En Baelo Claudia (Cádiz) se dispone de una imagen completa del urbanismo de una ciudad hispanorromana fabril y marítimo comercial.
Ciudad romana de Baelo Claudia (Cádiz)
Paraje: Ensenada de Bolonia. Municipio: Tarifa. Comarca: Campo de Gibraltar. Provincia: Cádiz. Com. Autónoma: Andalucía
Coordenadas: 36°05′24″N 5°46′29″O.
Web: museosdeandalucia
Bien de Interés Cultural (BIC): Zona arqueológica
Visita: 2021
Índice
Ciudad romana de Baelo Claudia. Campo de Gibraltar. Cádiz
Conjuntos arqueológicos como el de Baelo Claudia, que no fueron ocupados con posterioridad a su abandono, son especialmente interesantes porque permiten conocer con exactitud cuál era su estructura urbana, sin que se hayan superpuesto modificaciones de otras etapas históricas posteriores.
En el caso de Baelo Claudia, fue abandonada en época tardorromana visigoda en el siglo VII, y no tuvo reocupación posterior significativa, lo que nos permite adentrarnos en el urbanismo romano vitruviano de la ciudad romana.
En este Blog he tenido ocasión de mostrar algunos de los yacimientos arqueológicos con esta característica de permanencia estructural hasta la actualidad como: Ullastret, Turó Rodó, Castell, Sant Sebastiá, Cerro de la Cruz, Empuries, Segóbriga o Recópolis.
Desde Conil Home Suite / Apartamentos La Jábega Conil era una salida muy interesante, cuasi obligada.
Baelo Claudia y su territorio
Baelo Claudia es un sitio arqueológico ubicado en la costa atlántica de la Península, en el municipio de Tarifa, en la provincia de Cádiz. Fue una ciudad romana que subsistió entre los siglos II a.C. y VII d.C.
Ubicada junto a la ensenada de Bolonia y encarada al otro lado del Estrecho de Gibraltar con la que era la importante ciudad de Tingis (la actual Tánger). La ensenada quedaba protegida al poniente por el Cabo Camarinal y a levante por Punta Paloma, con lo que el lugar formaba un puerto natural que la convirtió en un importante puerto comercial.
La ciudad se hallaba en un entorno de sismicidad activa, de modo que sufrió diversos terremotos de los que dos -en los años 40 y 199 d.C.- tuvieron efectos devastadores sobre Baelo.
Formó parte importante de lo que el profesor Miguel Taradell califico como “Circulo del Estrecho”, conjunto de ciudades que formaron un potente conjunto geopolítico y comercial, en el que estuvo inserto Baelo Claudia.
Otro factor importante que explica la localización de Baelo Claudia era la presencia de recursos naturales en la zona, como el pescado (atún y producción de garum, un condimento elaborado a partir de la fermentación del atún y sal, muy apreciado en la antigua Roma), el trigo, el aceite de oliva, el vino, y la disponibilidad de producir sal y la alfarería para construir ánforas en el entorno, los cuales permitieron el desarrollo de una próspera economía de exportación.
Baelo Claudia era conocida por producir uno de los mejores garum del Imperio Romano, y exportaba este producto a diferentes regiones del Imperio, incluyendo Italia, África del Norte y la costa mediterránea de España.
Si relacionamos la posición de Baelo Claudia en el mapa de situación del principio del texto, con el conjunto de mapas que se ofrecen en el Post Estructuras territoriales en la España peninsular, podremos hacernos una idea de los condicionante geográficos e históricos más relevantes en los que se encontraba enmarcada la ciudad hispanorromana.
Un poco de historia
En el territorio de los turdetanos, entre los siglos VI-III a.C. poblado de colonias fenicias, los cartagineses establecen su dominio, hasta que en el siglo III a.C. los romanos conquistan la región y asientan un puerto comercial en la costa, conocido como «Portus Gaditanus«.
En el siglo II a.C. sobre los años 150-140 a.C., en época romano-republicana, es cuando se funda la ciudad de Baelo, que se cree que proviene de la palabra fenicia «ba’al«, que significa «señor» o «dios», teniendo en cuenta que durante largo tiempo los romanos convivirán con pobladores fenicio-púnicos.
De la primera ciudad no quedan evidencias superficiales ya que, sobre ella, se urbanizo y construyó la ciudad vitruviana que ha llegado a nuestros días. Por las catas arqueológicas, se considera que el primer núcleo podría haber ocupado la parte sombreada representada en el plano siguiente.
La ciudad comienza a prosperar en el siglo I a.C. gracias al comercio de productos locales, especialmente salazones y garum (principalmente de atún), y se construyen importantes edificios públicos como el teatro, el foro y el templo.
