanyà.
Queda en parte pendiente de resolver el acceso al interior los días no festivos, a medida que aumentamos el número de turistas «de la tercera edad» que dejamos libre estos espacios los festivos para los que no pueden hacerlo de otra manera.
Se tenga la edad que se tenga, es altamente recomendable dedicar un rato a admirar esta joya en un territorio, el Berguedà, lleno de alicientes de todas las épocas.
Bases de información
Webs academic
La restauración de la Iglesia de Sant Quirze de Pedret (Barcelona, España), Antoni González Moreno
La iglesia de Sant Quirze de Pedret (Cercs, Barcelona) La restauración de una arquitectura testimonial, Antoni González
Els campanars de Pedret, Antoni González
Noves dades sobre l’església de Sant Quirze de Pedret (Cercs), David Galí, Raquel Lacuesta
Veinte años después, Alberto López Mullor
La història de Sant Quirze de Pedret a través deis testimonis documentals, Anna Castellano
L’església de Sant Quirze de Pedret (segles IX-X). DIBA
L’arquitectura religiosa a Catalunya a l’entorn de l’any 1000, Eduard Carbonell Esteller
Libros
Eduard Carbonell (1975), El romànic català, Edicons 62, Barcelona, 285 pp.
Jorge Mª Rivero San José (1977), Una Catalunya que hemos de salvar, vol. I, Ediciones de Cámara, Tarragona, 330 pp.
Enlace con el Post: Els Casals. Berguedà
Magnificas fotografias de la esglesia d’sant Quirze de Pedret I las pinturas…..
L’hi faré saber a la Laura que t’han agradat les fotos de Sant Quirze de Pedret.
Gràcies.
¿Cómo se puede saber quién ha escrito este texto sobre Sant Quirze de Pedret? Gracias
Antonio: Como en todos los Posts del Blog, el texto lo he escrito a partir de las informaciones y experiencias recogidas in situ en el momento de la visita, además de apoyarme en la documentación que he obtenido en Internet, cuyas fuentes se hallan recogidas en el apartado “Bases de información”.
Gracias por tú interés.