A finales del siglo I a.C., con Augusto, es cuando se realiza la reorganización urbanística que da a Baelo la forma de una típica ciudad romana: recinto amurallado, planta ortogonal, construcción del foro, el puerto y las termas. La ciudad cuenta con una población de aproximadamente 5.000 habitantes.
Esta importante transformación parece estar relacionada con un cambio de estatus: la concesión del derecho latino que convirtió la ciudad en oppidum Latinum Baelo. El desarrollo económico de la ciudad propició, sin duda, el cambio de su arquitectura.
Un primer terremoto censado en el año 40 d.C. causó graves daños en la ciudad, incluyendo la destrucción de algunos edificios y estructuras públicas.
En la reconstrucción fue esencial el papel del emperador Claudio, reconstruyéndose el conjunto monumental completo que modificó especialmente la estructura del Foro edificado años antes bajo Augusto, así como un nuevo puerto y ordenando la construcción de instalaciones para la producción y el almacenamiento de garum, lo que habría impulsado aún más la economía de la ciudad. Al tiempo, le concede el estatuto de municipium romano. Este momento coincide con la etapa de mayor esplendor urbano y económico.
Parece ser que en agradecimiento a Baelo le añadieron el Claudia, nombre con el que la conocemos en la actualidad.
Esta reconstrucción de la segunda mitad del siglo I es la que es visible y que se visita en la actualidad.
Un segundo terremoto en el año 260 fue aún más devastador, y se cree que causó la destrucción casi completa de la ciudad. Por ejemplo, destruye la basílica, que se desploma sobre sí misma. Será en ese período cuando el teatro pierde su función.
El siglo III marca el inicio de los efectos de las crisis económicas y la inseguridad marítima, y cuando Baelo Claudia comienza a declinar y su población disminuye.
Se mantiene cierta actividad industrial, hasta que en el siglo IV se reaprovecha el espacio urbano, levantándose un poblado de humildes edificios que nada tenían que ver con el esplendor pasado, y modificando en su mayor parte el antiguo trazado de la ciudad.
De esta forma, las industrias de salazones siguieron funcionando y la actividad de Baelo se prolongó hasta pasados unos trescientos años, cuando fue definitivamente abandonada en el siglo VII, quedando cubierta de campos y huertas con el paso de los años.
Parece ser que, en época medieval, tras la reconquista de estas tierras, Baelo Claudia tuvo una cierta ocupación, así como también en época moderna, pero fueron ocupaciones muy puntuales que no afectaron significativamente al yacimiento.
Baelo Claudia es redescubierta arqueológicamente a finales del siglo XIX, y será a parir de la década de 1920 que se inician campañas de restauración y conservación de los restos arqueológicos, convirtiéndose en uno de los yacimientos hispanorromanos más importantes de la Península Ibérica.
En la Guía oficial del complejo arqueológico se reproduce esta fotografía de principios del siglo XX, de antes de iniciarse las excavaciones, en la que se ve el estado previo del lugar.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), la Junta de Andalucía lo considera un Conjunto Arqueológico, figura de máxima categoría.
Por último, una consideración de gran trascendencia para la pervivencia del yacimiento. Al no ser aprovechada Baelo Claudia como cantera para construir otras ciudades o recintos, como sí sucedió en otros lugares (p.e en Segóbriga o Recópolis) se ha podido recuperar soterrados gran parte de restos arqueológico, por ejemplo, las columnas de la basílica.
Urbanismo
Ciudad cuyo urbanismo sigue los cánones clásicos diseñados por Vitruvio. Baelo Claudia es una de las ciudades de la Hispania que contiene la mayor parte de todos los elementos del urbanismo clásico: trazado ortogonal, con decumanus y cardus perpendiculares, formando insulaes, que no son de dimensiones regulares; foro; grandes edificios públicos; murallas; o sistemas de acueductos y alcantarillados.
En concreto, la figura urbana de Baelo Claudia tiene una forma entre trapecio alargado y triángulo isósceles, adaptada a la topografía del terreno. La zona sur tiene forma de cuadrado, roto en el extremo sudoeste para adaptarse al curso del arroyo de Las Villas, ocupando una planicie de suave pendiente, mientras que la extensión hacia el norte adopta la forma triangulo rectángulo con la hipotenusa en el lado de levante adaptada a la cresta a partir de la línea en que el terreno se eleva más bruscamente.
Cuatro acueductos suministraban el agua a la ciudad.
El puerto estaba situado fuera de las murallas. No quedan evidencias físicas, por un lado, porque se ha producido la modificación de la línea de costa y, por otro, por la suposición de que las estructuras portuarias eran de madera y, como material perenne, no se han conservado.
En la esquina sudoccidental, fuera muros, y al otro lado del arroyo Las Villas se alzó el suburbium occidental. En él se han encontrado las denominadas Termas Marítimas, del siglo II.
También son importantes las necrópolis, pero no forman parte del circuito de la visita.
Como síntesis, el gran interés de Baelo Claudia es que permite visualizar completamente el urbanismo clásico del modelo de ciudad hispanorromana en la concepción vitruviana.
La maqueta que se expone en el Museo como recreación de Baelo Claudia ofrece una imagen de lo que pudo ser en su época de esplendor.
La visita a Baelo Claudia
El itinerario que se sigue en la visita se ha diseñado siguiendo un recorrido por el patrón de las calles romanas.
El punto de recepción se sitúa en el Museo, un edificio de nueva planta, diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, inaugurado en el año 2007. Una arquitectura minimalista, de dos plantas, toda blanca, que no interfiere en la estética del yacimiento. Se halla a unos 100 metros de la muralla de levante, con el acierto de seguir la línea del trazado de lo que llaman decumano del teatro. Como veremos, un gran i magnífico ventanal ofrece una perspectiva sobre el conjunto del yacimiento.
Puede empezarse con una visita informativa sobre el yacimiento en el Museo, o dejarla para el final. En el Post he optado por presentar el Museo al final.
Desde el punto de inicio de recorrido (0), junto al Museo, nos ofrece una primera perspectiva del lateral de levante, con la muralla en primer término.
Destaquemos como al fondo se eleva la duna de Bolonia, declarada Monumento Natural en 2001. Es una duna formada por los vientos dominantes de levante que arrastran la arena de la playa de Bolonia colina arriba, formando una duna de unos 30 metros de altura y más de 200 metros de ancho.
Acueducto, Muralla oriental y Puerta de Carteia
Del Museo (0), situado a menos de 100 metros de la parte nororiental del Conjunto Arqueológico, parte el recorrido. Observar como el edificio de nueva planta tiene el acierto de haber sido diseñado siguiendo la continuidad del trazado del decumano del teatro.
Se pasa junto al acueducto (1) para, a continuación, recorrer la muralla de levante por el exterior hasta la puerta de Carteia.
Como referencia, la línea amarilla refleja el decumano máximo que arranca en dicha puerta.
Acueducto de Punta Paloma
Para salvar el torrente de La Chorrera el acueducto de Punta Paloma (1) se apoya en arcuaciones de arcos de medio punto.
Muralla oriental
La mayor parte de Baelo estuvo protegida por una muralla (3, 24) cuyo trazado sigue siendo perceptible en diversos puntos. Los restos mejor conservados alcanzan hoy en altura entre dos y cuatro metros.
El perímetro original debía de medir unos 1.400 metros, con 5 puertas, unas 40 torres de vigilancia, de las cuales hay en la actualidad 8 excavadas.
Se trata de lo que se considera una muralla de prestigio que se construye en época de Augusto, ya que no debía tener carácter defensivo sino de representación, como muestran su fábrica con sillares almohadillados. Una parte (24) debió derrumbarse con los terremotos y se reconstruyó, pero menos ostentosa de opus incertum (de sillares irregulares).
En los últimos tiempos se ha identificado una tercera puerta principal al norte de la ciudad (Puerta de Asido), que comunica con las poblaciones del norte Lascuta (Mesa de Ortega, cerca de Alcalá de los Gazules) y Asido (Medina Sidonia).
El recorrido sigue por la parte exterior de la muralla, desde una puerta (2), que se considera auxiliar, al final del decumano del teatro, hasta la puerta principal de Carteia.
La altura que queda de los muros es inferior a los dos metros, pero son perfectamente visibles las bases de las tres torres que separa ambas puertas.
Puerta de Carteia y Decumanus maximus
Por la puerta de Carteia (San Roque) (4) se entraba al decumano máximo (decumanus maximus) (5a, 5b), señalizado en amarillo.
Es perfectamente visible el almohadillado de los sillares para dar prestigio a la construcción. Como es propio de la arquitectura romana, debía quedar cerrada por un arco de medio punto.
El decumano máximo, tiene una longitud de unos 275 metros. Conserva en la mayor parte de su recorrido el pavimento original de summa crustae (pavimento de grandes losas de piedra).
Al llegar a la esquina de la zona del foro una construcción (6), cabe suponer construida posteriormente, se adentra en la calzada e interrumpe la continuidad de la calle.
En la habitación de la esquina la excavación arqueológica ha hecho aparecer el canal de un desagüe que la atraviesa en diagonal, procedente de la zona del foro.
En este punto el recinto arqueológico se interrumpe, quedando al otro lado de la valla lo que sería la continuación de la muralla hasta la playa que está ocupado por instalaciones de ocio privadas.
También aquí se halla una de las necrópolis, no visitable.
Como consecuencia, el recorrido gira a la izquierda en dirección a la zona portuaria.
Zona portuaria y factorías de salazón
En esta zona se distinguirán tres elementos: un área residencial; las factorías de salazón; y el acceso a la zona portuaria exterior a la muralla.
Área residencial del puerto
La calle por la que se entra se la denomina actualmente como cardo de las Columnas. En el extremo sur, junto a la muralla de mar, había a principios del siglo II de nuestra era dos grandes casas privadas –domus– de similar calidad y estructura interna: la casa del Reloj de Sol (7) y la casa del Oeste (8). Tenían superficies similares, unos 500 metros cuadrados con piso superior. Se organizaban en torno a un patio, alrededor del cual se disponían habitaciones con paredes estucadas y decoradas con motivos pintados de tipo vegetal y geométrico. La fachada orientada a la calle principal presentaba una galería soportada por columnas que acogía tiendas (tabernae).
Estas viviendas pudieron pertenecer a los distintos comerciantes o propietarios de la factoría de salazón.
El recorrido señalizado no permitía acceder a ellas.
En la casa del lado este se halló un reloj de sol, del que una copia se expone en el Museo, de ahí el nombre que se le ha dado.
Esta dos domus se hallan insertas en medio de las factorías de salazón.
Factorías de salazón
Cuando se trazó la planificación urbana en época de Augusto, las cetarias (fábricas de salazón) (9) se situaron en el interior de la ciudad, como factorías urbanas protegidas por las murallas.
En el plano, en azul y marrón las factorías excavadas; en rojo un comercio de pescado.
Ya a finales del siglo II a.C., cuando aún no había terminado la conquista romana de la Península, Baelo era uno de los principales centros exportadores de salazón de Mediterráneo, gracias a la técnica heredada de la presencia púnica.
La pesca del atún en almadraba y su posterior tratamiento de conservación en salazón constituyó una industria floreciente en toda la costa gaditana y fue causa fundamental para la prosperidad de la ciudad de Baelo. Esta, actividad que tiene su origen en época fenicia y púnica, alcanzando un gran desarrollo en el mundo romano.
La importancia de la producción y el comercio de salazón se constata en el hecho de que en todos los yacimientos del imperio romanos se ha encontrado ánforas de salazón gaditanas.
La ubicación geográfica de una factoría de salazón no era algo arbitrario, sino que tenía que responder a una serie de circunstancias para la adecuada elaboración del producto que se cumplen puntualmente en Baelo, a saber: abundancia de atún; cercanía de agua dulce, necesaria para limpiar el pescado y preparar la salmuera; proximidad de salinas, que es posible que hasta época de Augusto Baelo se usara las salinas de la Bahía de Cádiz; proximidad de alfares, que procedían de Cádiz, Algeciras y la costa africana. Puede imaginarse fácilmente la gran cantidad de ánforas necesarias mensualmente para la exportación del pescado y el garum.
Por su parte, los edificios destinados a factoría tenían dos áreas principales: una de preparación -limpieza y troceado del pescado- y otra de procesado -piletas para salazón-. Este conjunto industrial se mantuvo activo desde el siglo II a.C. hasta probablemente a principios del siglo VII de nuestra era en época visigoda.
La pesca del atún, de mayo a septiembre, se practicaba mediante redes fijas similares a las actuales de almadraba. La actividad se realizaba como explotación industrial requiriendo una abundante mano de obra de carácter temporal.
El garum era un condimento muy apreciado en la antigua Roma, elaborado a partir de la fermentación de pescado y sal. Baelo Claudia era conocida por producir uno de los mejores garum del Imperio Romano.
Área portuaria
En época romana Baelo era un lugar donde se concentraba el comercio marítimo. Fue el puerto de unión con la vecina Tingis, la actual Tánger, por lo que su relación con el norte de África era continua, siendo uno de los factores principales de su desarrollo urbano. Este sector del puerto (10) combina las actividades de tratamiento del pescado, embarque y comercio.
La imagen siguiente representa una recreación de esta parte en la que se muestra una factoría en el interior, la puerta de la muralla, que todavía está en pie, y la zona portuaria, con los muelles de atraque que se supone debían ser de madera, material perdurable que no ha llegado hasta nuestros días.
Proseguimos el recorrido en dirección norte por el cardo del foro hacia esta zona.
Zona del Foro
Como es sabido, el foro constituye la zona central de una ciudad romana. Forma una gran plaza, generalmente rectangular porticada, en la que, a su alrededor se aglutinan los edificios públicos, y religiosos más importantes.
Las dos imágenes que siguen muestran dos perspectivas opuestas de la zona del foro. La primera, desde el sur, con las columnas de la basílica en primer término, y al fondo a la izquierda el teatro. La segunda, desde el teatro, con la plaza en primer término.
Plaza meridional
Se recupera el contacto con el decumano máximo desde donde habrá que subir una escalinata de tres peldaños que nos sitúa en la plaza meridional del Foro (11).
Ambos lados de la plaza están ocupados por edificaciones.
A poniente un edificio adosado a la basílica y orientado al decumano por el que se accedía. De planta rectangular con vestíbulo con dos escaleras que conducirían a un piso superior. Pudo ser la sede de alguna corporación o despachos de la administración comercial de la ciudad, aunque recientemente se ha interpretado también como la Curia.
En la zona de levante de la plaza hay otra construcción con tres habitaciones, la central en forma de ábside, que posiblemente estarían abiertas a la plaza ya que su enlosado es el mismo.
Basílica
Todo el frontal de esta plaza exterior está ocupado por la basílica (13), a la que se accede desde este lado por un único acceso en la parte central.
El lateral septentrional de la basílica ocupaba todo el lado sur del Foro, con el que se comunicaba por tres puertas. En la fotografía es visible la puerta de la derecha.
Construida en el siglo I d.C., la basílica era la sede local de la administración de justicia y uno de los grandes edificios públicos de Baelo.
De planta rectangular, contaba con un único espacio con columnas que sostenían un segundo piso con una galería abierta al patio central, en el que se desarrollaba la actividad cotidiana de jueces y magistrados. Una estatua colosal del emperador Trajano, dispuestas sobre un pedestal revestido de losas de mármol, presidía la sala. La basílica fue destruida por el gran terremoto que afectó a la ciudad a comienzos del siglo III d.C.
La estatua original de Trajano se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, y aquí se ha dispuesto una copia.
Las columnas eran de orden dórico. Se observa que el material con el que fueron construidas era de areniscas conchíferas (roca ostionera) procedentes de canteras del entorno.
Plaza del Foro
El Foro (forum) (12) de Baelo, fechado en el siglo I d.C., auténtico corazón de la ciudad, constaba de una gran plaza pavimentada de 37 x 30 metros, porticada en sus lados este y oeste, en torno a la cual se situaban la mayoría de los edificios de carácter oficial: basílica, mercado y templos.
Como acabamos de ver, en el lado meridional se alzaba la basílica.
Enfrente, en el sector norte del Foro, una terraza elevada sobre la plaza y utilizada como tribuna oratoria (rostra) (13). Detrás de ésta, se encontraba una fuente monumental revestida de mármol. A ambos lados se localizan las escalinatas que dan acceso a la plataforma de los Templos, y a continuación dos sacella (templos de reducidas dimensiones), dedicados probablemente al culto imperial.
En el lado de poniente se alzaban de norte a sur cuatro edificaciones.
Una sala de grandes dimensiones (15), en cuyo fondo se advierten restos de un zócalo que podría servir de tribuna o pedestal (base de una estatua); que pudo ser un lugar utilizado por los magistrados como local complementario de la curia, o la schola de alguna asociación de ciudadanos.
La curia (16), sede de reunión de los decuriones.
Entre la schola y la curia una calle conectaba la plaza del Foro con el lado occidental de la ciudad. A la izquierda el solar de la schola, y a la derecha el de la curia.
El tabularium (archivo municipal) (17), lugar destinado a guardar el archivo de la ciudad.
Y la sala de votaciones (18). Los ciudadanos libres de la ciudad formaban la asamblea del pueblo (populus), que se reunía en comicios (comitia), elegía a los magistrados y participaba en algunas decisiones. Puesto que los comicios se celebraban probablemente en el foro, no es extraño que se habilitara una sala para las necesidades derivadas de tales asambleas.
El lateral de levante del Foro en un primer momento estuvo destinado a construcciones de carácter comercial o tabernae (19). Datan de la época de Augusto y estuvieron en funcionamiento hasta que se construyó el macellum o mercado.
Son seis habitaciones de forma alargada y parecidas dimensiones, y ocupaban casi todo el pórtico este. A través de los desagües que se aprecian en algunas de ellas puede interpretarse que se dedicaban a la venta de carne o pescado.
El enlosado monumental de la plaza se corresponde con estos momentos.
La perspectiva de la plaza se cerraba por el lado norte con los tres templos dedicados a la triada capitalina. Como espacio de representación, dominaban la plaza desde su posición elevada, al haberse construido en la ladera de la elevación que el terreno presenta desde la fuente.
Dejo la presentación de esta zona para el final del recorrido, cuando lleguemos a ellos desde el teatro.
Decumanus maximus hasta la puerta de Gades
Como ya se ha indicado, el decumano máximo (5b) conserva su enlosado original. La ondulación del pavimento se considera que refleja los terremotos que sufrió la ciudad.
Nos dirigimos hacia poniente hasta la puerta de Gades partiendo desde la plaza meridional del Foro.
En este recorrido, solo se encuentran restos arqueológicos en el lado norte del decumano. Hay que tener en cuenta que toda esta zona sur hasta la zona marítima fue la única que fue ocupada en los siglos posteriores al abandono de la ciudad. Algunas de estas construcciones han pervivido hasta mediados del siglo pasado, como ha quedado reflejado en la fotografía histórica del principio de este Post. Por lo tanto, solo se tienen referencias arqueológicas del lado norte, el lado derecho en el sentido en el que nos desplazaremos.
Macellum (El mercado) y Cardo del Mercado
En la esquina sudoeste de la gran manzana del foro se construyó un macellum (mercado) (20). Una calle peatonal entre la plaza meridional y el lado occidental de la basílica y el mercado daba acceso a los pórticos del foro.
Se construyó a finales del siglo I d.C. para sustituir a las tabernae del foro. Era un edificio es rectangular de unos 30 x 23 metros. Alojaba catorce tiendas, y estaba rodeado, menos por el lado norte, por tres pórticos de distinta anchura.
Vista desde la parte posterior.
De la esquina del mercado partía una primera calle que se la denomina actualmente como cardo del mercado. En la fotografía, a la derecha el interior del mercado.
Estuvo en uso poco más de un siglo. Primero fueron abandonadas las tiendas interiores tras el derrumbamiento de las techumbres a fines del siglo II; luego el patio y por último las tiendas de la fachada, durante la segunda mitad del siglo III. Con la parte trasera convertida en vertedero, permaneció en ruinas hasta mediados del siglo IV. Sobre el antiguo mercado se alzaron dos casas.
Cardus del mercado, cardus de las tiendas y cardus del teatro
Siguiendo el decumano máximo en dirección a poniente (5b) A partir del cardo del mercado parten dos calles más en dirección al norte de la ciudad, donde ésta se va elevando hacia el monte.
En este tramo se localizaban casas (domus) y sobre todo tiendas (tabernae) con galerías porticadas (porticus). Estas tiendas eran de pequeñas dimensiones y generalmente constaban de dos pisos. En la planta inferior se disponía un mostrador dando directamente al pórtico y una pequeña puerta de acceso. La planta superior podía ser la zona de almacenaje e incluso la vivienda del comerciante.
El cardo de las tiendas se aprecia como una parte poco excavada arqueológicamente. Su parte final se corresponde con el ángulo oriental del teatro.
La siguiente calle se corresponde con el cardo del teatro, que se dirige a la parte central del edificio del teatro. Se la observa como una calle importante dada su anchura.
Llegamos a la puerta de Gades (Cádiz) (21), final de la trama urbana interior.
Presenta un aspecto idéntico en la base de las torres que la puerta opuesta, la de Carteia. Corresponde a la base de la arcada de entrada a través de la muralla.
En el recorrido por el decumano se pueden observar diversos elementos tallados en piedra.
Los restos de un gran capitel.
También un labrum o pileta, de unas termas del que se desconoce su ubicación.
Termas
Adosada al cardo del teatro se construyeron unas termas (22).
Como es sabido, las termas cumplían una función higiénica en el mundo romano, pero eran también un espacio de ocio y de esparcimiento, de relación con los demás ciudadanos, donde se dialogaba, se hacía gimnasia y se tomaban baños. Estaban formadas por el tepidarium o sala tibia, la cella soliaris, donde tomaban un baño caliente; por último, una sala templada para hacer abluciones y tomar un baño frío en el frigidarium. También era usual que dispusiesen de la palaestra, un ámbito abierto al aire libre donde practicar deporte. La palestra podría haber estado situada en la explanada a poniente, desde la que se observan actualmente las termas.
En Baelo Claudia. estas termas se construyeron bajo el periodo de Adriano, en la primera mitad del siglo II d.C. y se abandonaron en el siglo IV d.C. Posteriormente llegaron incluso a utilizarse como zona de enterramiento.
Se desconoce si fueron baños privados o públicos.
Parece que hubo otras termas en la ciudad. Unas por encima de la zona de los templos y otras en el exterior, pasado el arroyo de Las Villas, que pasa por delante la esta puesta de Gades.
En el recorrido hacia el teatro se observa la disposición de estas lápidas que parecen proceder de una necrópolis, pero sobre las que no se proporciona información y su colocación parece arbitraria o estética.
Teatro
Ascendiendo por el cardo del teatro llegaremos a la parte central del edificio del escenario del teatro. El muro debía ser de gran monumentalidad desde esta perspectiva.
Deberemos conformarnos con visualizarlo desde el exterior, dado que no se permite el acceso al recinto.
La comparación de fotografías muestra el estado antes y después de la recuperación arqueológica.
El teatro (23) es el edificio más monumental de la ciudad. Se ubicó dentro del recinto urbano en la zona de mayor desnivel, de cara al mar, justo en la línea entre la ciudad alta y la ciudad baja. Apartado del centro monumental, cerca de la muralla oeste, integrándose plenamente en el trazado ortogonal de la ciudad, pues su eje de simetría corresponde con toda exactitud con el eje de un cardo, y su fachada discurre paralela al decumano.
Con toda probabilidad se buscó el lugar apropiado para aprovechar la pendiente natural del terreno e insertar el graderío, práctica habitual en la arquitectura romana.
Se construyó entre los años 60-70 d.C, a finales de la época de Nerón o a principios de la de Vespasiano. Fue abandonado en el siglo III y luego ocupado de nuevo por viviendas y por una necrópolis cristiana, desde mediados del siglo IV hasta el VII.
De forma semicircular, tiene un diámetro de unos 70 metros.
El muro exterior presenta nueve entradas abovedadas que dan acceso a los distintos niveles del graderío o cavea. El público accedía a las distintas zonas según su condición social a través de puertas o vomitoria.
La orchestra era accesible desde las puertas laterales. Estaba limitada al sur por el escenario, construcción rectangular que se apoyaba en las parascaenia o vestíbulos laterales. El pulpitum separa la orchestra del escenario y estaba revestido de mármol y estucos pintados. El muro de la escena, scaena, disponía de cinco puertas que facilitaban el movimiento de los actores.
El teatro está acondicionado actualmente con unas gradas desmontables que permiten poder efectuar espectáculos.
Observando los detalles del conjunto podemos ver imágenes como el tallado de las piezas de roca, o muestras del hormigón romano.
Restos de la muralla de poniente
Al lado del teatro se aprecian restos de la muralla de poniente (24), a la que estaba adosado.
Área de los templos
Desplazándonos hacia levante por el decumano del teatro se llega al área de los templos que habíamos indicado que se situaba de forma elevada y dominante sobre la plaza del Foro.
Aún cuando algunos investigadores platean sus dudas, se considera que los tres templos que se emplazan en este punto constituyen una Tríada Capitolina a semejanza de la de Roma, cuyo origen de la tríada se encuentra en el periodo etrusco.
Además, en el lado de levante, se alzó posteriormente un templo dedicado a Isis.
Templos de Juno, Júpiter y Minerva
Los tres templos que se alzan en esta explanada, dominando la plaza del Foro, están dedicados a Júpiter, Minerva y Juno. Constituye el gran centro religioso de Baelo.
Desde la explanada del Foro se ascendía por las dos escaleras al lado de la tribuna de oradores hasta una nueva explanada rectangular de la que partían las escalinatas hacia cada uno de los tres templos.
Se trata de tres edificios independientes, de características semejantes.
Cada templo disponía de un potente basamento o podium con escalera frontal de doce escalones, sobre el que se situaba el pórtico que precedía a la cella, estancia rectangular reservada a la divinidad. El pórtico estaba soportado por 6 columna y las cellas con 9 pilastras. Los capiteles corintios decorados con estuco.
En el centro, el templo de Júpiter (24), cuya escalinata se halla completamente reconstruida. Parece que los historiadores aún no han sabido encontrar la explicación de por qué el templo de Júpiter, el más importante, era un poco más estrecho que los otros dos laterales.
Las fachadas se componían con columnas de orden corintio y pilastras adosadas a los muros de la cella. Delante de los templos se localizaba un altar común.
Fragmentos de las columnas del pórtico.
La parte posterior de tierra oscura correspondería a la zona que ocupaba la cella de Júpiter.
Los templos estaban separados entre sí por estrechos pasajes.
Restos del área correspondiente al templo de Minerva (25), a la derecha del de Júpiter.
El templo de Juno (26) estaría a la izquierda.
El señor absoluto del templo era Júpiter Óptimo Máximo, las diosas lo acompañan como meras huéspedes acogidas en su casa.
Aunque hay indicios de construcciones anteriores de época de Augusto, los templos visibles hoy en Baelo se pueden fechar hacia la época de Nerón (60-70 d.C.).
En esta área sagrada se dio también culto del emperador. La imagen imperial ocupó un sitio en la cella de Júpiter, justo al lado del dios. Entre los años 65 y 75 d.C., se levantó al pie de los templos una galería de retratos de los emperadores.
Templo de Isis
A partir del siglo I d.C. se introducen en Roma cultos de origen oriental. Entre ellos destaca el de Isis, con ceremonias rituales reservadas a los fieles iniciados.
El templo de Isis (27) se localizó al lado del Capitolio, en el espacio religioso preferente de Baelo. Consta de dos ámbitos funcionales diferenciados, uno público destinado al culto y otro privado de uso doméstico.
El templo de Isis en primer término.
En este punto finaliza el recorrido por el conjunto arqueológico de Baelo Claudia.
Si efectuamos una última mirada de conjunto disponemos ya de todos los elementos para interpretar la ciudad y su inserción en un entorno natural donde el mar era su razón de ser, como proveedor de recursos y como enclave para el transporte marítimo.
No olvidemos que solo hasta centurias recientes, era mucho más fácil el transporte marítimo que por los caminos y calzadas. En nuestro caso, era mucho más fácil proveerse y comercian con Tingis (Tánger), al otro lado del Estrecho, que con las localidades del interior del territorio, lo que explica, por ejemplo, que se empleasen ladrillos Tingis para la construcción.
Me gusta reflejar este hecho diciendo que el mar ha sido “la autopista de la Historia”.
Museo y Centro de Interpretación de Baelo Claudia
He dejado para el final la presentación del Museo como Sede Institucional del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia (0).
Es un edificio de nueva planta, obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, inaugurado en el año 2007.
Edificio de arquitectura minimalista de dos plantas, que combina las paredes exteriores de piedra con enlucido blanco. También aprovecha la pendiente del terreno para que por la cara norte solo sobresalga una planta.
Una construcción que no interfiere en el paisaje, sino que desde su interior no hace más que resaltarlo. Al mismo tiempo, ya he señalado en otro momento, que considero un acierto hacer coincidir su disposición con las direcciones del entramado urbano de la ciudad, aun cuando se halle alejado de ella.
El pasillo final que conduce a la planta baja constituye un gran ventanal-mirador sobre el conjunto arqueológico, con el mar y la duna de Bolonia de fondo.
Piezas originales o reproducciones van ilustrando la historia y las características del yacimiento.
Escultura femenina localizada en la necrópolis junto a la puerta de Carteia.
Esculturas de silenos recostados abrazando sendos odres. Copia, originales en el Museo de Cádiz, de mármol, de finales de siglo I d.C., hallado en las fuentes del pulpium del teatro.
Las ánforas eran esenciales en el transporte de salazón y garum.
Reloj de sol. El original en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid En mármol del siglo I d.C., hallado en la que se ha denominado casa del Reloj de Sol en la zona portuaria (7)
Escultura romana, copia del Doríforo de Policleto. En mármol del siglo II d.C.
Por último, unas salas para exposiciones temporales. Durante nuestra visita dedicada al “Garum”.
Fin de la visita
Desde el punto de vista de una visión total de la ciudad hispanorromana, es una lástima que el ángulo sudeste del recinto esté ocupado por construcciones posteriores privadas.
Ello nos impide apreciar en su verdadera magnitud el volumen del trazado urbano de época augusta y del frente portuario.
Es muy probable que ya no existan restos arqueológicos, arrasados por las construcciones posteriores hasta las actuales, pero con una adecuada señalización, se dispondría de todo el frente marítimo de la ciudad, para constatar visualmente la importancia de este puerto comercial y pesquero.
Sin embargo, desde mi profana perspectiva, he de destacar la perfecta planificación, señalización e información, de gran calidad, a lo largo del recorrido, que otros enclaves arqueológicos debería tomar nota.
Del mismo modo, para mí, tanto la estructura arquitectónica como la disposición del edificio de recepción y museístico merece un sobresaliente, como he comentado a la largo del Post.
Bases de información
Webs
guia-arqueologica-de-andalucia
conservar-mantener-difundir Baelo Claudia
Webs academic
Ángel Muñoz Vicente y José Ángel Expósito Álvarez (2017). El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia y su museo monográfico . Breves notas historiográficas y de gestión
Lucía Marina Zamorano (2020). El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia: historia del monumento y análisis de su gestión (Trabajo Fin de Grado)
Alonso Villalobos, Carlos y García Vargas, Enrique Alberto (2003). Geopolítica imperial romana en el Estrecho de Gibraltar: el análisis geoarqueológico del puerto de «Baelo Claudia» y el emplazamiento de «Mellaria» (Tarifa, Cádiz)
Manuel Bendala Galán (2010). Baelo Claudia y su personalidad ciudadana y urbana Diálogo desde el estudio y la amistad
Francisco Javier Rojas Pichardo (2009). Bibliografía para el conocimiento de la ciudad hispanorromana Baelo Claudia
Baelo Claudia. Cuaderno del profesorado
Barrera Rodríguez, Manuel et. alt. (2013). Baelo Claudia, una reconstrucción virtual
Casa de Velazquez: Fondo documental Baelo Claudia
Video
Casa de Velázquez. Documental BELO3D. Baelo Claudia, 100 años de excavaciones arqueológicas y estudios arquitectónicos
Video-conferencia
Conferencia¨: Profesor Darío Bernal Casasola. Baelo Claudia